Ulises López necesita ayuda para tratar una grave enfermedad ocular

La retinopatía proliferativa es hoy la principal amenaza para la salud de Ulises López, un joven de 30 años oriundo de la ciudad de Arroyito, estudiante de 3° año de la carrera de Artes Visuales en la Escuela superior de Bellas Artes "Dr R. Villafañe" (ESBA). En diálogo con La Voz de San Justo, relató cómo esta enfermedad ocular avanza sobre su visión y lo obliga a buscar ayuda económica para poder tratarse.

“Hace un año me diagnosticaron retinopatía proliferativa en el ojo izquierdo, en grado 3. Veo borroso y me cuesta muchísimo leer e identificar siluetas”, explicó Ulises, al detallar el impacto cotidiano que le genera la patología. Según precisó, la enfermedad ya comenzó a manifestarse también en el ojo derecho, donde se encuentra en grado 1.

Ante este panorama, el diagnóstico médico fue contundente. “Mi oculista me dijo que sí o sí me tengo que tratar y que tengo que hacerme una cirugía, porque si no, en uno o dos años voy a terminar perdiendo la vista”, relató con preocupación.

Por el momento, Ulises aún no tiene una fecha confirmada para la intervención. “Tengo que ir a ver a otro oculista para que evalúe qué tan comprometido está el ojo y qué tratamientos debo hacer, pero ya me dijeron que a cirugía voy sí o sí”, agregó.

La situación se ve agravada por la falta de cobertura médica. Ulises convive con diabetes desde los 11 años y actualmente no cuenta con obra social, lo que dificulta el acceso a tratamientos de alta complejidad. “Antes podía atenderme con especialistas porque mi mamá tenía obra social, pero hoy ya no cuento con eso”, señaló.

En cuanto al aspecto económico, explicó que el costo de la cirugía es elevado. “El valor puede variar según lo comprometida que esté la vista, pero ronda los 3 millones de pesos”, indicó. Ante la imposibilidad de reunir ese monto por sus propios medios, decidió apelar a la solidaridad de la comunidad.

A este cuadro se suman antecedentes de salud que marcaron su vida en los últimos años. Durante la pandemia contrajo COVID-19 y debió permanecer internado ocho días en el hospital Iturraspe de San Francisco con síntomas neurológicos severos. “Era como si hubiera tenido un ACV: me costaba caminar, se me caían las cosas de las manos y no podía sostener el cuerpo”, recordó.

Hoy, su mayor preocupación pasa por preservar la vista y frenar el avance de la retinopatía proliferativa. “Si no me trato, sé que puedo quedarme ciego”, afirmó.

Quienes deseen colaborar pueden hacerlo a través del alias ulises.12.lopez.mp o comunicarse al teléfono 35764074.