Entrevista
Walter Vera se prepara para volver a la radio después de su accidente

El locutor de AM 1050 sufrió gravísimas lesiones en noviembre pasado, cuando estaba realizando una cobertura. Contra todos los pronósticos, ya se sostiene con bastón y sueña con regresar al aire pronto. “Es un milagro y tengo más capítulos que escribir en mi vida”, afirmó.
En noviembre del año pasado, una noticia sacudió a buena parte de la comunidad local: Walter Vera, uno de los locutores más reconocidos de la ciudad había sufrido un gravísimo accidente mientras realizaba la cobertura de la Doble San Francisco - Miramar. Durante varios días, el pronóstico fue reservado y la incertidumbre era total.
Siete meses después, Walter se prepara para volver a hacer lo que más ama: sentarse frente a un micrófono. Si su salud lo permite, su regreso al estudio sería en junio o julio. “Las ganas las tengo intactas. Necesito volver, también por una cuestión de salud mental”, comentó con LA VOZ DE SAN JUSTO. Todavía se apoya en un bastón, pero los médicos ya le anticiparon que pronto podrá dejarlo. En ese paso, simboliza mucho más que una recuperación física: es también una victoria emocional y espiritual, nacida del esfuerzo diario, de una fe inquebrantable y de una red de afectos que nunca lo soltó.
El accidente
Todo ocurrió el 13 de noviembre, cuando Walter viajaba para realizar una cobertura. En un tramo de la ruta, se cruzó un animal y al tratar de esquivarlo, el auto en el que iba volcó varias veces. “Sentía que mi cabeza chocaba por todos lados”, recordó. A pesar de la violencia del impacto, no tuvo lesiones en el cráneo. “Me hicieron miles de tomografías, y no tenía nada, pero yo sentía que me golpeaba constantemente”, detalló Vera.
La lista de heridas fue extensa y preocupante: desplazamiento de pelvis con una diferencia de casi 4 centímetros, quebradura de sacro, fisuras en la segunda y tercera vértebra, aplastamiento de la quinta, varias costillas fracturadas. Fue sometido a dos cirugías, primero para alinear la pelvis con tutores externos y luego para colocarle una prótesis con seis clavos. “Estuve casi dos meses postrado, con las piernas abiertas, sin poder cerrarlas por la prótesis, esos dos meses no se los deseo a nadie”, describió. A eso se sumó una fístula postquirúrgica que requirió curaciones diarias.
A pesar de todo, Walter nunca perdió la esperanza. “Cuando me dieron el alta del hospital, le pregunté al traumatólogo cuánto iba a tardar en caminar. Me dijo que mínimo siete meses. A los cinco, ya estaba con andador, y ahora con bastón, esto es un milagro para mí”, agregó el locutor radial.
Más allá de lo físico, hubo un momento clave en su recuperación que pasó por lo emocional. “Todo cambió cuando hice un click en la cabeza. Porque psicológicamente uno está mal, dependés de todo el mundo, no podés ni bajarte una pierna, ni higienizarte. Eso te vuelve vulnerable, pero entendí que había algo más por hacer, tenía que estar fuerte para recuperarme”, señaló.
Durante las semanas que pasó en terapia intensiva, Walter se aferró a su fe. “Pensé muchísimo. Si yo sufría ese momento, era porque había un motivo. Dios entiende que todavía tiene algo para conmigo. Por eso acepto el desafío”, sostuvo. En esos días difíciles, cada visita, cada palabra de aliento, fueron fundamentales. “Los médicos, las enfermeras, todos fueron ángeles. No solo conmigo, con todos los que estaban en el Hospital Iturraspe”, añadió.
También tuvo un fuerte acompañamiento familiar. “La primera línea fueron mis hijos, mis hermanos, las personas que uno quiere, que estuvieron ahí siempre”. Y no olvida el respaldo recibido por parte de la empresa y sus compañeros de la radio. “No me quiero olvidar de los directores, Gonzalo, Milena y Coni. Apenas se enteraron, viajaron urgente a Arroyito. Me enteré después que estuvieron siempre, aunque no los dejaban entrar”, destacó.
El deseo de volver
A lo largo de todos estos meses, la radio siguió ocupando un lugar central en su vida, incluso en la distancia. “A veces escucho, a veces no, porque si escucho me dan ganas de salir corriendo. Pero no puedo”, admitió. En este sentido, lo que más extraña, es el día a día en la AM 1050: “El micrófono, mis compañeros, la complicidad con el operador, una mirada en el estudio, el llamado telefónico, los oyentes, extraño todo”.
Aunque todavía queda camino por recorrer, Walter está cada vez más cerca de cumplir su anhelo. Esta semana tiene una consulta médica clave. Si recibe el alta, volverá al aire en junio o julio. “Sé que la recuperación sigue, pero eso lo puedo hacer trabajando también. Soy el más ansioso de todos, pero todavía no puedo dar una fecha en concreto hasta no tener mi alta médica”.
Mientras tanto, continúa con sus rutinas de rehabilitación. “Desde que llegué a casa empecé con ejercicios. Al principio, en la cama, con una quiropráctica que venía todos los días. Hoy me sigo moviendo, me exijo. Porque quiero volver bien”, manifestó Vera.

A lo largo de la charla, Walter insiste en agradecer. A Dios, primero. A los profesionales de la salud, al personal del Hospital Iturraspe, a su familia, a sus amigos, a sus compañeros de trabajo. “Uno de los agradecimientos más importantes es para el Hospital, son ángeles, mis protectores. La tecnología que hay, la atención, la dedicación. La terapia intensiva parecía la NASA”, destacó.
Hoy, al mirar hacia atrás, Walter cree que sobrevivió porque todavía tenía algo más que hacer. “No era momento de cerrar el libro. Evidentemente, Dios quería que haya más capítulos en mi vida”, concluyó. Uno de esos capítulos —tal vez el más esperado— se escribirá en cuanto pueda volver a su casa, Radio San Francisco. Con su voz intacta, con su amor por la radio más firme que nunca y con el deseo de agradecer a través del aire lo que el silencio de la recuperación no pudo decir.