Un ensayo de estudiantes del Colegio San Martín fue el mejor de Córdoba en un concurso
El texto “La soledad es una peste” fue enviado por un grupo de estudiantes de 3° año del turno tarde a la convocatoria “Alumnitos”. La historia de un relato conmovedor, original y certero.
Por Ivana Acosta | LVSJ
La historia de Dante, un chico que vive en San Francisco se convirtió en la mejor de la zona centro del país conformada por Córdoba, Santa Fe y La Pampa, en un concurso nacional llamado "Alumnitos" y organizado por una productora. Se trata de un relato construido por un grupo de estudiantes de 3° A del Colegio Superior San Martín donde crearon un personaje ficticio que escucha lo que le cuenta su abuelo y lo interpela sobre hechos actuales y pasados absolutamente reales.
Si se lee el texto se podría pensar que necesitaron sí o sí ayuda de adultos para su construcción, pero la narrativa, idea, redacción y originalidad vino toda de las y los chicos que obtuvieron el primer puesto en una definición que se dio a conocer el martes pasado.
En el grupo hubo 6 chicos de 3° "A" del Colegio Superior San Martín, se autodenominaron "Lentos pandémicos" y son Braian Ceballos, Santiago Boscatti, Leila Melano, Guillermina Vallejo, Elías Gordillo y Camila Luque.
Las docentes Luciana Ramírez, Juliana Rodríguez y Cinthya Sarmiento solo oficiaron como acompañantes y dieron las correcciones finales por lo que la esencia fue toda propia de estos adolescentes.
"El concurso fue organizado por la productora EOK (El otro kamino) producciones, estaba destinado para chicos de hasta 16 años e implicaba que escribieran sobre la relación entre distintas generaciones, la pandemia y alguna problemática que haya dejado la pandemia sea en la escuela, los jóvenes o ciudad en general", contó Cynthia Sarmiento todavía emocionada porque hacía poco se habían anunciado los ganadores.
La construcción
Fueron largos meses de trabajo para estos pibes que se reunían en la biblioteca, cumplieron con sus tareas y hoy ya están libres de responsabilidades de la escuela, todo lo que hicieron al final dio frutos.
En primer lugar, ellos comenzaron recolectando información sobre alguna problemática apelando a entrevistas, también fueron visitados por las estudiantes de la Escuela Normal "Dr. Nicolás Avellaneda" que participaron de las Olimpíadas de Historia.
El tramo final solo involucró la búsqueda de datos puntuales, elección de la idea sobre la que escribirían y la redacción que es toda del grupo, tanto así que su profesora dijo que "fue un trabajo autónomo donde ellas solo corrigieron la redacción".
Ahora solo resta un detalle: viajar el 21 de diciembre a Buenos Aires a buscar sus premios (una computadora para el colegio y becas a los docentes) y la intención es que todo el grupo pueda hacerlo, aunque esto tiene un alto costo económico. Además, por ser el mejor de la región formará parte de la serie "Alumnitos".
El escrito de los chicos fue el único que envió la escuela a diferencia de otras instituciones que enviaron más para competir, pero esa historia fue tan única y particular que valió la elección para el primer puesto del jurado compuesto por Florencia Etcheves, Santiago Llach, Piñón Fijo y Osvaldo Boscacci.
Los chicos recibieron la noticia el martes en la biblioteca donde trabajaron largos meses fuera del horario de clases.
De qué se trata el trabajo
El relato que construyeron las y los estudiantes se sitúa en San Francisco y en la vida de Dante, un chico que vive con sus abuelos Ana y Roberto. En primer lugar, sitúa al lector en el contexto de la pandemia originada por el virus covid - 19 y los efectos que tuvo en el sistema educativo a partir de su propia percepción de los hechos.
Con su abuelo Roberto se desarrolla una conversación donde el mayor ilustra sobre acontecimientos similares sucedidos en la historia y el impacto que tuvieron en la ciudad despertando la curiosidad del chico y la reflexión sobre la historia que le narraron habilitando el pie para una continuación con otros relatos que caracterizan a la cultura local.
El texto completo: "La soledad es una peste"
Me llamo Dante, vivo con mis abuelos, Roberto y Ana, en una ciudad de Córdoba llamada San Francisco. Me gusta salir con mis amigos y, por más que sean pocos, me divierto mucho con ellos.
Comencé el año 2020 bastante bien, iba todos los días a la pileta con mis amigos, sino jugaba con la computadora.
