Una hermosa noche de miércoles
¡Qué noche, Teté! Nubarrones sobre el Oscar C. Boero. Tres partidos sin ganar para Sportivo, terreno perdido en la zona de clasificación, el merodeo de rivales y lesiones que complicaron el esquema del técnico Ariel Giaccone. Cambio de capitanes: adentro Juan Manuel Aróstegui, afuera Juan Pablo Francia.
Otra vez Sunchales en el camino. Luego de la pasada caída en tierras santafesinas contra Unión, Sportivo recibía a Libertad, dirigido nada más y nada menos que por Carlos Trullet, un viejo conocido de la casa.
Como en el último partido de local ante Central Córdoba, el clima no acompañó, se repitió la fría lluvia de noviembre y un viento bravo. Por desgracia, mientras en Alberione cotizaban en bolsa los paraguas y pilotos, el temporal se hizo sentir sobre todo en las tribunas, que lucieron muchos blancos, aunque con los conocidos de siempre, porfiados, que hicieron sentir su aliento, apenas refugiados con algún paraguas y sus banderas, apretados contra el muro de la Centenario o los carteles publicitarios, buscando calor en pequeños grupos o bien lo más cerca posible de la parrilla.
Así, cuando el clima daba su peor azote, el marco lo ponían los relámpagos, el partido era de trámite incierto y la pilota perdía su pique, llegó un córner a favor del "Verde", un despeje de la defensa rival y la guapeada de Fernando Ponce: el 3bajó la pelota en la mitad de cancha, dejó en el camino a un rival y abrió juego. La "caprichosa" fue de una banda a la otra,de izquierda a derecha, para que David Muller apareciera casi en el área chica y, frente a la salida del arquero Diego Antonio, elevara el centro que terminó en la cabeza de Julián Fernández, con boleto directo al fondo de la red.
La lluvia no molestó mucho tiempo más. Sportivo se acomodó con el escampe y con el resultado, y antes de los 30 minutos generó un par de chances claras en los pies de Muller. La velocidad de quien anoche vistió la "10" fue también una de las virtudes que Sportivo mejor aprovechó, con pelotazos a las espaldas del lateral derecho rival, que se cansó de mirarle el número a David. Por la otra banda, Nicolás Capellinotambién tuvo buenas apariciones y la platea lo reconoció con sus aplausos.
Llegó la pausa del entretiempo pero se reanudó la lluvia antes de que los equipos volvieran a la cancha. Apenas arrancado el complemento, pase profundo para Muller por izquierda (¿hay alguna pelota a la que no llegue David?), rebote, otra gran maniobra de Ponce, dejando a dos rivales en el camino, y centro para que Capellino se arroje en una barrida y logre la segunda conquista "verde". Al minuto, otro desborde por izquierda, pelota al área y Nievas Escobar que terminó estampando la "tricota" de un zapatazo.
Con el partido definido, el dueño de casa reguló y cuidó a sus figuras. Ingresaron Ezequiel Gaviglio por Aróstegui, luego Gaspar Triverio por Muller, de manera que el "16" de Sportivo pudo coincidir y jugar unos minutos contra su hermano Baltazar. Por último, Capellino le dejó lugar a Nicolás Moreno.
Bajo un nuevo temporal, salió el sol para Sportivo, que sigue en zona de clasificación y dando pelea en lo más alto de la tabla. Un regalo para sus hinchas, en especial para esos que las últimas dos fechas se ubicaron en las tribunas contra viento y lluvia, cantando a la pesca de un resfrío y sacando las manos al frío exterior a los bolsillos para aplaudir a su equipo. A esos hinchas, ¿qué les vamos a hablar de amor?
