Una maestra le escribió al ratón Pérez para que una niña tenga su recompensa
El gesto de la docente no solo logró contener a Paulina, que se mostraba muy preocupada luego de haber perdido su diente en la escuela, sino que le permitió conservar la inocencia infantil tan necesaria en esta etapa de su vida.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
La magia que se crea en torno a la figura del Ratón Pérez en diferentes países del mundo tiene escasa comparación con algún otro personaje tan entrañable, sobre todo para los más pequeños.
De hecho, forma parte de una tradición cultural transmitida de generación en generación desde fines del siglo XIX a partir del aporte del escritor, periodista y jesuita español Luis Coloma, a quien se le atribuye la invención de este personaje fantástico luego de escribir un cuento para el futuro rey Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años y al que se le cayó un diente.
Desde entonces, niños con edades comprendidas entre los 5 y los 10 u 11 años, han repetido esta costumbre de depositar sus piezas dentales debajo de la almohada para ser "premiados" por este personaje con algún pequeño regalo o alguna moneda.
Pero ¿qué ocurre cuando no hay diente para dejar al Ratón Pérez?, ¿cómo compensar la ilusión de ese niño o niña que habiendo experimentado la caída de un diente no puede brindarlo como ofrenda a este simpático personaje porque lo extravió?
Estas situaciones son más comunes de lo que se piensa, sobre todo cuando la caída de un diente ocurre en momentos impensados.
Esto mismo le sucedió a la pequeña Paulina Bargas, una niña de 6 años de San Francisco, que concurre a segundo grado en la Escuela Marina Fava de Esteban. Hacía apenas cinco días que el ratón Pérez la había visitado por un diente que se le había caído y la había premiado dejando un billete bajo su almohada y todavía le duraba la alegría ya que pensaba que pronto iba a recibir una nueva recompensa porque un segundo diente estaba apenas sujeto en su pequeña boca a la espera de caerse de un momento para el otro.
Precisamente, como ocurre con tantos otros niños, el momento de la caída del diente ocurrió mientras Paulina se encontraba en la escuela y nunca advirtió lo que le había ocurrido hasta que fue demasiado tarde. Al notar que en su boca se asomaba un pequeño hueco donde antes estaba su diente se preocupó y empezó a buscarlo, aunque sin éxito.
Intervención salvadora
En ese momento se sintió muy triste y cuando eso sucede en una escuela siempre hay algún docente dispuesto a calmar la angustia de los pequeños.
Marcela Lencinas es la maestra de Paulina, trabaja como docente hace 12 años y hace 5 que se desempeña en los grados más bajos lo cual le confiere gran experiencia en tratar con niños pequeños.
El viernes notó que Paulina estaba llorando porque había 'perdido' su diente y eso la llevaba a pensar que el pequeño roedor mágico no iba a traerle su esperada recompensa.
La docente explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO que "como ocurre en estos casos traté de calmarla y le dije que, si ella quería, yo podía escribir una carta al 'ratón Pérez' explicándole que había perdido el diente y de esa manera le traiga el dinero que estaba esperando. En ese momento, junto con la señorita Naty, la otra docente, nos pusimos a escribir lo que finalmente Paulina recibió y le dejó como prueba del diente al 'ratón Pérez'".
De esta manera, la maestra de Paulina obró como una especie de escribana que daba fe que a la pequeña se le había salido un diente y que se había extraviado, lo que sin dudas funcionó porque "logró calmarla y se fue muy contenta con su carta".
Además, expresó que en este caso "me pareció importante colaborar para que 'Pauli' conserve la ilusión. Creo que eso forma parte de la tarea de acompañarlos en cada momento de sus vidas. En este caso creí que el hecho de que se le salga un diente era algo que ella debía disfrutar con mucha ilusión y estoy muy contenta de haber podido colaborar para que eso haya ocurrido".
¿Qué decía la carta?
En la carta dirigida al 'ratón Pérez' la docente había escrito lo siguiente: "Querido Ratón Pérez: Yo, seño Marce, certifico que la niña Paulina Bargas se le ha caído un diente el día jueves 21 de abril. Espero que esta información sirva ya que Pauli dejará esta nota como prueba debajo de su almohada. ¡Saludos!
Al día siguiente, lo primero que hizo la 'seño Marce' fue preguntarle a Paulina si había pasado el 'ratón Pérez' por su casa y como respuesta recibió una gran sonrisa en la cual se advertía la falta de su pequeño diente, pero además una gran satisfacción cuando dijo: 'Sí, seño, pasó el Ratón Pérez' y de inmediato le dio un abrazo de agradecimiento.
En este caso la docente explicó que "la historia terminó con un final feliz y eso nos pone a todos muy contentos".
En su relato, la docente recordó que "me pasó muchísimas veces" tener que afrontar casos como los de Paulina y cuando pasa eso allí está ella para brindar apoyo y contención como le ocurrió a esta pequeña.
La niña conserva la carta que su "seño" le escribió al ratón Pérez.
La reacción en su hogar
Al enterarse de lo sucedido en la escuela, los padres de Paulina, Franco y Laura, se mostraron muy agradecidos por la actitud de la maestra de su hija gracias a lo cual su pequeña pudo recuperar la alegría.
En este caso, Franco explicó que "cuando fuimos a buscar a 'Pauli' a la escuela, ella salió junto a otra amiguita muy revolucionada porque había perdido su diente".
Es importante señalar que este es el sexto diente que se le cae a Paulina quien los tiene contados a todos y además conserva los restantes cinco como testimonio de su crecimiento.
"Paulina contó que buscaron el diente en la escuela pero no lo encontraron y entonces habló con la señorita que le hizo esa carta para que le sirva como muestra de que tenía el diente y lo había perdido".
Cuando llegó el momento de ir a dormir, Franco contó que "Pauli puso la carta de la señorita en el mismo lugar donde pone cada uno de los dientes cuando se le caen, acompañada de un ratón tejido al crochet que ella tiene para que el ratón Pérez pase y así fue ya que al día siguiente ella recibió su dinero" y con él lo más importante fue que la alegría había vuelto a su pequeña hija por este acontecimiento.
Luego, Franco expresó que, junto a su esposa Laura quería expresar "un profundo agradecimiento" hacia la maestra de Paulina, Marcela Lencinas, ya que "contuvo muy bien a nuestra hija en un momento en que estaba preocupada por la pérdida de su diente" y además señaló que "fue muy lindo que se le haya ocurrido escribir la carta" ya que con eso hizo desaparecer todo signo de preocupación en la pequeña.
En cuanto a Paulina, su padre explicó que ella prometió estar más atenta para cuando se le afloje un nuevo diente que seguramente no volverá a perder, aunque si eso llegara a suceder, podrá conseguir algún testimonio que respalde la existencia de su diente que en algún momento sin que ella lo note decidió salir de su boca y escaparse del travieso ratón.