Un año de pandemia y la difícil lucha contra la obesidad
En pandemia, quienes ya tenían sobrepeso u obesidad ganaron más peso que el resto. A un año del comienzo de la crisis Cinthia, el mantener su peso estable fue un camino difícil en el que tuvo avances y retrocesos, pero no bajó los brazos.
Por Isabel Fernández|LVSJ
En pandemia, quienes ya tenían sobrepeso u obesidad ganaron más peso que el resto, según un relevamiento de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), en el marco del Día Mundial de la Obesidad que se conmemora el 4 de marzo.
A casi un año del inicio de la crisis por el coronavirus, la sanfrancisqueña Cinthia M. que lucha contra la obesidad y el sobrepeso desde hace varios años, aseguró a LA VOZ DE SAN JUSTO que en todo este tiempo tuvo avances y retrocesos, también miedos e incertidumbres como todos, pero siguió adelante.
"Me costó mucho, fue difícil, aunque también pude seguir adelante sin bajar los brazos y eso fue bueno. Decidí empezar por mí, porque otro no puede hacerlo en mi lugar. Aprendí a seguir cuidándome, no dejar controles, tomar mucho líquido y tener constancia", aseguró.
Según el informe de la SAN, 6 de cada 10 argentinos subieron de peso durante la cuarentena, además quienes tenían exceso de peso antes de la pandemia tuvieron un 42% más de chances de engordar que las personas de peso normal.
El 69,2% de los encuestados asumió haber comido no por hambre real, sino como respuesta a emociones, sobre todo ansiedad o aburrimiento.
El sobrepeso y la obesidad son uno de los problemas de salud pública más complejos de abordar en Argentina y en el mundo. Tienen causas múltiples y demandan mucho más que voluntad para su prevención y tratamiento.
Cuando comenzó la pandemia y la cuarentena, Cinthia estaba en tratamiento que tuvo que continuar sola en su casa ya que no podía ir a los controles. Fue complicado pero ella nunca abandonó sus cuidados.
"Seguí sola el tratamiento porque no se podía ir a los controles, mi nutricionista me había dado una guía de los alimentos permitidos y las cantidades. Pero fueron meses difíciles porque también al estar mucho tiempo en casa hacía comida elaborada, trataba de controlarme y seguir el plan porque iba a volver a subir de peso. Me hice análisis y descubrí que tenía diabetes entonces decidí hacer algo para revertirlo", contó.
Añadió que también era complicado "porque no podía salir, ni ir al gimnasio o a baile que es la actividad que más me gusta y ahora puedo hacer, trate de hacer actividad física en casa pero no era lo mismo. Ahora retomé las clases de baile, eso me ayuda mucho y volví a los controles que eso era lo que más preocupaba".
Cinthia dijo que no dejó que la atrapara el hambre emocional. "No me afectó tanto porque trataba de no pensar tanto en la comida. Cuando se terminó la cuarentena pensé que había aumentado mucho de peso, pero por suerte no fue así y aunque fue difícil, no fue tanto lo que subí", afirmó.
Las razones de una situación que afectó a la mayoría
Durante la pandemia, quienes ya tenían exceso de peso de antemano engordaron más que los que no lo tenían antes de su inicio. Comer en respuesta a emociones, la falta de actividad física, las elecciones y porciones de alimentos y picotear entre comidas fueron algunas de las razones.
La situación preocupa porque el sobrepeso y la obesidad incrementan el riesgo, entre otras, de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2, y predisponen a una peor evolución y complicaciones más severas ante el contagio de covid-19.
¿Cuáles son las razones de este aumento de peso? ¿En qué medida influyó el hambre emocional?. La licenciada en Nutrición, Paola Candelero (MP-1496) de nuestra ciudad explicó que durante estos meses de pandemia debido a la reducción de los ingresos "hubo mayor consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono, que generalmente son económicos y no perecederos, y por ello, y ante la necesidad de abastecerse, para no salir de casa, la mayoría de las personas tenía amplia disponibilidad de alimentos diariamente, en detrimento de alimentos perecederos tales como frutas, verduras y lácteos que aportan nutrientes esenciales".
Añadió que además las personas, al no poder salir de sus viviendas, para ocupar su tiempo libre "buscaron alternativas como cocinar, en especial preparaciones con harinas, tales como panes, tortas, galletas, etc.".
La nutricionista afirmó que otro factor importante es que, al estar en sus hogares, sin rutinas de trabajo ni horarios fijos, "se produjo un desorden con los horarios de las comidas, como saltear el desayuno o el almuerzo, y el picoteo constante, ya que estaban los alimentos disponibles en la casa". De hecho, el informe de la SAN asegura que 8 de cada 10 personas cambiaron sus hábitos alimentarios, tanto los horarios como la comida.
