Cultura
Voces de la Tierra: viaje fotográfico por la historia y la identidad de Quebracho Herrado
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El proyecto, liderado por el fotógrafo Alberto Silva, transforma los muros del pueblo en una galería a cielo abierto, honrando a sus habitantes más antiguos. Impulsada por la Agencia Córdoba Cultura en colaboración con el municipio, la iniciativa busca rescatar la memoria y fortalecer el arraigo a través de imponentes retratos en blanco y negro.
Las paredes de Quebracho Herrado, una localidad cargada de historia en el departamento San Justo, han comenzado a hablar. Lo hacen a través de los rostros de sus mayores, cuyas miradas y gestos componen "Voces de la Tierra", una muestra fotográfica que convierte el paisaje cotidiano en un emotivo museo al aire libre. Impulsado por la Agencia Córdoba Cultura y liderado por el fotógrafo Alberto Silva, este proyecto cultural se propone visibilizar la identidad profunda de los pueblos del interior cordobés, generando un puente entre el pasado y el presente.
La iniciativa, que ya ha pasado por localidades como Charbonier y Tinoco, consiste en la instalación de gigantografías con retratos de vecinos significativos en las fachadas de casas y edificios públicos. En Quebracho Herrado, el proyecto cobró vida en el mes de agosto en el marco de las fiestas patronales en honor a San Roque, sorprendiendo a los habitantes con imágenes que evocan un fuerte sentimiento de pertenencia y orgullo.
Cómo nació "Voces de la Tierra"
La génesis del proyecto es tan personal como su resultado. Para Alberto Silva, la idea es invertir el flujo cultural habitual. En lugar de llevar propuestas desde la ciudad hacia los pueblos, busca que "cada pueblo genere su propia historia, de tal manera que se genere a sí mismo, algo que compartir, que hablar, porque esto después va a ser llevado a la ciudad".
El propósito es claro: conectar con la gente, con lo cotidiano, y encontrar en cada comunidad "la raíz, la metáfora que lo identifique". Para ello, Silva se instala durante un mes en cada localidad, dialogando con los vecinos, entrevistándolos y buscando retratar no solo a una persona, sino una historia que resuene en la comunidad.
La colaboración con el municipio fue fundamental. Luis Chiantore, director de Cultura de Quebracho Herrado, vio en esta propuesta una oportunidad única para el rescate de la identidad local. El proceso de selección de los protagonistas se realizó en conjunto: el municipio propuso una lista de 20 personas consideradas relevantes y Silva, a través de la conversación y el encuentro, definía quiénes formarían parte de la muestra. El criterio, según Chiantore, era claro: elegir a personas que "cualquiera que lo ve, o hasta los niños, o hasta los más chicos, los reconocen porque les contaron sus abuelos, o porque saben que es tal de verlo todos los dìas”.
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La importancia de honrar la memoria
"Voces de la Tierra" es un homenaje a quienes han forjado la historia del pueblo. Chiantore describe a los mayores como "la biblioteca de nuestra historia", un testimonio vivo que el proyecto busca preservar. Para los protagonistas, verse inmortalizados en las paredes de su propio pueblo fue una experiencia conmovedora. Despertar y encontrar gigantografías de ellos mismos, de sus amigos y de sus abuelos generó, en palabras de Silva, "un orgullo que sienten, digamos, es indescriptible".
El impacto va más allá de lo emocional. El proyecto otorga a los mayores una "efímera inmortalidad al verse retratado", insuflando una "chispa de vida" en comunidades donde a menudo la población más joven migra. Las imágenes se convierten en un acto de resistencia contra el olvido.
Un caso emblemático fue el de Oscar “Cacho” Peretti, un panadero jubilado que, a pesar de tener su negocio cerrado y vacío, cada mañana abre las persianas y por la noche las cierra, en un ritual que mantiene vivo su oficio. Silva logró fotografiarlo en un encuentro casual, capturando una de las historias más singulares de Quebracho Herrado.
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La fotografía como puente generacional
La exposición de las trece gigantografías, que suman un total de 39 metros cuadrados de fotografía, se integró a la vida del pueblo durante las celebraciones patronales, siguiendo el recorrido de la procesión. Esta intervención artística no solo embelleció el paisaje, sino que propuso una reflexión sobre las raíces y el valor de permanecer.