El 2 de marzo empezaban las clases y, como nunca, estaba esperando ese día muy ansioso. Llegó la segunda semana de clases, específicamente el viernes... VIERNES 13... un día bastante peculiar. Mientras iba a la escuela, en colectivo, recibí una noticia que no solo cambiaría a la ciudad sino a todo el país y al mundo entero.
El sistema de salud recomienda que todos nos quedemos en casa y evitemos el contacto con otras personas. Pff, me tenía que volver a mi casa.
El domingo, el Presidente dio el comunicado oficial: "Serán 14 días de cuarentena obligatoria". El culpable era un virus llamado SARS-CoV2.
Sinceramente, esto no me gustaba para nada. Desde la escuela nos dieron un trabajo práctico por materia, y aunque nunca supe si estaban bien, llegué a entregarlos justo a tiempo.
Cuando pasaron los 14 días ya estaba listo para retomar las clases, pero... 14 trabajos más, 14 días más y una espera que parecía eterna.
Ya habían pasado otros 14 días y ahora, aparte de lo anterior, se sumaban las clases virtuales. Si antes no me gustaba la cuarentena ¡ahora menos! Ya que de esta forma se me dificultaba mucho aprender y entender los temas. Entonces decidí preguntar a los profesores lo que se me dificultaba, pero no había forma, seguía sin entender.
La verdad, no tenía idea de cómo pasé de año, pero ya estaba en tercero.
El 2021 empezaban las clases y tenía muchas ganas de volver a ver a mis amigos, pero no estaban. Para poder cumplir con el protocolo tenía que dividirse el curso en dos burbujas y, no conocía a nadie de la mía. Todos mis amigos estaban en la burbuja "A" y yo estaba en la "B" ... ¡perfecto!
Cada semana que pasaba, estaba más triste cansado y estresado. Roberto se dio cuenta de esto y decidió acercarse para contarme una historia:
- Recuerdo que mi abuelo me contó que, hace tiempo, un doctor llamado Enrique Carrá atendió a un paciente con una enfermedad desconocida. Después de muchos análisis y pruebas, diagnosticó que él tenía peste bubónica.
- ¿¡Qué?! Ah, sí, la escuché. ¿No estaba en Europa eso?
- Sí, se transmite por las pulgas de los roedores y causa bubones negros en el cuerpo, dolor de cabeza, de garganta, dolor muscular, fiebre...
- ¡Todo eso! Me imagino que habrá hecho un desastre.
- Y sí, solo en Europa mató a veinte millones, así que imagínate.
- Uff... ¡Es un montón!
- Bueno, te sigo contando. Como no se había escuchado hablar de esta enfermedad hacía mucho tiempo, nadie le creyó. Además, había sido nombrado médico municipal el día de los inocentes del año 1900, así que todos lo tomaban a él como un chiste. En aquellos tiempos se decía que el médico municipal le estaba dando a la bebida.
- Nada más alejado de la realidad, el doctor, jajaja...
- ¡Hey! La familia del enfermo no aceptó que se le suministrara el suero antipestoso y al pasar los días, murió. Ahí todo empeoró y el pueblo de San Francisco comenzó a perseguirlo para lincharlo.
- ¿Sólo por un diagnóstico?
- Sí, es que antes era muy distinto. Pero el doctor no se quedó de brazos cruzados y decidió enviar un trozo de ganglio a Buenos Aires para que lo analicen y así ver si su diagnóstico era correcto.
- ¿Y?
- Carrá tenía razón. Entonces, decretó medidas de seguridad para prevenir el contagio. Obviamente, esto no le gustó a todos pero igualmente siguieron las recomendaciones.
- Ah, es como está pasando hoy en día.
- Claro, lo que está pasando ahora no es nada nuevo. A lo largo de la historia siempre hubo pandemias y epidemias. Incluso la peste bubónica tal vez fue mucho peor que el Covid-19 y si se hubiese expandido más habría acabado con el pueblo. Por eso, Dante, esto les tiene que quedar como enseñanza para que valoren, disfruten, abracen y vivan la vida con las personas que quieren. Se trata de seguir adelante, aunque les cueste y nunca bajar los brazos para lograr lo que se propongan. Recordá que todo esfuerzo tiene su recompensa. Yo ya viví mi vida y me quedaron cosas por hacer a las que no llegué por miedo al qué dirán o por no sentirme suficiente para lograrlas. Bueno, me voy a dormir, ¿te gusto la historia?
- Sí, abuelo, me gustó mucho. Me hizo reflexionar sobre lo que está pasando.
- Bien, quizás mañana te cuente la historia del fantasma de la Escuela Normal.
- ¿De quién?