Candelero recordó que a todo esto se sumó "un marcado sedentarismo que se observó tanto en adultos como en niños, y esto es por la falta de actividad física regular o programada como correr, caminar, ir al gimnasio o hacer un deporte (fútbol, tenis, ciclismo, natación, etc.), y también la disminución de la actividad física no programada, que es la que hacemos a diario, como hacer las compras, ir a trabajar, actividades en la casa, ir a la escuela, jugar en los recreos, etc.".
"En síntesis, hubo incremento de las calorías por mayor consumo de alimentos y en algunos casos con mayor valor calórico, además de la disminución sustancial de la actividad física".
Comer guiados por emociones
Se produjo un incremento del consumo por hambre emocional o por estrés principalmente de alimentos ricos en azúcares y grasas.
"Esto se debe a que nuestro cuerpo busca recompensa o placer a través de estos alimentos para contrarrestar los sentimientos de ansiedad, miedo o angustia, estrés, incertidumbre -explicó Candelero; y justamente es importante mencionar el hambre emocional como factor principal en el incremento del peso porque los alimentos que se ingieren en esta situación tienen alta densidad energética. También hubo un mayor consumo de bebidas con alcohol por este mismo motivo".
Esta situación afectó a la mayoría de las personas. Muchos de ellos luego de la cuarentena se dieron cuenta que habían subido mucho de peso y a aquellas personas que ya tenían un sobrepeso importante, los afectó más aún porque las condiciones de encierro, el tener alimentos disponibles a toda hora en los hogares y falta de actividad física no son favorables para alguien que necesite perder peso.
Contener y acompañar
Desde el punto de vista profesional, el acompañamiento de las personas que ya habían iniciado su tratamiento durante la cuarentena fue básicamente sostener la parte emocional, dijo la nutricionista.
"Les brindamos estrategias y las herramientas para que se organicen con los horarios y así poder mantener una rutina (nueva rutina, con nuevos horarios), para favorecer un equilibro en las ingestas. También asesorarlos en cómo tener alimentos saludables en la casa, incentivar la realización de recetas saludables, probar alimentos nuevos, entre otras cosas", indicó.
La pandemia no
terminó, y aunque no hay más cuarentena, es importante seguir cuidándose para
prevenir el sobrepeso y la obesidad. La licenciada Paola Candelero brindó
algunas recomendaciones: - Incluir durante el día amplia
variedad de alimentos para asegurarnos que los nutrientes principales estén
cubiertos, por ejemplo: verduras y
frutas de estación, lácteos descremados , huevo y carnes cereales y legumbres, aceites y semillas en forma
proporcional - Incluir con menor frecuencia
alguna comida que sea de su agrado en una porción chica, como por ejemplo 1
bombón, 1 alfajor chico, 1 medialuna o puede ser algo salado. - En base a los alimentos que
seleccionamos realizar una mínima planificación y organización de las compras
(teniendo en cuenta la capacidad de almacenamiento, si son alimentos
perecederos o no), las preparaciones, los menús y los horarios en que se
consumen. Esto es más que necesario ahora que comienzan las clases ya que así
nos facilita la organización y no dejamos librado al azar el "que comemos hoy..."
- Realizar 4 comidas diarias que son
desayuno, almuerzo, merienda y cena - Si pasan muchas horas entre las
comidas principales se puede hacer una colación - Hidratarse con agua potable
preferentemente y en cantidad suficiente. - Desvincular la comida de las
emociones, por ejemplo del estrés o aburrimiento. - Y relacionado al punto anterior:
prestar atención a lo que comemos y por qué lo elegimos, esto es "comer
conscientes". - Realizar actividad física
regularmente - Y por último recomiendo comenzar
por hacer pequeños cambios, no todo a la vez, tratar de mantenerlos e ir
sumando nuevos hábitos saludables. Elegir variedad de alimentos, hidratarse y hacer gimnasia son las claves para mantener el peso
Lo que hay que tener en cuenta para prevenir
Obesidad para vos
Todos estos
aspectos que participan en el desarrollo de la obesidad y que se han visto
exacerbados durante los meses de pandemia, y varios otros, serán abordados en
el "Primer Congreso SAN de Obesidad para vos", una iniciativa inédita de la
Sociedad Argentina de Nutrición, gratuita, virtual y dirigida a la comunidad,
que tendrá lugar del 1° al 4 de marzo de 19 a 20.30, con inscripción previa enwww.sanutricion.org.ar en el marco
del Día Mundial de la Obesidad que se conmemora el 4 de marzo.