Historias
Harinas y recuerdos: el primer libro de Dulce Calu
/https://lvdsjcdn.eleco.com.ar/media/2025/08/dulce_calu_5.jpg)
La pastelera sanfrancisqueña conocida como Dulce Calu presentó su primer libro, una obra que reúne 60 recetas atravesadas por viajes, anécdotas y afectos. “Quería compartir lo que sé, aunque creo que todavía me falta mucho por aprender”, confesó.
Por María Laura Ferrero
Vanessa Alejandra Valero tiene 33 años, lleva adelante de un proyecto de vida que la identifica y que muchos conocen bajo el nombre de Dulce Calu. Su historia comenzó casi de manera casual, preparando tortas materas para compartir con amigos, y terminó convirtiéndose en un oficio que abrazó con pasión. “Yo nunca había cocinado nada, porque soy la única mujer de cinco hermanos y en mi casa mi mamá no dejaba ni aparecer por la cocina”, recordó risueña.
Tras la pérdida de su padre, cuando apenas tenía 21 años, trabajó durante seis años en una empresa de limpieza. “Nunca me avergoncé, pero sabía que eso no era lo que me apasionaba. Fue en ese tiempo que empecé a cocinar un poco acá y allá, hasta que me animé a vender lo que hacía”, relató. La pandemia, con su tiempo de encierro y cocina, fue el trampolín para profesionalizarse y dedicarle todo el esfuerzo al emprendimiento.
“Cuando todo volvió a la normalidad tuve que elegir: o seguía con mi trabajo estable o me animaba a emprender. Con muchos miedos decidí dar el paso, y hoy vivo de la pastelería”, contó.
Formación con los mejores
El crecimiento no fue improvisado. Dulce Calu decidió formarse en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG), donde fue alumna de dos de los referentes más reconocidos del país: Osvaldo Gross y Ariel Rodríguez. Gracias a esa formación, logró en 2022 uno de los doce cupos disponibles para viajar a París y capacitarse durante dos semanas en la prestigiosa International Pastry School.
/https://lvdsjcdn.eleco.com.ar/media/2025/08/dulce_calu_1.jpg)
“Cuando estaba en esa cocina francesa, con mi delantal y mis utensilios, no lo podía creer. Me acordaba de la chica que había empezado limpiando y pensaba: ‘Mirá dónde estoy ahora’. Fue muy emocionante”, relató. A ese viaje la acompañó su marido, Gerardo Albrecht, a quien agradece no solo la compañía sino también el apoyo permanente en su carrera.
El nacimiento de un libro
El sábado pasado, Vanessa presentó oficialmente su primera obra: Entre harinas y recuerdos, un libro de recetas que condensa no solo su recorrido profesional, sino también experiencias personales y sabores que la marcaron. “Quería compartir lo poco que sé. Mi idea era que el libro sirviera tanto para pasteleros como para la gente que solo cocina en su casa. Siempre pensé que las recetas unen, generan una conexión mágica con los recuerdos de cada uno”, explicó.
/https://lvdsjcdn.eleco.com.ar/media/2025/08/dulce_calu_3.jpg)
La obra reúne 60 recetas, algunas aprendidas en Europa, otras adaptadas a su estilo y muchas nacidas en su propia cocina. Entre ellas se destacan las madelaine francesas, un budín con frutos rojos inspirado en una cafetería de Ámsterdam y clásicos como la carrot cake, versionada con un sello propio que conquistó a sus clientes.
Un trabajo colectivo
Para transformar las ideas en un libro concreto, Vanessa buscó ayuda profesional. “Sabía que tenía que escribir recetas, pero no sabía cómo seguir. Entonces apareció la diseadora Melina Chavarini. Ella me dijo: ‘Metete a escribir, yo me encargo de ilustrar’. El resultado es impecable, lleno de color, tal como me describen en Instagram”, valoró.
A ese esfuerzo se sumó también su marido. “Gerardo me ayudó muchísimo con la redacción. Fue un trabajo de meses: fotos, edición, pensar cómo redactar para que todo se entendiera. Hubo mucho amor puesto en cada página”, destacó.
Identidad y estilo
El nombre artístico Dulce Calu es un homenaje a sus sobrinas Catalina y Ludmila, y más tarde se sumaron otros pequeños de la familia, Jazmín y Patricio, que completaron el sentido de la marca. Sus tortas, reconocibles a simple vista, se convirtieron en un sello local. “Me dicen que tengo un estilo propio, que cuando ven una torta saben que es mía. Soy muy detallista, siempre creo que puede estar mejor, pero me gusta que la gente vea mi trabajo como algo artístico”, señaló.
/https://lvdsjcdn.eleco.com.ar/media/2025/08/dulce_calu_4.jpg)
Esa mezcla de precisión y creatividad contrasta con su costado deportivo. Valero juega al handball y sus amigos se sorprenden de que la misma persona que muestra delicadeza en el decorado de una torta sea aguerrida en la cancha. “Soy las dos cosas: la detallista y la que va con todo”, se ríe.
La pasión como motor
Para Vanessa, la pastelería es mucho más que un trabajo. “Es pasión. Cuando estoy cocinando no pienso en nada más, me transporta. Me dio la posibilidad de viajar, de conocer gente, de superarme. Creo que la gente también te empuja a eso, porque cuando ven lo que hacés te piden más, y eso te anima a seguir creciendo”, reflexionó.
Hoy, además de los pedidos tradicionales, se animó a incursionar en las llamadas “tortas objeto”, una tendencia de redes que adaptó con creatividad y que le permitió colaborar con otros emprendimientos locales.
La presentación de “Entre harinas y recuerdos” es, sin dudas, uno de los hitos más importantes en la carrera de Dulce Calu. El libro ya está disponible en Librería Collino, un punto de referencia cultural en San Francisco, y pronto también en sus redes sociales.
Mientras prepara su próximo sueño, Vanessa agradeció a todas las personas que la ayudaron en este nuevo paso que dio y que se concentrará en hacer conocer el libro y su trabajo por todo el territorio nacional.
Entre harinas, recuerdos y sueños, Dulce Calu sigue amasando futuro.
Un homenaje a su padre
El libro tiene además un sentido profundamente personal. Está dedicado a su papá, un reconocido policía de San Francisco, recordado por muchos por su lucha contra la enfermedad y su paso por la fuerza. “A mí nadie me regaló nada, todo lo que logré fue trabajando. Y siempre tuve muy presente el ejemplo de mi papá, su fuerza. Este libro también es para él”, expresó con emoción
Creer en uno mismo
La experiencia de Valero es también un mensaje para quienes dudan en dar un paso hacia lo que desean. “Si vos no creés en vos, nadie va a creer. Hay que animarse, invertir y apostar a lo que uno ama. Porque la vida es corta, estamos de paso, y lo peor sería llegar a viejo y arrepentirse de no haberlo intentado”, aseguró.
/https://lvdsjcdn.eleco.com.ar/media/2025/08/dulce_calu_2.jpg)