Walter Cejas: “El Parque Nacional Ansenuza le daría un valor agregado a los pueblos que viven del agro”
El biólogo de la UNC que estudia las aves playeras de Ansenuza destacó los beneficios para la región de que la zona se convierta en parque nacional. Ponderó el ecoturismo como una actividad que podría generar una fuente de ingresos genuina para las comunidades regionales.
Para el biólogo Walter Cejas, lograr la creación de Parque Nacional Ansenuza no sólo garantiza la conservación de la biodiversidad del lugar sino que abre un nuevo horizonte para las comunidades de la región: el ecoturismo como fuente de ingresos alternativa a la actividad agropecuaria.
En una entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO, también admitió que es posible que este entorno natural conviva con lo productivo de manera sustentable. En este sentido destacó el trabajo que realiza Parques Nacionales de la Región Centro con las comunidades campesinas en pos de poder seguir trabajando las tierras garantizando la conservación del ambiente.
Cejas trabaja en el museo de Zoología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y en el área de Ecoturismo de la Agencia Córdoba Turismo. Es oriundo de la ciudad de Córdoba pero desde julio del año pasado residen en la zona rural de Miramar de Ansenuza donde estudia as aves playeras como tema de su tesis de doctorado en Ciencias Biológicas de la mencionada casa de altos estudios
Conservar la biodiversidad
Para el biólogo, el proyecto que impulsa la provincia de Córdoba junto con organizaciones ambientalistas y la Administración de Parques Nacionales "no es sólo es una medida de protección legal para conservar la biodiversidad de aves, sino también de otros muchos grupos de animales, plantas y recursos arqueológicos y antropológicos que contiene la laguna Mar Chiquita".
"El patrimonio natural y cultural de la región de Ansenuza es muy importante. En particular la cantidad de seres vivos que habitan en ella, especialmente en las regiones donde se desembocan los ríos, donde se mezcla el agua dulce de los ríos con el agua salada crean ambientes con condiciones particulares llamadas ´ecotono´, un ecosistema distinto al meramente salado de la laguna y dulce del río",
Cabe señalar que la laguna de Mar Chiquita y los Bañados del Río Dulce son un enorme humedal, de alrededor de un millón de hectáreas, donde solo el lago salado ronda las 600.000.
Tres de las seis especies de flamencos que hay en el mundo, se pueden ver en Mar Chiquita. El flamenco austral, la especie más abundante, cuenta con poblaciones de hasta 350 mil individuos
El área de la laguna de Mar Chiquita y los bañados del Río Dulce fueron declarados Reserva Provincial de Uso Múltiple en 1994 y Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar en 2002, por la riqueza de su biodiversidad en el ecosistema.
Ecoturismo: otro
ingreso genuino para los
pueblos
Por otro lado, el biólogo de la UNC reconoció que como sucede en todo el mundo, el ecoturismo va en aumento en la región de Ansenuza. "Ser parque nacional le daría un valor agregado tanto a nivel regional para los pueblos que viven del agro, como a nivel mundial".
En este sentido, precisó que "los ecoturistas, fotógrafos de naturaleza u observadores de aves eligen en primer lugar los parques nacionales como destino de viaje. Sudamérica es el destino exótico para la mayoría de los europeos, asiáticos y norteamericanos y en América del Sur tenemos un tercio de toda la diversidad de aves mundial, un 10% en la Argentina y una gran parte en Ansenuza".
Para Cejas, "las ciudades están creciendo a un ritmo desmesurado y eso hace que haya cada vez menos espacios verdes en las grandes urbes y la gente necesita por una cuestión natural, aire libre y eso se ve a nivel mundial la cantidad de gente que elige salir al campo a hacer caminatas, observar aves o respirar aire puro arriba de una montaña".
"Quienes tienen alto poder adquisitivo viajan a otros lugares en busca de esto, por lo que el ecoturismo sería una fuente de ingresos genuinos muy importante para el desarrollo de las comunidades regionales", ponderó.
El biólogo comentó que "hay jóvenes que terminan el secundario y no saben que estudiar o abandonan el campo y se van a vivir a la ciudad y no son consciente del potencial por desconocer la biodiversidad que alberga la zona y que a futuro puede ser la posibilidad de tener una cabaña, un hotel rústico, restaurante o cualquier negocio vinculado al turismo".
