Una ciudad sin paz
Una emboscada mortal con destino marcado

Mientras la investigación por el asesinado a sangre fría del niño de 4 años avanza con el primer detenido, el caso vuelve a exponer la crudeza de la violencia narco en Frontera y Josefina, donde los crímenes se repiten, las promesas se diluyen y la justicia llega tarde, si llega.
El miércoles 9 de julio, poco antes de las 18, un ataque a sangre fría conmocionó a Frontera y a toda la región. En la intersección de las calles 86 y 7 del barrio Puzzi, a pocos metros del polideportivo, un Fiat Cronos gris se cruzó con un Ford Fiesta blanco en el que viajaban Braian “Peladito” Martínez (31), su esposa y su hijo de apenas 4 años, Zamir Torres. Los atacantes dispararon al menos 15 veces. El pequeño recibió cuatro impactos de bala y murió antes de llegar al Hospital “J. B. Iturraspe” de San Francisco. Su padrastro –que conducía y lo llevaba sentado entre las piernas- fue herido gravemente y trasladado a Santa Fe por seguridad tras recibir amenazas.
Según testigos, el Fiat siguió al vehículo familiar, primero disparando desde atrás y luego bloqueando su paso para continuar el ataque desde el frente. “La escena fue brutal. No hay otra forma de describirlo. Fue una emboscada en plena vía pública, y terminó con la vida de un niño”, dijo una fuente policial. Los agresores escaparon y poco después el auto apareció incendiado en un descampado de Josefina.
La causa, a cargo de la fiscal de Rafaela, Fabiana Bertero, avanza bajo un estricto hermetismo. En las últimas horas se realizaron una decena de allanamientos simultáneos en distintos domicilios de Frontera, pero esos procedimientos no arrojaron resultados positivos, no se lograron ni detener a los responsables ni secuestrar elementos clave. En un breve contacto con LA VOZ DE SAN JUSTO, la fiscal ratificó los operativos aunque evitó brindar más detalles, en un contexto marcado por la peligrosidad de los implicados y el temor creciente entre los vecinos. En tanto, horas después, en el marco un fuerte operativo interfuerzas desplegado en San Francisco, zonas de acceso y el camino interprovincial, efectivos de la División Investigaciones y del Comando de Acción Preventiva (CAP) de la Policía de Córdoba, lograron detener a uno de los presuntos atacantes. El joven de 23 años fue arrestado hoy, alrededor de las 19.30, en la intersección de Paraguay y 1º de Mayo, en barrio Sarmiento, mientras seguían buscando a otros posibles tres implicados.
“La investigación continúa con análisis de cámaras, peritajes balísticos y testimonios”, confirmaron fuentes judiciales. Los cuatro presuntos autores fueron identificados, pero tres permanecen prófugos y sus nombres se mantienen en reserva para no entorpecer su captura.
La hipótesis narco
Si bien la causa está en etapa inicial y aún no se realizaron detenciones, los investigadores no descartan que el ataque esté vinculado a un conflicto entre bandas narco. El modus operandi —emboscada, fuego cruzado, escape, auto incendiado— se corresponde con prácticas ya conocidas en disputas criminales.
“Es una pelea entre grupos que se conocen. No fue al voleo. El niño fue una víctima colateral, y eso es lo que más duele”, deslizó una fuente policial.
La víctima tiene una historia familiar atravesada por la violencia. Un hermano de su padrastro, Horacio “Totín” Martínez, fue asesinado a balazos en mayo de este año también en Frontera. Otro hermano, “Pocholito”, fue señalado por múltiples delitos desde los 14 años.

Un ataque desde un auto robado y con un blanco claro
La fiscal cree que el verdadero objetivo del ataque era Braian Martínez. Sus antecedentes penales –habría salido hace poco de la cárcel- y sus posibles vínculos con bandas narco lo colocan en el centro de una disputa territorial o de venganza. La bala que mató al niño no estaba dirigida a él, pero terminó con su vida.
Según trascendió, el Fiat Cronos utilizado por los atacantes había sido robado en Vila el pasado 9 de junio pasado durante un asalto calificado. En ese hecho participaron al menos tres personas armadas, que usaron una camioneta negra como vehículo de apoyo. El auto fue visto por última vez rumbo a Freyre antes de la emboscada mortal en Frontera.
