Infraestructura y urbanismo
“Un abrazo entre el norte y el sur”: Bernarte inauguró la obra que unifica la avenida del Libertador
El intendente encabezó la apertura histórica de la nueva traza de la avenida del Libertador a través del Centro Cívico, uniendo por primera vez los sectores norte y sur de la ciudad. “Con esta obra evolucionamos, pero no dejamos de ser lo que hemos sido”, afirmó. Además, anunció nuevas intervenciones urbanas.
San Francisco vivió este domingo un día que quedará registrado en su historia urbana: la apertura definitiva de la avenida del Libertador a través del Centro Cívico, un tramo que por primera vez en 137 años une de manera continua los extremos norte y sur. La ceremonia, acompañada por vecinos, familias y espectáculos artísticos, marcó un hito en el desarrollo local tanto por su diseño como por su impacto en la movilidad.
La nueva calzada está conformada por dos carriles angostos de cuatro metros, lo que permite la circulación de un solo vehículo por sentido. El diseño fue pensado para conservar el carácter cívico y peatonal del área, y se complementa con bolardos hidráulicos retráctiles —importados y regulados por software— que habilitan o restringen el paso de vehículos. Entre ambas manos se extiende un espejo de agua inteligente de 50 metros que define la estética de la obra.
Durante el acto, el intendente Damián Bernarte abrió su discurso con un mensaje cargado de emoción: “Hoy no es un día más en San Francisco”. Remarcó que la inauguración representa “la bienvenida a la ciudad del futuro”, un momento que consideró excepcional y que, según dijo, “genera un hito en la vida de la ciudad y de quienes habitamos esta ciudad”.
El mandatario municipal explicó los alcances técnicos de la intervención, pero también apuntó a su significado simbólico. “Podemos decir que es la obra que permite que Libertador Sur por fin pueda tener su traza completa”, indicó. Sin embargo, afirmó que su verdadero valor trasciende lo racional: “Somos testigos presenciales del día en el que finalmente Libertador Sur y Libertador Norte pueden abrazarse bien fuerte. Después de tanto mirarse a la distancia… Eso representa para mí esta obra. El abrazo fraterno entre el norte y el sur de la ciudad”. En ese sentido, recordó que el proyecto original y el trazado ferroviario histórico habían mantenido separados ambos sectores.
Bernarte reconoció que el cambio urbano despierta resistencias, pero señaló que San Francisco atraviesa “momentos importantes”. “Tenemos que asumir que la ciudad definitivamente está cambiando su fisonomía”, sostuvo, y remarcó que la transformación debe ser entendida como un paso necesario hacia adelante. “Una ciudad tan linda, para mí la más linda, no puede quedarse detenida en el tiempo”, dijo.
El intendente destacó que la tecnología incorporada permitirá definir horarios específicos para habilitar el paso de vehículos. “Esta obra tiene tecnología de avanzada que nos permite regular, a través de los bolardos hidráulicos, esa convivencia entre un centro cívico que seguirá siendo 100% peatonal en ciertos momentos y un nuevo centro cívico que permitirá el paso vehicular en días y horarios determinados”, explicó. Y concluyó: “Con esta obra evolucionamos, pero no dejamos de ser lo que hemos sido”.
En su discurso, Bernarte también anunció una serie de nuevas intervenciones urbanas: el recambio de veredas en bulevar 9 de Julio, obras de puesta en valor en Plaza Italia –ese rincón en el Centro Cívico que recuerda a aquel país y la inmigración- y la pronta finalización de las mejoras en el Pasaje Cornaglia.
Aunque no estuvo presente por cuestiones de agenda, el gobernador Martín Llaryora envió un mensaje grabado. “Estoy con el corazón ahí, compartiendo la alegría de inaugurar algo histórico”, expresó. Además, destacó que el nuevo diseño mantiene a la Plaza Cívica como “un ícono de modernidad”.
El diputado Ignacio García Aresca también elogió la obra. Señaló que transformar la realidad de una comunidad requiere “convicción” y aseguró que el impacto del proyecto será compartido por generaciones. “Cuando hicimos la Tecnoteca también decían que no se iba a usar, y hoy parece que estuvo toda la vida”, recordó.
Para García Aresca, la intervención reafirma el rol del Estado municipal. “Si el Estado no estuviera presente, esta obra no se podría haber hecho”, afirmó, y sostuvo que San Francisco “sigue siendo una de las mejores ciudades del país para vivir”.
La inauguración, que une físicamente lo que durante más de un siglo permaneció separado, abrió una nueva etapa en la vida urbana. Un gesto arquitectónico y simbólico que, como enfatizó Bernarte, “une lo que la historia había partido” y propone una ciudad que avanza sin renunciar a su identidad.
