Un reclamo de género futurista
Hace 57 años una confederación nacional que abogaba por el acceso equitativo de las mujeres a la participación política reclamó por la reglamentación de las garantías constitucionales que lo avalaban, sin embargo, en aquel entonces todo pareció ser de ciencia ficción y al final el futuro se hizo realidad.
Por Ivana Acosta | LVSJ
En 1960 un breve artículo publicado en LA VOZ DE SAN JUSTO y enviado desde Capital Federal (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) daba cuenta de un reclamo futurista ya que se refería a la exigencia de la reglamentación de los derechos de las mujeres en igual medida que para los varones, algo que actualmente es realidad.
Tres años antes, en 1957 se había aprobado la reforma constitucional donde finalmente se reconocieron los derechos sociales y en materia laboral, tal es el caso del artículo 14 bis y del que en ese momento era el inciso 11 del artículo 67 de la Constitución Nacional.
Sin embargo, en esa reforma no hubo intervenciones respecto de la paridad de género en materia de participación política y eso llevó a que la lucha de las mujeres para que el sistema sea equitativo prosiguiera.
El escueto cable de noticia decía bajo el título "La representación de las mujeres" que "los artículos 37, 40, 46 y 47 de la Constitución debían ser reglamentados para que se establezca la mitad de la representación política electoral a hombres y mujeres", pues eso "sería el ejemplo más perfecto de libre democracia del pueblo".
El reclamo y las palabras pertenecían a las delegadas de la Confederación Nacional de Clubes Femeninos Radicales Intransigentes "Marcelina Alem de Yrigoyen", quienes incluso por iniciativa de un grupo de diputados llegaron a discutir eso en el palacio Legislativo.
¿Era válida esa mentada reglamentación? Adelina Loianno en el libro "Compilaciones argentinas" se refiere a la viabilidad de la "reglamentación" de derechos que permite que puedan ejercerse ya que va a la "letra fina" del texto. Distinto sería si se pretendiera una alteración porque el derecho perdería su naturaleza originaria y lo inutilizaría.
A pesar de esto la protesta no llegó a buen puerto, aun cuando era algo absolutamente viable también en esa época; es decir, si ya podían votar las mujeres (desde 1947) no había impedimento alguno para que pudieran participar en postulaciones políticas o cargos.
De todas formas, la sociedad hizo oídos sordos pero el reclamo quedó en el aire por su justeza y recién hubo un avance en 1991 cuando se aprobó la ahora derogada ley 24.012 de "Cupo femenino" que exigía al menos un 30 % de participación.
No obstante, todavía no era justo, pero para que hubiera paridad debieron pasar muchos años hasta la verdadera reglamentación pedida por esas mujeres en 1960 a través de la ley 27.412 referida a la Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política.
La brevedad de aquel artículo de 1960 era un verdadero reclamo de género futurista que solo se hizo realidad para las mujeres 57 años más tarde.