Historias
Un barrio atractivo para los viajeros que pasaban por la ruta

Hasta 1950, el límite Oeste de San Francisco fueron las avenidas Urquiza y Caseros; la Rural, poco más allá, era el confín Occidental. Más lejos, un caserío empezó a delinear el barrio Dos Hermanos pero la llegada de los misioneros de la Consolata dio origen a un nuevo y singular barrio.
Por Arturo A. Bienedell | LVSJ
Como la ciudad se expandía hacia el poniente y para que las nuevas construcciones en ese sector se distingan de otros barrios, el intendente Miguel Visconti elevó un proyecto que se aprobó el 21 de agosto de 1953 y disponía que a la vera de la ruta nacional 19, las casas debían ser tipo chalé y las propiedades no se podían utilizar para más de una medianera “para propender a la mejor vista del viajero”.
Surgió entonces lo que popularmente se llamó “Barrio Chalé” y que desde años después es La Consolata. Estos nombres se usaron alternativamente en el sector entre Caseros y Falucho hasta décadas recientes. En 1952, el espacio entre Caseros, Juan B. Justo, 9 de Julio y López y Planes -ahora también La Consolata-, se denominó barrio Evita y el presidente honorario del Centro Vecinal fue nada más ni nada menos que el general Juan Perón. Ningún otro centro local llegó a tener un titular de semejante envergadura.
También el 30 de agosto de ese año el arzobispo de Córdoba, monseñor Fermín Lafitte, inauguró la iglesia Nuestra Señora de la Consolata. En ese acto participó la vecina Albina Camusso de Redondo en lo que se considera el primer registro de una mujer que aquí habló en un acto público no político ni escolar.
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En el entorno de la iglesia las calles eran de tierra, con cunetas muchos baldíos y pastizales, y allí el 11 de septiembre de 1961 en un salón cedido por los misioneros, con pioneros preocupados por mejorar su entorno, se integró el Centro Vecinal Barrio La Consolata: presidente, Reinaldo Giagante; vicepresidente, Oscar Salas; secretario, Aldo J. Gonella; prosecretario, Eduardo Giacaglia; tesorero, Enrique Quaino; protesorero, Mario Fiocca; vocales titulares, José Gallará, Vicente Acevedo, Miguel Gesulmino, Rev. Padre Juan Bosco; vocales suplentes, José B. Rodríguez, N. Tardivo, Sixto Mariano Otta, Atilio Massuero y suplente, Ángel Aschieri.
Como nuestras crisis son permanentes, en julio de 1962 en este centro se analizó la propuesta de la Dirección Municipal de Asuntos Vecinales, para constituir una Cooperativa de Centros Vecinales para abaratar los precios de productos de primera necesidad. Se preveía organizar cooperativas en cada barrio y un organismo centralizador “en defensa de los intereses de los vecinos, contra la voracidad de los agiotistas y especuladores”.
Enseguida el Centro Unión de Comerciantes Minoristas, comunicó que veía “con simpatía la iniciativa del gobierno municipal”, pero pedía también que “si el fundamento de la creación era el de combatir a los agiotistas y especuladores, justo sería que el gobierno explicara que dicha imputación no alcanza a los comerciantes minoristas”.
Los vecinos trabajaron también por conseguir el pavimento, agua y cloacas, la cobertura de canales, la apertura de calle Salta para facilitar el tránsito de vecinos del barrio Dos Hermanos que sólo podían circular por la peligrosa avenida Cervantes. El barrio cambió su fisonomía y sumó construcciones y comercios hasta que, en 1995, por desinterés de sus habitantes para integrar la comisión, el Centro Vecinal cesó sus funciones.
Por una toma de responsabilidad, hubo después nuevas comisiones y la división territorial entre barrio Chalé y La Consolata para tratar puntualmente los asuntos de interés de cada espacio.
Hoy, con un área muy extendida, es uno de los barrios más populosos de San Francisco, con un sector que sigue con las características que le marcó hace más de 70 años una ordenanza municipal para que quienes circulasen por el lugar tuvieran una “mejor vista y se lleven una buena impresión”.