Un estudiante de la Proa, en las Olimpíadas Nacionales Informáticas
Santiago Grosso asiste a primer año de la esta escuela en nuestra ciudad e integra el equipo de 57 cordobeses que competirán en las categorías Utilitario y Programación, a fines de noviembre. "Me gusta programar", dijo el chico que sueña con trabajar en la Nasa.
Con solo una semana de haber concurrido de manera presencial a clases, al igual que al resto de sus compañeros, la pandemia le cambió los planes a Santiago Grosso quien asiste al primera año de la Escuela Experimental Proa de San Francisco y tenía muchas ilusiones por comenzar a vivir la experiencia del secundario en el colegio que eligió para seguir su vocación.
Sin embargo, el obstáculo que significó el coronavirus no lo alejó de su meta y con mucha dedicación y esmero entendió por dónde transitaba este nuevo desafío de la virtualidad que incluso potenció sus ganas de participar en las categorías Utilitario y Programación de las Olimpíadas Informáticas de Córdoba 2020 (OIC), que se realizaron por primera vez con una modalidad virtual.
Claro que esa meta no fue sencilla. Por tratarse de un estudiante de primer año, Santiago tuvo que aprender el código de programación que era algo que hasta el momento no había visto en su formación escolar.
De los 200 estudiantes participaron de la instancia provincial de las Olimpíadas, 57 representarán a la provincia en la instancia nacional que se llevarán a cabo a finales del mes de noviembre y entre ellos está Santiago.
En su participación en las primeras instancias
de esta competencia de saberes contó con el apoyo y acompañamientos de los
profesores Alejandra Quevedo y Pablo Abratte quienes destacan la importancia de
llegar a estos certámenes a través de una escuela pública.
"No esperaba llegar tan lejos". Con notable humildad, Santiago atendió el llamado de LA VOZ DE SAN JUSTO y comenzó a relatar la experiencia que vivió en este tiempo de certamen.
"Me sentí muy bien porque es la primera vez que había participado en algo así y no esperaba llegar tan lejos", reconoció el joven que para obtener estos resultados llevó a cabo una intensa preparación.
Orgullo nuestro. Santiago, de San Francisco a la Olimpíada Nacional de Informática.
Mucha preparación
Santiago comentó que al tomar conocimiento de la posibilidad de participar de estas olimpíadas comenzó a hacer un curso por medio de Youtube. En tanto, esa primera capacitación "no iba de acuerdo a lo que yo necesitaba", dijo, para lo cual comenzó a recibir la asistencia de los profesores Quevedo y Abratte, específicamente para comprender la utilización del código C++ que es el que se requiere para la participación de este tipo de certámenes.
Tras reconocer que la primera participación en la instancia regional de las olimpíadas "me resultó difícil porque me faltaron algunas cosas", explicó que en la instancia provincial "tuve que resolver cuatro ejercicios. Al primero lo pude resolver mientras que a los otros no. De todas manera parece que con eso bastaba y por eso pasé".
De cara a la instancia nacional Santiago vaticinó que "seguramente será muy difícil" así que "me preparo mucho para eso" en las horas libres que la jornada le deja luego de culminar el tiempo que le dedica a su formación educativa.
De San Francisco ¿a la Nasa?
Cuando Santiago cursaba quinto grado ya se advertía su pasión por la programación. En este caso, dedicaba mucho tiempo en el armado de robots, lo que le empezaba a mostrar el camino hacia su pasión por la programación.
"El año pasado hice un curso de Programación en la UTN y me gustó mucho" se refirió Santiago a todo lo relacionado con este mundo que abraza con mucha pasión.
Tras confesar que su futuro tiene que ver con "un sueño muy grande", reconoce que le gustaría estudiar "en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en los Estados Unidos (MIT por sus siglas en inglés) y finalmente trabajar como programador en la Nasa".
Con el entusiasmo que Santiago pone en cada cosa que emprende, no resulta descabellado pensar que ese sueño se pueda hacer realidad y de esa manera, en base a su esfuerzo, quizá el anhelo de llegar a la Nasa esté cada vez más cerca.
La Escuela Proa, en barrio Ciudad.
La competencia
El programa OIA tiene como objetivos contribuir a la educación de los jóvenes fomentando su participación en actividades que demanden mayor preparación y superación en conocimientos de informática y, a través de esta disciplina en el rol de ser humano y en el desarrollo de las ciencias.
También pretende detectar jóvenes que demuestran talento y aptitudes en este campo y apoyarlos en su futura formación.
Es otro de sus objetivos contribuir a la capacitación y actualización docente fomentando el intercambio de conocimientos y experiencias con sus alumnos.
Se trata de una actividad en el que niñas, niños y jóvenes de la provincia de Córdoba resuelven retos y problemas de forma creativa, desarrollando sus propias habilidades y destrezas tecnológicas en herramientas ofimáticas y programación. Además, es una oportunidad para la adquisición de competencias tan importantes como el trabajo en equipo, la autodisciplina y la autonomía.
Con estas olimpíadas se pretende potenciar el desarrollo de saberes científicos y tecnológicos e integran en su propuesta, con sentido estratégico, el "saber hacer" mediante situaciones en las que los y las participantes comparten y socializan sus conocimientos.
Además, identifica a quienes demuestren mayores aptitudes en este campo para orientar y apoyar su futura formación
Nuevos aprendizajes
Alejandra Quevedo, profesora de Taller Laboratorio de la Proa en San Francisco, rescató la importancia del logro conseguido por Santiago. "En la Escuela Proa los chicos siempre son convocados en las olimpíadas que tienen que ver con la especialidad de la escuela -Tecnicatura en Programación- sino que se los incentiva que participen en todas las olimpíadas de las asignaturas que cursan".
"A diferencia de los años anteriores, en esta oportunidad se resolvió que la resolución de problemas se debía realizar utilizando códigos y Santiago por estar en primer año no había comenzado a ver códigos", explicó.
Precisamente, en la primera etapa de su formación educativa los estudiantes comienzan a trabajar de una manera lúdica, utilizando lenguajes de bloques y luego con pseudocódigos. "Participar en la olimpíada significó para Santiago aprender códigos y un montón de técnicas que aún no había aprendido".
El esfuerzo puesto de manifiesto en su participación le significaron muchas horas extra de dedicación para Santiago quien de esta manera debió esforzarse al máximo para incorporar de la mejor manera posible los conocimientos que aún no había recibido en clase.
Orgullo nuestro. Santiago, de San Francisco a la Olimpíada Nacional de Informática.
"Ha sido todo mérito de él"
El camino que ahora tiene como horizonte la instancia nacional de la Olimpíada de Informática fue muy largo. La primera etapa a sortear fue la regional y luego, con el impulso de la primera clasificación, Santiago fue por el desafío provincial y también lo superó.
"Ha sido todo mérito de él y de sus ganas de aprender", señaló con orgullo la docente quien de esta manera continuó explicando que "para él ha sido algo sumamente valioso y ya se sigue preparando para el nacional".
Tras unos días de merecido descanso, la próxima semana será muy especial para Santiago porque es el momento en que retomará su preparación hacia este nuevo desafío. "Él nos pasó los problemas que le dieron en la instancia anterior, ya los resolvimos y ahora vamos a arrancar en su preparación para llegar a esta fecha de la mejor manera posible".
Mientras tanto, el adolescente continúa capacitándose mediante un curso para aprender el lenguaje utilizado en la programación así como también en el conocimiento de las técnicas que le permitan comprender al máximo la mejor manera de resolver los problemas que se le presentan.