El intendente exigió refuerzos
Ante la conmoción, el intendente Oscar Martínez emitió un comunicado pidiendo refuerzos urgentes al Ministerio de Seguridad provincial. “El acto de extrema brutalidad evidencia la urgencia de redoblar esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado”, señaló. Aseguró que se están coordinando acciones con autoridades provinciales y que la ciudad necesita más presencia policial.
Tras el hecho, la policía santafesina desplegó un operativo especial en Frontera. Se sumaron efectivos de la Policía de Acción Táctica, Guardia Rural Los Pumas, Guardia Provincial y el Grupo de Operaciones Tácticas de Sunchales. Además, se incorporaron patrullajes dinámicos, controles de personas y vehículos, y operativos nocturnos con renovación cada 15 días. Se articulan tareas con Gendarmería Nacional y Policía Federal.
San Francisco también blindó su seguridad
Aunque el crimen ocurrió del lado de Santa Fe, en nuestra ciudad la Policía de Córdoba montó un operativo especial centrado en el Hospital Iturraspe, donde fue internado Martínez en un principio. “Blindamos la ciudad para evitar represalias y garantizar seguridad al personal médico”, informó el comisario inspector Pablo Nieto.
“Desde las 18.30 del miércoles”, fuerzas como Infantería, SEOM, CAP e Investigaciones se movilizaron para evitar que el conflicto cruce a Córdoba. “No podemos permitir que hechos de violencia urbana se instalen en San Francisco”, advirtió Nieto y aseguró que trabajan de manera coordinada con las fuerzas santafesinas y federales para evitar nuevos ataques. “Implementamos este operativo para prevenir que los agresores intenten refugiarse en Córdoba. Gendarmería y otras fuerzas fueron notificadas y están en alerta”, agregó.
Siete homicidios en menos de un año en una zona caliente sin fiscal
Frontera sumó su tercer crimen en lo que va de 2025 y eleva a 7 los homicidios ocurridos allí y en Josefina en menos de un año. Este conglomerado, que apenas reúne 16 mil habitantes, concentra más de la mitad de los asesinatos del departamento Castellanos.
Entre septiembre y diciembre de 2024 se registraron cuatro muertes violentas en esta zona que muchos llaman “la otra triple frontera”, todas con armas de fuego. A eso se suman los crímenes de enero y mayo de este año, y ahora el del niño. La falta de fiscales agrava la situación: desde 2021, ni Frontera ni Josefina tienen un representante del Ministerio Público local. Mientras tanto, la violencia vinculada al narcomenudeo sigue creciendo, pese a los refuerzos y promesas.
“Hay una problemática estructural en la zona fronteriza. Hay puestos de microtráfico donde se producen hechos de violencia entre personas vinculadas al negocio de la droga y, en algún caso, también compradores”, admitió el ministro de Seguridad santafesino, Pablo Cococcioni, que prometió hace meses que esta zona sería prioritaria en materia de seguridad, pero los crímenes no se detienen.
Una comunidad rota por una muerte que duele más que otras
El brutal asesinato generó un clima de conmoción en Frontera. Sin embargo, reina el miedo. Ningún vecino quiso hablar frente a cámara, y muchos aseguran que “es mejor no meterse”. “Acá todos sabemos quiénes son, pero nadie va a decir nada, porque después vienen y te matan”, dijo uno de ellos en voz baja. “Esto es tierra de nadie”, repetían.
En las redes, en cambio, se multiplicaron los mensajes de dolor, indignación y pedidos de justicia. La noticia de un niño asesinado, envuelto en una historia familiar de violencia, interpeló a todos. “Una criatura de cuatro años... ¿cómo se explica esto?”, escribió una vecina. Otro usuario, con bronca: “No es la primera vez. Y si no cambia algo, no va a ser la última”.
En Frontera, la violencia se volvió rutina. Y cuando una víctima inocente cae, el golpe sacude más fuerte. Zamir no era el objetivo. Pero murió en el fuego cruzado de una guerra que no eligió. Su muerte no puede ser una estadística más.