Zapatillas con velcro, las aliadas ante el coronavirus

Mientras son furor en ventas en las grandes capitales porque serán exigidas por protocolo, en la ciudad hace años que las piden en las escuelas, pero este 2021 todavía no son la inversión de los padres.
Bien se sabe que, en los primeros años de escolaridad, la maestra es algo más que enseñanza. Los más chiquitos, los que recién comienzan, son los que más pueden necesitar de la ayuda de las docentes en cuestiones cotidianas, como el atarse los cordones.
Por la pandemia de coronavirus y con el regreso escalonado y cuidado, se debe mantener la mayor distancia posible entre estudiantes y maestros por lo que algo tan pero tan simple como el atar los cordones, puede ser un problema y hasta una forma de contagio.
Mientras que en las grandes capitales hay un boom de venta de zapatillas con velcro o abrojos, en San Francisco es una exigencia en los niveles iniciales y primaria de la mayoría de las escuelas públicas y privadas de la ciudad, aduciendo la seguridad del niño al andar, la higiene y por supuesto, la autonomía que le brinda para poder manejarse por sí mismo.
Lo mismo ocurre con los zapatos, pero son las zapatillas las más compradas y a la que apuestan los papás para el año lectivo. Sin embargo, a pesar de que el calzado es casi obligatorio para empezar las clases, las ventas vienen tranquilas, son atípicas para la fecha y los comerciantes aseguran que tiene que ver con la incertidumbre que rodea el inicio de clases.
Modelos y precios
Cuando uno pregunta por las zapatillas con abrojos, la oferta es muy amplia. Con modelos que van desde uno a tres abrojos, con puntas reforzadas o no, detalles o tipos de material en que son confeccionadas.
Según se observa en el centro de la ciudad, hay precios para todos los bolsillos. Claro que eso varía entre la marca, el material y el modelo. Los de un abrojo son para talles de bebé, los de dos, para niños y los de tres, para talles de adultos.
Vale destacar que muchos modelos también tienen elástico, pero ese es un detalle del calzado y de preferencia para el niño y de los papás.
Para empezar a hacer cálculos, se pueden encontrar modelos clásicos negros para chicos desde $990 en símil cuero. Las tiendan los detallan como oferta en su mesa central dejando claro que es la zapatilla que acompaña a los chicos en la escuela.
Pero en el resto de los locales, la variedad es más amplia, aunque la zapatilla negra es la más elegida, aunque el blanco también es una opción. La exigencia, sin embargo, es el color oscuro.
Sobre precios, marcas intermedias están desde los $2.200 hasta los $3.200 mientras que las clásicas negras con abrojo de primera marca nacional, arrancan en $3.599 para los talles del 19 al 24 para bebés, $4.999 del 25 al 34 que son para niños y ya para los adultos hasta el 45, se pueden conseguir a $5.299.
Los precios, según Luciana, "siempre son más caras que las que tienen cordón, unos $500 más que las otras".
Para la vendedora, "desde hace mucho tiempo la zapatilla con abrojo es la que piden los papás. Los que más lo llevan es para los que empiezan jardín de infantes y no para que no tengan relación o contacto los docentes, sino por una cuestión de higiene y seguridad, principalmente.
Los zapatos con abrojo rondan los precios de las zapatillas, pero son estas últimas las que más buscan los papás y ante la incertidumbre de este año escolar, son las preferidas. Eso ocurrió en una tienda de la ciudad: "Vino una mamá y nos dijo que necesitaba guillerminas y zapatillas con velcro, pero ante la pandemia y la incertidumbre del inicio de clases, se llevó las segundas porque sabía que su hija las iba a usar más".
Venta "tranquila y atípica"
Cuando en enero y febrero las zapaterías de venta de calzado para niño estaban abarrotadas de padres y chicos midiendo el calzado escolar, a poco más de una semana de empezar las clases y volver a las aulas, es casi nulo el movimiento comercial. "Es un año atípico. Para enero ya teníamos muchas ventas y casi no teníamos lugar en la tienda para toda la gente que venía con los niños", contó Florencia.
Lo mismo experimenta Luciana. "Las ventas vienen muy tranquilas para la fecha en que estamos. Supongo -opinó la vendedora - que tiene que ver con la incertidumbre de los papás ante el regreso a clases presenciales, porque si están en casa, pueden hacer sus actividades en el caso de la Educación Física, con otro calzado y no con el que exigen en la escuela, que es sin dudas, la zapatilla con velcro o abrojos".