Vive en el aire

El instructor Eduardo Fassi aludió a su pasión por la actividad que desarrolla en el Aero Club San Francisco donde dicta cursos a los futuros pilotos.
En esa fantasía de querer volar como los pájaros, un día por invitación de un amigo se subió a un planeador para ganar el cielo. Hizo el correspondiente curso de piloto - en su oficina luce el diploma que lo acredita como tal- y a partir de ahí comenzó a desarrollar esa pasión indescriptible de quedar suspendido en el aire a la voluntad del viento y exhibiendo su destreza conductiva.
La manera más pura de volar según su consideración ya que estos aparatos livianos no tienen motor y sí necesitan ser remontados, cual barrilete, por un avión que luego suelte la soga para que comience la acción y la vivencia única de sostenerse en la altura escuchando solo el sonido del viento.
Eduardo Fassi desde hace más de cuatro décadas practica Vuelo a Vela, deporte que lo llevó a recorrer Europa en diferentes mundiales y lo sigue haciendo en el país a través de los distintos nacionales, un genuino representante del Aero Club San Francisco, institución en la que se desempeña como instructor de la disciplina.
"Empecé en el volovelismo en el año 77, por invitación del padre de un amigo que era piloto -Marcos Nicolini- y siempre me insistía que hiciera el curso, hasta que lo hice y fui la segunda camada de pilotos que se recibió del Aero Club. Teníamos un Cóndor 4, un planeador que era de tela y madera, pero después el Aero Club fue creciendo y consiguiendo naves de fibra de vidrio", expresó acerca de su inicio en la actividad abriendo la amena charla con LA VOZ DE SAN JUSTO.
El placer
de volar
Una manera de experimentar la verdadera sensación de volar, según intentó describir aquello de sostenerse en el aire.
"Es la sensación pura de volar porque no hay motor, el planeador sube si lo conducís sino no, buscando las corrientes de aire ascendentes (las térmicas) para ir tomando altura. Es una vivencia única porque solo se escucha el ruido del viento por la velocidad, un planeador desarrolla 270 kilómetros por hora. Esa sensación de flotar en el aire es difícil de explicar con palabras".
Claro que la duración del vuelo varía según las condiciones climáticas y en el momento de perder altura estos aparatos pueden aterrizar en cualquier lugar plano sin mayores inconvenientes.
"Te cuento que a veces podes no llegar al Aero Club, porque no encontras esas corrientes y te vas al piso en cualquier campo, pero tenemos armados los equipos de apoyo que nos van a buscar con los carros, el rescate se hace rápido", comentó.
"En un buen día se pueden alcanzar los 2000 a 2400 metros de altura o si no llegamos a volar muchos días con techos bajos de 1100 metros. Ya con 300 metros tenes que ir buscando un campo para aterrizar".
"La caída no es abrupta, se trata de un aterrizaje tranquilo, al planeador lo podes aterrizar en lugares muy chicos. Recuerdo que en Europa tuve que meterlo en potreros de 200 metros", completó.
Una actividad que se encargó de aclarar que se puede practicar en determinada época del año.
"Se puede volar durante todo del año, pasa que competitivamente se vuela en verano, el vuelo deportivo empieza en agosto hasta abril que son las temporadas de calor. La térmica se genera por calentamiento del piso hasta que hay algo que desprende ese calor que asciende en forma de remolino. Nosotros buscamos entrar en ese aire ascendente, virar e ir subiendo junto con el aire. Esa es la técnica de vuelo".
"Esta temporada empezó muy buena pero en diciembre el clima comenzó a ponerse muy húmedo, con lluvia, piso mojado, lo que hizo que no se generen buenas condiciones para el vuelo", acotó.
Su actualidad
y los mundiales
Temporada que en la faz competitiva le fue esquiva de acuerdo a su categórica autocrítica.
"Este año el Nacional se hizo en Ceres donde anduve muy mal, no le encuentro el punto de equilibrio del peso y balanceo del planeador que no está rindiendo lo que tiene que rendir. Este aparato hace poco que lo tengo y me está costando ese punto. También hubo en evento en Santa Rosa de La Pampa donde estuvo bastante feo el tiempo", indicó.
Siguiendo con su accionar deportivo, y ante nuestra requisitoria, evocó sus participaciones mundialistas.
"Volé en los mundiales de Hungría en 2010 y Polonia en 2014 y fui de ayudante a Suecia de 2006 y Alemania de 2008. Hermosas experiencias porque se compite con gente que se dedica solamente a esto. Por ejemplo Alemania, Francia tienen equipos nacionales con planeadores bancados por el estado y están entrenando todos los días del año y yendo a campeonatos", recordó.
"Estamos lejos de ese nivel porque no tenes ayuda gubernamental, los costos son muchos y elevados, hay que pensar en alquilar el planeador, casa, auto, inscripción, pagar un remolque, colaboradores, la inscripción que está saliendo algo de 1000 dólares. La verdad que aprovechamos esa época porque hoy es imposible. Ya es costoso a nivel nacional", evaluó.
En otro orden Fassi explicó de qué se trata una competencia de planeadores, trazando una analogía con un rally.
"La gente cree que en los campeonatos gana quien dura más en al aire y no es eso. La competencia dura 15 días con una prueba diaria siempre que se pueda volar si no se suspende. Es un tipo rally, tenemos GPS aeronáuticos que te indican el recorrido a realizar y gana quien lo hace en menos tiempo. Todo ese registro que contiene la computadora luego se lo pasamos a la organización que a base un programa va haciendo la clasificación", ilustró.
Actividad en
el Aero Club
Respecto al movimiento que se desarrolla todos los fines de semana en el Aero Club, señaló: "Sábados y domingos en el Aero Club si el tiempo lo permite volamos, hacemos pruebas deportivas, competimos entre nosotros, porque tenemos un ranking interno donde se suman incluso gente de afuera por lo que somos once planeadores. Vale decir que los que competimos somos 4 o 5 pilotos y los que vuelan en forma deportiva somos más".
Finalmente Fassi aprovechó la ocasión para invitar a quienes lo deseen a sumarse a la actividad, recibiendo su vuelo de bautismo o bien tomando el curso de piloto.
"La gente interesada en la actividad puede llegarse esos días alrededor de las 17 que es el horario que tenemos de regreso y podemos sacarlos a volar. Después en abril- mayo nos dedicamos más a los alumnos, a los bautismos porque es la temporada donde no vamos a afuera".
"En el club tenemos seis planeadores privados y sino los otros cuatro son del club, lo que quiere decir que no necesitas comprarte un planeador para volar, podes volar las aeronaves del club una vez que te recibís".
"Dictamos cursos teórico- prácticos cuya duración son teóricamente 40 remolques, hay gente que al décimo ya está volando sola y hay gente con 80 remolques y no vuela sola. También se exige un psicofísico para hacer el curso", cerró quien enseña y disfruta de la actividad paseando por el cielo, sintiendo la sensación del vuelo libre, en rigor de verdad, lo más parecido al vuelo de los pájaros.

