Análisis
Tránsito inseguro: por más conciencia social
Las estadísticas demandan acciones concretas para proteger la vida de quienes transitan y reducir los accidentes.
Honda conmoción en toda la región produjo el fallecimiento de tres personas –una niña entre ellas- a causa de un terrible accidente ocurrido en la ruta provincial 3 en cercanías de El Tío. Por lo mismo, el saldo fatal de un choque entre dos motocicletas en una esquina de la ciudad vecina de Frontera empañó las celebraciones de año nuevo.
Estos lamentables sucesos se suman a la extensa lista de víctimas de siniestros de tránsito en las rutas y calles de la región. Aunque las causas son diversas, las dolorosas estadísticas demandan acciones concretas por parte de las comunidades para proteger la vida de quienes transitan y reducir los accidentes. Más allá de la fatalidad, siempre hay factores coadyuvantes relacionados con errores humanos evitables, el estado de los vehículos, el incumplimiento de las normas de seguridad vial o las condiciones de los caminos.
Lo cierto es que cada una de estas variables ha sido objeto de evaluaciones de todo tipo. Pero no es posible todavía ingresar en un panorama más calmo. Una realidad que tenga a la vida como el bien más preciado a proteger cuando se habla del tránsito vehicular. No ocurre esto en una importante proporción: la inconducta vial y la falta de mantenimiento de rutas colapsadas y obsoletas, problema que no se puede ignorar.
Con el inicio del año y la llegada del verano, el tránsito en las rutas regionales se intensifica. Sin embargo, los controles evidencian que conducir en estado de ebriedad sigue siendo una peligrosa costumbre. A esto se suma el uso del celular al volante, que aumenta alarmantemente el riesgo de accidentes. Además, una proporción significativa de los choques graves se debe a la falta de mantenimiento de los vehículos o fallos en dispositivos críticos. Por ello, el control exhaustivo de cada componente del rodado es fundamental. Otro factor determinante de los índices de siniestralidad en Argentina es el pésimo estado de muchas rutas y la carencia de infraestructura vial adecuada a las demandas actuales. Estas deficiencias exigen medidas urgentes para prevenir tragedias.
El saldo lamentable de los referidos accidentes ocurridos en la región obliga a extremar los cuidados. En este contexto, las críticas a las exigencias de la Policía Caminera para transitar por la provincia no tendrían razón de ser si existiera una conciencia generalizada sobre las precauciones necesarias antes de viajar y si los requerimientos se comunicaran de manera clara y oportuna.
En síntesis, establecer las condiciones para que el tránsito en calles y rutas sea más seguro depende de numerosos factores. Pero, fundamentalmente, de la toma de conciencia social respecto de la importancia de preservar vidas y bienes por sobre cualquier otra consideración.