“Todos los días se aprende algo nuevo”

El volante sanfrancisqueño Martín Argüello, que llegó a Godoy Cruz de Mendoza hace poco tiempo atraviesa un período de adaptación en la división reserva a la espera de subir al plantel de primera división.
Vive la experiencia de estar en una institución de la Liga Profesional, proceso que comenzó algo más de un mes tras su desembarco en Godoy Cruz de Mendoza en calidad de préstamo de Sportivo Belgrano. Un salto de calidad en su carrera deportiva que logró por méritos propios y que aún demanda esfuerzo y constancia para seguir sosteniendo la ilusión de hacer su debut en la elite del fútbol argentino.
Un reto que asumió con la responsabilidad y humildad que lo caracteriza, apuntalado por su espíritu de sacrificio y su sangre de potrero. Por eso desde que pisó el Coquimbito, predio deportivo del "Tomba", trabaja duro y en todos los entrenamientos no mezquina piernas porque ya alguna vez lo hizo en el campito y sin canilleras.
Quizás porque la vida le dio lecciones de sacrificio, se banca la parada con entereza y va por su objetivo. El sanfrancisqueño Martín Argüello (20), en comunicación con LA VOZ DE SAN JUSTO, habló de su presente en la institución mendocina, donde suma ritmo en la división reserva esperando la oportunidad de saltar al plantel superior.
-¿Estás en reserva buscando ritmo?
-Cuando llegué me dijeron que tenía un proceso de adaptación con reserva y acá estamos entrenando a full, poniéndome a la altura del ritmo que tienen ellos.
-¿Cómo te sentiste en los partidos jugados?
-Jugué dos partidos, en el primero entré de suplente frente a Rosario Central y estaba como ahogado porque es más dinámico, más de ida y vuelta, hay mucho físico e intensidad.
Pero me fui poniendo en ritmo y en el segundo partido ante Defensa y Justicia fui titular y hasta pude hacer un gol, así que estoy muy contento.
-En poco tiempo vas a tener que incorporar muchos conocimientos en tu formación como futbolista...
-Así es, tengo que incorporar más conocimientos, acá todos los días se aprende algo nuevo, como en la vida. Sin dudas que la primera división es profesional y tenes que tener una buena alimentación, gimnasio a full y todas cosas que te permiten competir al nivel de ellos.
-¿Cómo te recibieron tus nuevos compañeros?
-Estoy muy cómodo con mis compañeros de reserva, la mayoría son de mi edad y todos tienen el mismo sueño de llegar a primera y ahí nos ayudamos mutuamente, trabajamos al ciento por ciento para llegar a ese sueño que compartimos.
-¿Vivís cerca del club?
-Estoy viviendo en un departamento en el centro de la ciudad, a unos 40 minutos del predio donde entrenamos que se llama Coquimbito, así que me levanto temprano, camino unos 15 minutos hasta la terminal donde me busca un compañero de Las Heras para ir a entrenar.
-¿Un club de Liga Profesional es otra realidad?
-Un club de Liga Profesional es totalmente otro mundo, por sus instalaciones y en la forma de trabajar, por ejemplo la semana pasada estuve haciendo doble turno todos los días, agotador pero metiéndole firme, es que tenes que estar al ciento por ciento.
-¿Estás viviendo el sueño del pibe?
-Ni hablar, estoy viviendo el sueño que siempre tuve de chico y que todo pibe que juega al fútbol lo quiere. Tuve la posibilidad de llegar con contrato que acá la mayoría de los chicos de la reserva no tienen y luchan cada día para tenerlo. Bueno, tengo contrato y estoy trabajando más que nunca para defender eso y llegar a la primera.
-¿Este el momento donde se recuerda el camino recorrido?
-Siempre uno se acuerda de dónde salió, de dónde viene, por donde pasó, los que lo ayudaron. Arranqué en Los Andes en el baby fútbol con Diego Aponte como mi técnico, después pasé a Proyecto Crecer donde hice todas las inferiores desde el 2013 al 2018 y ahí tuve varios "profes" que son muy buenos y donde estuvo mi viejo quien me acompañó a igual muchos de sus amigos que siempre me aconsejaron.
Después pasé a Sportivo por un llamado de Martín Dell'Avanzatto quien me tuvo en la primera local y me ayudó también a formarme como jugador y después llegó la oportunidad de subir al plantel del Federal donde Bruno Martelotto y Fabricio Franceschi junto a los "profes" terminaron de formarme como jugador profesional.
-¿Fuera de la cancha la familia fue importante también?
-La familia es el pilar que tiene el deportista, la que te respalda, en San Francisco mucho no me daba cuenta porque todo era más fácil, tenía todo cerca, pero ahora que estoy solo siento que es el pilar más fuerte que tengo, ellos están constantemente hablándome y cuando pueden vienen a visitarme para que no extrañe tanto.
Ellos son lo más importante que tengo, hablo de toda la familia en general.
El mayor pilar es mi viejo (Carlos), aprendí muchas cosas de él, a igual que mi vieja (Silvana) que es la que siempre me mimó.
-¿Sentís que este salto ya te cambió la vida?
-A mi me cambió la vida cuando firmé contrato con Sportivo, ahí sentí que era jugador profesional que me tenía que dedicar a esto por completo, pero ahora más que nunca, claro que tengo mucho por aprender, madurar y estamos trabajando en eso.
-¿Ahora te queda esperar el día del debut en el fútbol mayor y prepararte para ese momento?
-Ni hablar, me estoy preparando para cumplir ese sueño de debutar en la primera división del fútbol argentino y voy a dar todo para poder cumplirlo.
-¿Algo que quieras agregar?
-Agradecerle a mi familia y amigos por estar siempre y me permito decirle a los chicos que están en el fútbol que se esfuercen por lo que quieren y nunca dejen de soñar por lo que desean porque una oportunidad les va a llegar siempre con sacrificio.