Viviendas de Cáritas: por ahora, el plan no se ejecutará en San Francisco, sí en la región
La Iglesia local presentó un nuevo proyecto, menos exigente que el inicial, que contempla entre 80 y 90 casas mediante el sistema de autoconstrucción. Ahora aguarda la aprobación del Gobierno nacional.
La Diócesis de San Francisco de la Iglesia Católica finalmente continuará con el plan de construcción de viviendas impulsado a través de Cáritas Argentina, pero con algunas modificaciones a la iniciativa original que preveía 200 casas en la zona sur de la ciudad, aunque eran casi 400 en todo el departamento San Justo sumando a otras localidades.
La crisis económica profundizada por la pandemia obligó a barajar y dar de nuevo y en esa reformulación del proyecto inicial, por ahora, San Francisco queda afuera. El plan sí seguirá en parroquias más pequeñas donde se pretende construir entre 80 y 90 viviendas: Seeber, Marull y Miramar, localidades elegidas por estar en la misma línea geográfica, lo que agilizará todo el proceso de autoconstrucción que demanda recursos humanos para acompañar a las familias.
En los últimos días, la Diócesis local presentó el nuevo proyecto a través de Cáritas diocesana en el marco de un convenio firmado con el Ministerio de Planificación del gobierno nacional que prometió distribuir fondos para construir, en principio, 1.200 viviendas en el país.
El objetivos es ser parte de esa cifra y para ello, el plan deberá ser aprobado por el Estado. No se manejan aún plazos concretos en ese sentido, pero la entidad religiosa confía que salga este año.
"Las situaciones cambiaron, la realidad hoy es otra, pero lo que nunca cambió es el corazón de este proyecto: tenderle la mano a quien más lo necesita logrando que quienes no puedan acceder al techo propio, lo hagan, y que además eso sea parte de un proceso de construcción de comunidad y aprendizaje del oficio", dijo a LA VOZ DE SAN JUSTO el titular de Cáritas San Francisco, Emilio Amé.
¿Qué pasará con el terreno?
Consultado sobre cuál será el futuro del terreno de ocho hectáreas ubicado al sudeste de la ciudad, lindante al predio de las 432 viviendas del Procrear, que el municipio de San Francisco le cedió en 2012 a Cáritas con el compromiso de dotarlo de servicios para que allí se edificaran las viviendas, Amé explicó que seguirá a disposición de la diócesis pero aclaró que de ser requerido, se "devolverá".
"El terreno fue cedido pero eso no significa que seamos los 'dueños'. Entendemos que ante la enorme demanda habitacional que existe, si algún programa estatal requiere de estas tierras, por supuesto serán puestas a disposición del mismo", señaló.
Quiénes podrán acceder
Desde Cáritas ratificaron que el proyecto está destinado a un sector absolutamente vulnerable, familias y personas que de ninguna manera podrían construir su casa.
"Desde el Estado se solicitan una serie de requisitos que deben cumplir quienes accedan al programa. Cáritas elaboró una lista de potenciales adjudicatarios de las casas en base a un trabajo de más de diez años en poblaciones vulnerables, con ingresos muy por debajo de la línea de pobreza. Las familias ya están designadas, no obstante, otras figuran como suplentes ante cualquier inconveniente que pudiera surgir", precisó Amé.
Entre los requisitos está que el ingreso neto mensual del grupo familiar no supere 2 salarios mínimos, vital y móvil. Además, que no tenga ningún inmueble registrado a su nombre así como también no poseer más de dos registros de vehículo automotor.
En 2012 la entidad católica contaba con un padrón con más de 300 aspirantes a las unidades habitacionales, según los archivos de este diario. Luego se reabrió el registro para nuevos adherentes y ya en 2015, alrededor de 1.500 personas figuraban inscriptas para el plan.
Mientras la expectativa crecía en nuestra ciudad, en la región el programa ya se ejecutaba en otras localidades del departamento San Justo donde el programa ya es una realidad con un total de 140 unidades habitacionales distribuidas de la siguiente manera: 20 en Saturnino María Laspiur, 10 en Las Varas, 90 en Las Varillas y 20 en Morteros.
Autoconstrucción para enseñar el oficio
La principal diferencia entre el plan de Cáritas del que anuncian los gobiernos es que en el primer caso, las familias adjudicatarias aportan la mano de obra, por lo que son capacitadas para construir su propia casa, acompañadas por equipos técnicos en un trabajo coordinado entre las distintas instancias institucionales.
De esta manera, y de acuerdo a la modalidad aplicada en otros puntos del país por Cáritas, se utiliza el sistema de autoconstrucción, por lo que cada familia edifica su casa y luego de finalizada paga una pequeña cuota en relación a sus posibilidades. Esta última es otra diferencia: los beneficiarios no surgen de un sorteo sino del análisis socioeconómico realizado por trabajadores sociales.
Así, la autoconstrucción fue mutando hacia una autoconstrucción asistida, ya que el objetico es que las familias que ingresan al plan logren reinsertarse en el mercado laboral y mejorar su situación económica.