Tras la exhibición inicial, las fotografías no serán guardadas. Según Chiantore, si bien ya fueron retiradas de las paredes exteriores, se han instalado en paneles en el salón cultural para que sigan siendo parte del patrimonio local. Además, se planea volver a exponerlas en el exterior para el aniversario de la batalla de Quebracho Herrado, el próximo 28 de noviembre.
El futuro del proyecto es ambicioso. Silva aspira a compilar todo el material en una gran muestra en un museo de la ciudad de Córdoba y, eventualmente, en un libro. El objetivo es dar a conocer la existencia y la riqueza de estos pueblos que, como Quebracho Herrado, a menudo permanecen desconocidos para el resto de la provincia. La idea, concluye, es "sorprender con algo distinto. El interior llega a Córdoba para que lo conozcan".
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La fotografía como arte, memoria y conexión
Para Alberto Silva, la cámara es mucho más que una herramienta; es un pretexto para el encuentro. Su filosofía de trabajo en "Voces de la Tierra" se aleja del retrato tradicional para sumergirse en una búsqueda de la esencia y la historia detrás de cada rostro. "Lo que yo hago es tratar de conectarme con la gente, con la cosa cotidiana, con gente que ha sido relevante en algún momento en la comunidad", explica. Este proceso no es apresurado; implica una inmersión total que a veces incluye filmar entrevistas de 5 a 8 minutos cuando el relato de la persona es particularmente interesante. Es a partir de ese diálogo genuino que decide a quién y cómo fotografiar.
La decisión de transformar sus retratos en gigantografías monumentales -13 fotos que en total suman 39 metros cuadrados- es una declaración de principios. Al sacarlas de la galería y pegarlas en las paredes del pueblo, el arte ocupa el espacio público y cotidiano. "Lo que pasa es que uno lo ve puesto en una pared de un edificio y parece que es una fotito 4x4. Porque no tiene marco, porque tampoco tiene referencia, porque está en la vida libre", reflexiona Silva sobre la percepción de la escala. Esta intervención busca romper la monotonía y obligar al espectador a mirar su entorno y a su gente de una manera diferente.
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Silva no trabaja solo. En su entrevista, insiste en nombrar a su equipo: Carlos Díaz, fotógrafo con amplios conocimientos de pintura y escultura, y Leyla Soria, la community manager que asegura la visibilidad del proyecto en redes sociales como Instagram y Facebook, bajo el nombre "Voces de la Tierra". Juntos, combinan la sensibilidad histórica con la pericia técnica para llevar adelante la iniciativa.
Quizás lo más revelador es lo que Silva admite que no puede capturar con su lente: el orgullo indescriptible de los vecinos al verse a sí mismos y a sus seres queridos en las paredes. "Eso es algo que yo no lo puedo fotografiar, por ejemplo. Sí, sí, porque es la gente que se ve a sí mismo y de golpe también sentirse que es...". En ese instante, su trabajo trasciende la imagen y se convierte en un catalizador de emociones, un acto que devuelve a la comunidad un reflejo magnificado de su propia dignidad e historia, convirtiendo la fotografía en un poderoso eslabón entre el pasado, el presente y las futuras generaciones.
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Los personajes que quedaron
Cada rostro cuenta una historia. Los retratos íntimos en blanco y negro del fotógrafo Alberto Silva buscaron capturar la esencia, la dignidad y la sabiduría de las personas que han forjado la identidad de Quebracho Herrado a lo largo de los años. Fueron 13 las personas que quedaron reflejadas en las paredes de la localidad:
- Alberto Boschetto
- Amanda Francisca Yensen
- Andrés Miguel Noé Álvarez
- Ángel Modesto Mensa
- Daniel Rodolfo Cerino
- Horacio Alfredo Domingo Salvai
- Juan Norberto Saucedo
- Mirta Espínola
- Miguel Ángel Tosco
- Oscar “Cacho” Peretti
- Raúl Víctor Machado
- Rosa Emilia Biraghi
- Stella Maris Oliva