Una “Copa” sin marketing

Cada hincha que va a la Copa América quiere quedarse con un recuerdo. Es muy común comprar un llavero o un vaso, pero en Brasil, solo hay un par de remeras de mala calidad y gorras a precios siderales.
Si hay algo en lo que la Conmebol o el propio comité de la Copa América fallaron, es en el marketing. Quizás la seguidilla de eventos importantes en el mismo país saturó el mercado, pero fue una misión imposible poder encontrar productos oficiales.
Lo llamativo fue que la Conmebol envió la información sobre la venta de productos oficiales en diferentes puntos, muchos de ellos en aeropuertos, a los cuales se llegaba la gente para no encontrarse con nada de lo que decían.
Más allá de algunas remeras de pobre calidad e impresión, o escasas gorras muy costosas, no hubo llaveros, vasos, copas o imágenes de la mascota oficial como para tener un recuerdo.
En el Mundial de Rusia 2018 los productos estaban a cada paso y de eso, las recaudaciones que obtuvo Fifa fueron muy grandes. Claro está, la Copa América no tiene la misma magnitud, pero no deja de ser un certamen de relevancia.
El gerente de marketing del ente organizador de la copa no estuvo a la altura. No entendió que podía llegar público de diferentes puntos del continente y que muchos querían llevarse algo. Obvio, no faltó quien estuvo atento a ello y en una feria, recicló algún vaso o copa, para estamparle el logo de la copa y tener ganancia.
Nos queda la final en Río de Janeiro, las esperanzas ya son cada vez menos, pero será cuestión de buscar y ver que puede aparecer.
Como no, tienen inventan
Uno de los puntos marcados por Conmebol para tener productos oficiales fueron las Tiendas Centauro, una cadena de venta de elementos deportivos, de lo más importante por estos lados.
LA VOZ DE SAN JUTO y Am 1050 fueron hasta uno de estos negocios para ver si allí podía encontrar algo de lo que decían que se podía ver. Pero no. Y eso no fue la mayor sorpresa, a la falta de elementos oficiales se le agregó la presencia de remeras de las selecciones, pero "truchas".
Salvo la de Brasil, por una cuestión lógica, todas las selecciones tenían su remera. Pero claro, no era la oficial, ni la de juego, ni la de entrenamiento. Era una simple camiseta del color de cada país, con una estampa de la bandera. Lo único que parecía original era el precio, bastante elevado.
Patrocinadores más atentos
Los dos auspiciantes que más entendieron el marketing, quizás más acostumbrados, fueron la cerveza Brahma y la marca deportiva Nike. En primer lugar la bebida, estaba con sus puestos en todos los estadios, ofreciendo los vasos de cada uno de los países y también uno en alusión general a la copa.
Por su parte, Nike, más restringido, hizo abuso de la promoción de la pelota oficial, la "Merlin Rabisco", que también se podía conseguir en cada estadio y en los principales centros comerciales de las ciudades donde se jugaba la competencia.