Carta de lectores
Un siglo de amor y protección: celebrando a Tía Marga

A la distancia pero con el corazón lleno de gratitud, una sobrina celebra su cumpleaños número 100 de Margarita Avaro de Gaetán, un pilar amoroso en su infancia y la de su hermano, una guía silenciosa que los cuidó con ternura, los educó con el ejemplo y les dejó un legado de amor que perdura para siempre.
Por Graciela Curiotto de Trotti
Hoy, Margarita Avaro de Gaetán, nuestra "Tía Marga", hermana mayor de mi mamá, alcanza la asombrosa y conmovedora edad de 100 años. Aunque la distancia me impide estar en San Francisco para darle un abrazo en persona, siento la imperiosa necesidad de honrarla y celebrar su vida a través de estas líneas.
Tía Marga no fue solo una niñera; fue un pilar fundamental en mi vida y la de mi hermano José. Tuvimos el inmenso privilegio de que nos criara cuando mi mamá necesitaba trabajar, y cada día a su lado fue un regalo. Su bondad inagotable, su sonrisa contagiosa y sus cariños únicos iluminaban nuestros días. Siempre afable, siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesitara, nos enseñó con el ejemplo lo que significa dar desinteresadamente.
Recuerdo con especial cariño sus comidas deliciosas y esos postres que nos hacían pedir siempre un poquito más. Los fines de semana, cuando no estaba con nosotros, se sentía un vacío enorme; siempre buscábamos la excusa perfecta para correr a verla. Pero más allá de todo eso, Tía Marga era, para mi hermano y para mí, nuestro ángel de la guarda. Nos sentíamos protegidos, seguros y profundamente amados bajo su cuidado. Fue nuestra roca, y la persona que siempre veló por nuestro bienestar con una devoción inquebrantable.
Ella no solo nos cuidó; nos nutrió el alma, nos guio y nos llenó de un amor que perdura hasta hoy. Personas como ella, con su espíritu generoso y su corazón tan grande, merecen no solo cumplir muchísimos años, sino ser celebradas y recordadas por el legado imborrable que dejan en la vida de los demás.
¡Felices 100 años, Tía Marga! Te abrazo fuerte desde aquí y te quiero con un amor que se extiende hasta el infinito.