“Todo lo que sé de amor fue por tener a mi lado mujeres extraordinarias”....
Con la amistad como consuelo. El experimentado actor regresa a San Francisco, esta vez, con la obra "Rotos de amor", una puesta muy divertida con grandes colegas sobre cuatro amigos que sufren. "Todo lo que sé de amor fue por tener a mi lado mujeres extraordinarias", aseguró el protagonista.
Que los hombres no sufren por amor es una gran mentira. Cuando las lágrimas brotan de un corazón roto, toda suposición se cae.
Víctor Laplace es uno de loscuatro hombres mayores sufrientes por amor que integran el elenco de una obra muy divertida que llega al Teatro Mayo de nuestra ciudad.
Lejos de la conquista a través de las redes sociales y más cerca de compartir un café, el experimentado actor se luce en "Rotos de amor", junto a Osvaldo Laport, Hugo Arana y el maestro Pepe Soriano.
A sus 76 años, se abre con toda humildad en VOZ MUJER y revaloriza la lucha de sus compañeras mujeres por sus derechos y la de los trabajadores argentinos, a quienes respeta por haber sido uno más en su juventud. Un actor con el corazón roto, Víctor Laplace.
-¿Los hombres sufren por amor?
Seguro. Tuve dolores de panza, herpes, derrame lágrimas y todo eso por amor. El hombre cuando sufre por amor, lo siente más que la mujer.
- ¿Y cómo son a la hora de reconquistar un amor?
Somos muy estrategas pero en el caso de los personajes de la obra - todos visitadores médicos que conforman una especie de club de caballeros sufrientes- somos un fracaso absoluto. En ese momento es cuando nos ponemos a pensar y filosofar porqué el amor pasa a ser un acto solitario. Mi personaje dice: "Cada uno ama como sabe, como puede y no como se espera", y esa es la forma en que se siente por el otro. Todo lo que sé de amor fue por tener a mi lado mujeres extraordinarias y escucharlas.
- ¿Creés en el amor a través de las redes sociales?
Para nada. Tengo amigos que lo hicieron y no les fue mal, pero lo considero un mundo extraño que prefiero evitar porque es parte de una forma de vincularse muy líquida, donde los valores no son sólidos. Cuando alguien pone "Me gusta" en Facebook, ¿qué significa? ¿Quién está del otro lado? ¿Es una persona real que siente que le gusta lo que publico o qué es? Elijo tomar un café con una mujer y si ella me devuelve una mirada o una sonrisa, tengo un cuarto de la batalla ganada (risas) en el amor.
Indestructibles
"Pepe" Soriano, Osvaldo Laport, Hugo Arana y Víctor Laplace interpretan "Rotos de amor"
- ¿Cómo es el vínculo entre cuatro grandes de la actuación argentina como son "Pepe" Soriano, Osvaldo Laport, Hugo Arana y vos?
Hay una relación de amistad que trasciende la obra. Los cuatro ya pasamos la época en que lo que importaba eran los egos, si es que los teníamos. Hoy estamos disfrutando del momento que nos toca juntos, con cierta complicidad de humor entre nosotros porque no hay nada mejor que escuchar una anécdota de Pape (Soriano) con 90 años o de charlar de las cosas que nos pasan a esta altura de nuestra vida.
- ¿Y en el escenario?
Fantástico, somos una especie de masa indestructible. Antes de salir a escena hacemos una previa con galletitas y un té. Después, cada uno se va a hacer sus tareas o ejercicio para mantenerse bien.
- Son una generación de actores muy diferente a la actual...
Aprendimos a actuar y a tener valores de los grandes. Yo estudié con tipos como Luis Sandrini, que eran muy generosos y que sabían pasar la posta en el aprendizaje y la formación.
- Hablando del hoy, las
actrices argentinas han logrado importantes reconocimientos sociales. ¿Qué
piensas de su lucha?
La mujer siempre estuvo postergada en la sociedad. Ellas se dedicaban a tareas que podían hacer los hombres también pero era parte de una forma de vida de machismo exacerbado que se prolongó durante mucho tiempo. Ver a mis compañeras hoy con las libertades que tienen y que se animen a expresarse, me da mucho orgullo. A las mujeres las escucho.
De la mano de un amigo
- Volvés a San Francisco, la ciudad de Rafael Bruza, el autor de la obra...
Estuve hace tiempo en San Francisco y me encanta la ciudad pero le tengo un cariño aún mayor porque es la tierra de Rafael, a quien considero un amigo, un grande de la dramaturgia argentina y a quien quiero mucho. Hice muchas obras de él. Me gusta el mundo que imagina, que recrea; el que está entre lo grotesco y lo absurdo, y roza todas las cuestiones que tienen que ver con el amor y el desamor.
- ¿Y te sentís cómodo con los desafíos que él te plantea?
Sí. Al ser los dos del interior del país - Laplace es oriundo de Tandil, provincia de Buenos Aires-, las cosas se viven de otra manera. Nuestra relación trasciende las tablas. Cuando tomamos un café tenemos charlas que son desopilantes.
- ¿De qué hablan Bruza y Laplace?
De muchas cosas. Principalmente del teatro, del amor, de la política, el fútbol y los amigos; de todas las cosas que hacen a la condición humana. A todo lo planteamos desde una mirada filosófica, agradable y fraterna, una forma de pensar un poco en desuso en estos tiempos.
- Antes de ser actor fuiste metalúrgico. ¿Cómo ves la realidad del sector, hoy?
Tengo un respeto enorme por la clase trabajadora porque fui uno de ellos. Estuve al lado de hombres y mujeres que trabajaron en Metalúrgica Tandil y eran personas extraordinarias que a mis 14 años me enseñaron a valorar el trabajo y la importancia de la honestidad. Por aquel entonces, los trabajadores contábamos con una protección sindical que poco se ve hoy. El cierre de fábricas, los trabajadores en la calle y sin nadie que los ayude, es un verdadero espanto pero sé que las cosas van a mejorar para la Argentina porque es un país extraordinario, el cual recorro desde hace 45 años y doy fe que hay gente maravillosa que lo va a sacar adelante.
- Y al teatro, ¿cómo lo ves?
Sigue siendo un lugar extraordinario donde la gente, sin querer, se junta para disfrutar de un momento. Nunca entendí cómo 200 o 300 personas se convoquen, sin conocerse, para ver una obra de teatro que a todos les atrae de igual manera. Solamente el teatro crea situaciones mágicas y la gente sigue apostando a eso. Los espacios teatrales son fundamentales para la sociedad porque esos son reductos donde se escribió la cultura de un pueblo y se deben conservar para que siga habiendo magia.