Altos Chipión, el pionero
Desde la Agencia Córdoba Turismo, Cejas trabaja junto a diferentes municipios de la provincia en materia de ecoturismo. En este sentido dijo que "Altos de Chipión está haciendo punta en el desarrollo del ecoturismo en la región de Ansenuza". De hecho, recientemente fue sede del Primer Festival Internacional de Aves Playeras.
"Es un lugar muy poco conocido pero con un potencial muy grande para desarrollar el ecoturismo porque no hay turismo masivo como en otras localidades de la zona. No hay ruido de boliches ni tantas motocicletas, tienen el río cerca para hacer actividades tales como excursiones en kayaks o canoas, un turismo menos invasivo", puntualizó.
"Además tienen lagunas muy cerca, está rodeado de monte nativo y cuenta con potenciales naturales cercanos a campos de cultivos que crean un ambiente muy heterogéneo", añadió.
Producir en tierras de parque nacional
Mar Chiquita es la laguna salada más grande de Sudamérica y el quinto lago salado más grande del mundo.
"Es muy particular porque con sus bajantes y crecidas especialmente del Río Dulce que trae muchos sedimentos muy ricos en materia orgánica e inorgánica que le aportan al suelo del norte de la laguna una gran cantidad de riquezas, especiales no sólo para las aves sino también para el ganado vacuno", explicó Cejas.
"Muchas comunidades ofrecen resistencia cuando se habla de parque nacional porque creen que no se puede usar más la tierra y ahí debe entrar la capacitación, la buena gestión, lo que se llama la "buena gobernanza" por parte de las autoridades y de Parques Nacionales, que en los últimos años ha cambiado mucho su mirada e incluye a pueblos originarios y el respeto por el patrimonio tangible e intangible" de las comunidades locales, sostuvo.
En este sentido destacó que es viable que este entorno natural conviva con las actividades productivas de la zona.
"En el sector norte se lleva a cabo lo que se llama trashumancia (se define como un tipo de pastoreo en continuo movimiento, adaptándose en el espacio a zonas de productividad cambiante). Cuando la zona se inunda, se llevan el ganado hacia otro lugar más alto y cuando bajan las aguas, el pasto crece mucho más rico por lo que vuelven a llevar al ganado a pastar", explicó el biólogo.
De hecho comentó que "desde Parques Nacionales están trabajando con el movimiento campesino del norte de Córdoba para crear una zona de amortiguamiento denominada Reserva Nacional, de modo tal que puedan seguir trabajando las tierras privadas pero con la supervisión técnica de Parques Nacionales para garantizar la conservación del ecosistema". Algo similar propone el movimiento campesino proponiendo una "reserva natural campesina" en esa zona
"Se terminará la caza y pesca furtiva, pero sí pueden seguir trabajando la tierra con ganadería trashumante", añadió Cejas.
Asimismo valoró la importancia de respetar las comunidades locales "siendo que muchas de las personas que allí viven conocen muy bien el ritmo de la naturaleza, cuando florecen las plantas, que insectos van a polinizar y esos que antes eran cazadores o pescadores furtivos, a través de planes educativos y capacitaciones provinciales pueden reconvertirse en guardaparques o permitir a los jóvenes una formación académica a futuro".
Por otra parte convocó a los productores a investigar e interesarse por la producción agroecológica asegurando que quienes lo hacen "siempre ganan".
Valor paisajístico y turismo educativo
Otra de las ventajas que pondera la creación del Parque Nacional Ansenuza es su valor paisajístico. Sumado a ello, la conciencia ambiental que hay por parte de docentes.
Al respecto, el biólogo de la UNC precisó que "en el caso de Mar Chiquita radica en mirar hacia la laguna y no ver un límite, no ver la costa del otro lado en gran parte de la laguna y te da la sensación de que estás en el mar.
"En los últimos años aumentó mucho el turismo educativo en la región de Ansenuza no sólo porque se hable de Parque Nacional, sino porque hay muchos fotógrafos que comparten fotos de aves en las redes y desde la UNC estamos dando charlas y cursos de capacitación a docentes para difundir las riquezas de la región", sostuvo.
"La observación de aves pasa a ser un motivo más para llevar a las aulas el valor de protegerlas", concluyó.