Valorar la sabiduría de los abuelos, una forma de construir la sociedad
"Más sabe el diablo por viejo, que por diablo", decía la abuela, después de transmitir su experiencia a su nieta sobre amores y las relaciones con amigos. Actualmente vivimos tiempos apurados, en los que los "grandes" ya no son valorados o considerados como hace años.
Hoy muchos adultos mayores envejecen en
soledad, dejados de lado por una sociedad que rinde culto a lo joven
y bello. Sin embargo, estos jóvenes, olvidan que un día ellos
también envejecerán y sobre todo se pierden los beneficios de la
sabiduría que los abuelos pueden transmitirles para ayudarlos en el
camino de la vida.
Por eso, compartir más tiempo con nuestros padres y abuelos, que son grandes maestros, es un recurso valioso para construir una sociedad más sana.
LA VOZ DE SAN JUSTO analizó este importante tema con la licenciada en Psicología, Virginia Fornero (MP-6837) quien afirmó que las "palabras dichas con el peso de la sabiduría son palabras serias, palabras mayores".
"Muchas veces escuchamos una y otra vez las historias de los abuelos, sin valorar que detrás de ellas hay un bagaje de saberes cargado con el paso de los años y la tradición familiar -advirtió la licenciada-. A través de sus propias historias y de sus consejos nos aportan sentido común, serenidad y, por sobre todo, perspectiva. Una vez leí, no recuerdo dónde que 'envejecer es como escalar una montaña, mientras más subimos, menos fuerza tenemos, pero la vista es más amplia, libre, panorámica y serena'".
¿De dónde rescatan ellos esa sabiduría?. El simple hecho de haber transitado varias décadas les brinda sabiduría. "Además del tiempo, esa sabiduría viene de la experiencia de su propia vida, el aprendizaje y la enseñanza que les da el haberse equivocado. Sin duda que también ellos habrán aprendido de sus propios padres y abuelos, así que sus palabras taren consigo el peso de toda una tradición familiar", afirmó Fornero.
Los beneficios de conversar con mayores
Son grandes historiadores, cronistas de generaciones, intérpretes, "coaches", asesores financieros y, por si fuera poco, además cuentan con el don de la intuición. Estos son algunos de los valiosos beneficios de pasar tiempo con los abuelos.
"Son narradores de historias por excelencia, favorecen el desarrollo de nuestra imaginación con sus cuentos y narraciones, también pueden darnos una versión sensata de los acontecimientos, sin estar contaminado por la pasión o las emociones del momento", destacó la licenciada Fornero.
Agregó que además "son maestros del aprendizaje emocional, nos ayudan a lidiar con problemas interpersonales sin precipitarse. La experiencia de los adultos puede ser un buen complemento del saber académico de los más jóvenes, a la hora de tomar decisiones financieras o laborales por ejemplo. Pueden trasmitirnos el conocimiento generacional de nuestras raíces".
La psicóloga dijo que también "pueden aportarnos el conocimiento invaluable de los oficios tradicionales, esos que fueron desapareciendo casi sin darnos cuenta por el avance de la tecnología".
Grandes sabios
Fornero afirmó que actualmente "la forma de vida hace que el conocimiento se vuelva obsoleto rápidamente y que las decisiones se centren en valores como el consumismo y la productividad. Actualmente hay un exceso de información, que no necesariamente implica mayor conocimiento y un exceso de objetos que se ofertan para reemplazar a los que ya funcionan perfectamente. Hay una especie de culto a lo joven, lo nuevo, lo bello".
"Creo que hoy en día nuestros abuelos son aquellos sabios que pueden decirnos con claridad que no deberíamos preocuparnos tanto por ese ascenso laboral sino enfocarnos en nuestros hijos, amigos, otros significativos, o que no es necesario trabajar tan duro para conseguir tal o cual automóvil sino que aprendamos a valorar las pequeñas cosas que ya tenemos en la vida", remarcó la psicóloga.
Recordó que los adultos mayores "más que nadie saben que cuando el tiempo se convierte en el recurso más escaso, las prioridades cambian, y ni el dinero, ni la mejor casa, el mejor auto valen la pena si no cultivamos amor y ternura en nuestros seres queridos".
"Pero más allá de las enseñanzas sobre el valor de la vida que pueden darnos, no debemos olvidarnos que fueron ellos quienes nos han ayudado cuidar de nuestros hijos, nos han apoyado económicamente o nos han incentivado a concretar nuestras metas y proyectos, muchas veces dejando en un segundo plano los de ellos mismos", finalizó.