Valorarse a sí misma, la clave para evitar el síndrome del ama de casa
En el Día de la Mujer recordamos a estas trabajadoras que pueden sufrir este síndrome que ocasiona una serie de problemas físicos y psíquicos que abarcan desde la migraña, dolores musculares hasta la depresión, o trastornos de ansiedad, entre otros.
"¡Qué suerte tenés de estar cómoda en tu casa!", "Ahhh, pero vos no trabajás, sos ama de casa", son frases que frecuentemente escuchamos y suelen despertar rechazo porque en realidad, la mujer que decide dedicarse a las labores del hogar, enfrenta un arduo y desgastante trabajo que no es reconocido, en el que la rutina, la falta de agradecimiento y la desvalorización, suelen ser comunes.
Hoy es el Día de la Mujer y recordamos también a estas trabajadoras, millones de mujeres en el mundo. Muchas de ellas padecen sin saberlo el síndrome de ama de casa, una serie de trastornos físicos y psíquicos que abarcan desde la migraña, dolores musculares hasta la depresión, o trastornos de ansiedad, entre otros.
La médica psiquiatra Lilian Kazepis (MP-29232; MN-103983) de la Clínica de Psiquiatría de nuestra ciudad, explicó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que el núcleo del problema radica en la falta de valoración de la mujer, de los otros hacia ella, "pero lo más grave o desencadenante de este malestar es no valorarse a sí misma y hacer las cosas sólo pensando en los demás".
¿Qué hacer para estar mejor y prevenir este síndrome?. La doctora Kazepis resumió el consejo en una frase: "busca lo que encienda tu alma", que en definitiva tiene que ver con quererse a una misma.
"La mujer ama de casa debería incorporar actividades que la hagan sentirse cómoda y satisfecha consigo misma, tratar de disminuir el trabajo de la casa, asignando actividades a los hijos que ya estén en edad de contribuir, aun en una mínima parte, evitar la auto exigencia, aceptar sus propios límites, revisar constantemente la autoestima y trabajar en ella", aseguró la psiquiatra.
Agregó que deberían evitarse frases como: "A nadie le importo", "No soy buena para nada" o "Hasta el perro es más importante que yo" y "Tomar conciencia, regular el ritmo de trabajo, buscar ayuda o bajar el nivel de autoexigencia. Además de evitar hacer siempre las mismas cosas y a la misma hora".
Realizarse fuera del hogar
Según la doctora Kazepis es fundamental "realizarse de forma personal, profesional y productiva, de ser posible, fuera del hogar aunque sea por algunas horas. Esto servirá para la autoestima, para adquirir seguridad en si misma, para volverse autosuficiente e independiente, tanto a nivel económico como emocional".
También consideró imporante expresar los pensamientos o sentimientos y buscar tiempo libre para realizar alguna tarea que sea del agrado como leer, escribir, ejercicio físico, o estudiar; "esas actividades pueden convertirse en un aliciente".
Consecuencias en la mente y el físico
Los trastornos psíquicos que provoca este síndrome pueden ser muy variados, porque no es que sea un causante de uno en particular. "Las situaciones de realizar tareas de forma rutinarias, poco valoradas, puede llevar a desencadenar lo más visible y es común un cansancio desmedido, tristeza que no es lo mismo que depresión, sino una emoción que se siente por algunas de la situaciones que vive en la casa que lleva a esto o la frustración por no llegar a todo lo que había planificado", dijo la psiquiatra.
Estos sentimientos: tristeza, frustración, enojo, mas cansancio, entre otras cosas, pueden llevar a desencadenar muchos trastornos psíquicos, los más comunes son los que entran dentro de los trastornos del ánimo y de ansiedad, como también adicciones.
En los trastornos del ánimo, el más frecuente es el trastorno depresivo. La doctora Kazepis dijo que cuando hay depresión el estado de ánimo "es persistentemente triste, ansioso o vacío, que en muchas ocasiones va acompañado de descuido físico. Sentimientos de desesperanza y pesimismo Sentimientos de culpa, inutilidad e incapacidad. Pérdida de interés o de placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban. Insomnio o hiperinsomnio, ( falta de sueño o mucho sueño) Disminución de energía, inquietud e irritabilidad, dificultades para tomar decisiones hasta ideas de muerte".
Señales de ansiedad
En tanto agregó que los síntomas de un trastorno de ansiedad son "una vivencia de temor a algo difuso, vago, inconcreto, indefinido que, a diferencia del miedo, tiene una referencia explícita. Se podría decir que el miedo es un temor a un objeto, mientras que la ansiedad es un temor impreciso carente de objeto exterior".
De esta manera se pueden experimentar señales como inquietud interior, tensión muscular, permanente estado de alerta, preocupaciones, miedos, irritabilidad, impaciencia, irascibilidad, estado de alteración, temor a la muerte a la locura o a perder el control. En el cuerpo se pueden presentar quejas somáticas como palpitaciones, opresión precordial, sequedad de boca, hipersudoración, dificultad respiratoria, escalofríos, oleadas de calor y de frío, manos sudorosas, sensación de mareo o vértigo, alteraciones gastrointestinales.
El peligro de las adicciones
Además de las dolencias propias del ama de casa, su situación familiar, personal y social provoca que muchas mujeres recurran a las drogas y al juego para escapar de su hastiada vida cotidiana, cayendo en fuertes adicciones.
"Muchas mujeres beben de forma continua en su casa, a causa de su insatisfacción personal y por el hecho de sentirse poco valoradas, ignoradas e invisibles. Suelen esconder su alcoholismo y solo cuando llegan a una crisis importante su familia se da cuenta de la situación. Así mismo, está demostrado cuando la mujer se transforma en fumadora habitual, lo hace de forma compulsiva, generalmente con el fin de paliar otras necesidades", advirtió la psiquiatra.
Alañadió que de igual modo, "es frecuente el consumo de psicofármacos de forma compulsiva, para dormir y escaparse de su realidad, o ansiolíticos para animarse. La ludopatía también es un problema frecuente, muchas amas de casa encuentran en el juego la compensación a su frustración e insatisfacción".
Otro trastorno muy común entre las amas de casa de una cierta edad es el Síndrome del nido vacío; así se describe la etapa, en la cual, la mujer que ha dedicado la vida a educar, y cuidar hijas e hijos sin un proyecto propio de vida, sino dedicándose a los demás, y haciendo suyos los problemas de los demás.
Todo este malestar psíquico, hace que el cuerpo también comience hablar con síntomas variados, todo esto por supuesto depende de la predisposición que tenga a sufrir determinadas enfermedades.