Análisis
Trump triumphs: los desafíos
El presidente electo de Estados Unidos logró gran apoyo popular aprovechando errores de rivales y el descontento social. Su regreso a la Casa Blanca enfrenta retos para la democracia y la estabilidad global.
The Washington Post “jugó” en su título principal con el apellido del presidente electo de los Estados Unidos y su similitud con la palabra “triunfos”.
En verdad, fueron varios los triunfos de Trump. Por caso, se “apropió” de uno de los partidos políticos más poderosos del mundo. Aprovechó el milagro de haber salido vivo de un atentado replicado en las pantallas de todo el planeta. Consiguió adhesiones masivas con un discurso disruptivo y provocador que incluyó hasta el haber propiciado un asalto al Congreso de su país. Aprovechó las debilidades de sus rivales políticos a quienes les adjudica responsabilidad en el crecimiento de la inflación y en el descontrol de la inmigración. Así también se benefició con los olvidos del presidente Biden, el giro izquierdista de Kamala Harris y el descontento que crece también allí contra el sistema político. Y ganó en el Estados Unidos profundo, ése que pinta de rojo todos los distritos del centro del país y desnuda las profundas diferencias culturales e ideológicas que existen con las jurisdicciones ubicadas en ambas costas.
Por todo ello, el resultado de las elecciones presidenciales norteamericanas no puede sorprender. Entender las razones del resultado de las elecciones norteamericanas excluye, de modo terminante, alusiones a la ignorancia de los votantes o a teorías conspirativas de manipulación de mentes. Quienes se preocupan por el futuro de la democracia deberán comprender que el voto del pueblo es la base del sistema. Criticar la decisión mayoritaria no favorece la salud de instituciones que, desde hace casi dos siglos y medio, poseen contrapesos legales para evitar desviaciones.
No lo fue. Tampoco lo será ahora. Trump no es un presidente cualquiera. Luego de la elección acumula un poder que, con sus antecedentes, puede resultar peligroso. Prometió castigar a sus “enemigos”. Entre ellos, quienes develan sus numerosos actos irregulares y la prensa que no lo adula. El autoritarismo es una sombra que se cierne sobre instituciones democráticas que tienen, no obstante, controles y equilibrios constitucionales sólidos.
Hacia fuera de las fronteras estadounidenses, los “Trump triumps” adquieren múltiples interpretaciones. De todos modos, la inestabilidad política y la amenaza de la extensión de los conflictos bélicos actuales son desafíos que pondrán a prueba al polémico personaje que volverá a habitar la Casa Blanca en el próximo enero.
Refiriéndose a quien asumirá otra vez el liderazgo de la potencia del norte, el diario The New York Times editorializó; “En los próximos cuatro años, el sistema de pesos y contrapesos del país podría verse sometido a una presión aún mayor que durante el primer mandato de Trump. Pero el experimento estadounidense ha sobrevivido a muchos desafíos porque los estadounidenses de buena voluntad estuvieron a la altura de ellos”.