Sociedad
Viviana Pedernera: bailar para unir culturas

Con casi cinco décadas de trayectoria, la profesora dirigirá una nueva gira internacional con su ballet Acuarelas Americanas. Hoy domingo, en el Teatrillo Municipal de Arroyito, presentarán la gala del espectáculo que llevarán a Serbia, Croacia y Turquía. La función principal ya tiene localidades agotadas.
Por María Laura Ferrero | LVSJ
Para Viviana Pedernera, la danza no es sólo arte, disciplina o vocación: es un puente entre pueblos. “La cultura une. La música y la danza nos hacen sentir fraternos con los demás”, aseguró la reconocida profesora, quien este domingo presentará en Arroyito el espectáculo que el ballet Acuarelas Americanas llevará por primera vez a Serbia, Croacia y Turquía. Será una nueva escala en una carrera que lleva décadas de entrega a la docencia, al folklore argentino y a la proyección cultural del país en escenarios del mundo.
El aplauso cerrado en el Teatrillo Municipal será la antesala de esa travesía. La función, prevista originalmente para las 17, debió sumar una segunda a las 19 por la alta demanda de entradas. Las butacas agotadas no sorprenden: Pedernera no sólo dejó su huella en Arroyito como fundadora del Ballet y la Escuela Municipal de Danzas, sino que también formó a generaciones enteras de bailarines y bailarinas que hoy continúan su legado o la acompañan en escena.
“Cuando llegué a Arroyito, en 1985, me convocaron del Club Cultural para dar clases de danzas folclóricas. Ahí fundé la academia Los Nativos del Xanaes y, años después, en 1992, presenté el proyecto para crear el ballet municipal. Desde entonces, hasta hace apenas unos años, estuve al frente de ambas instituciones”, recordó.
Aunque actualmente reside en Villa Carlos Paz, su vínculo con Arroyito sigue intacto. “Es una ciudad a la que quiero profundamente. Me siento parte de esa comunidad, sobre todo porque hoy quienes están al frente del ballet y de la escuela municipal son exalumnos míos. El director actual, Federico Ceballos, se formó conmigo”, destacó.

Formar, proyectar, trascender
El recorrido de Viviana Pedernera en la danza no comenzó en los grandes teatros, sino en espacios pequeños donde la pasión hacía el resto. “Empecé en una academia de barrio, de esas donde se corrían los muebles del living para dar clases. Más tarde llegué al Gran Ballet Argentino de Miguel Ángel Tapia, y después cursé la Tecnicatura en el Instituto de Culturas Aborígenes. Ya grande, hice la carrera en la Universidad Nacional del Arte, con mención en folklore y tango”, repasó.
Más allá de la docencia, Pedernera siempre apostó a llevar la danza argentina al mundo. En 1994 encabezó su primera gira internacional con el Ballet Municipal de Arroyito rumbo a Cuba, y cuatro años después, con Acuarelas Americanas, viajaron a Perú, donde una delegación italiana los invitó a presentarse en Europa. “Desde entonces recorrimos países de América Latina como México, Ecuador, Perú, Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil. Y en Europa, principalmente España e Italia”, enumeró.

La nueva gira: un mapa de emociones
La gira que se avecina tiene un sabor especial: será la primera vez que Acuarelas Americanas visite los países de Europa del Este. “Nos pareció una propuesta muy atractiva. No es tan común viajar a estos destinos, y estamos muy ilusionados. Croacia, por ejemplo, tiene playas hermosas y Serbia es un país muy bonito y accesible. Eso también influye en lo que uno puede traer de recuerdo”, comentó.
La delegación está compuesta por 21 personas: 16 bailarines, 4 músicos y Pedernera como directora. Siete de ellos son oriundos de Arroyito, lo que da cuenta de la semilla sembrada por la profesora en esa ciudad. “También nos acompañan dos bailarines de Quebracho Herrado, una bailarina de Las Varillas, dos músicos de Arroyito, uno de Santiago Temple y uno de Cosquín”, detalló.
La convocatoria se realizó a través de redes sociales y por contactos personales. “No es fácil, porque aunque tenemos cubiertos el alojamiento y la comida, los pasajes son un gasto enorme. Por eso seleccionamos a quienes, además de bailar bien, puedan costear el viaje y tengan disponibilidad para ensayar. Lo hacemos todos los domingos durante diez horas”, explicó.

Pensado para emocionar
La propuesta artística que llevarán a Europa combina un recorrido por las regiones más representativas del país: “Comenzamos por el centro, con zambas y otras danzas típicas, luego pasamos al tango, y cerramos con carnavalitos y bailecitos del noroeste. Esa parte siempre gusta mucho por lo alegre y pegadiza de la música”, afirmó Pedernera.
La puesta en escena también presta especial atención al vestuario. “Esta vez llevamos trajes con los colores patrios bordados a mano. Las chaquetillas de los varones están adornadas con flores en celeste y blanco, y el vestido principal de las bailarinas tiene un bordado con flores celestes y una flor amarilla en el centro. Es una manera sutil pero contundente de representar a nuestro país”, detalló con orgullo.
Una experiencia transformadora
La gira no sólo es una oportunidad para difundir la cultura argentina, sino también una vivencia inolvidable para quienes la integran. “Tenemos un grupo muy heterogéneo: desde chicos de 16 años hasta un matrimonio de más de 60. Logramos amalgamar todas esas energías en una fuerza única, y el resultado nos tiene muy conformes”, celebró la directora.
Pedernera está convencida de que la danza, como la música, traspasa fronteras. “En cada festival nos cruzamos con delegaciones de países que ni sabíamos que existían. En el último conocimos artistas de Uzbekistán y Buriatia. Gracias a los traductores del celular, ahora podemos dialogar, pero antes era todo más difícil. Aun así, siempre nos entendimos a través del arte”, relató.
“Cada vez que vamos al exterior nos encontramos con argentinos que se emocionan al ver bailar su música, a escuchar su tierra. Y la gente local también valora mucho nuestras danzas. Volvemos de cada viaje con el corazón lleno y una red de amistades que duran en el tiempo”, concluyó Pedernera.
Porque al final, como ella misma afirma, la danza no sólo forma cuerpos: forma puentes. Y bailar es también una manera de unir culturas.
