Tito Depetris, un creador de sonidos
Este sanfrancisqueño construye instrumentos artesanales en Río Ceballos. Con la música como eje en su vida, el artista valora cada sonido que ofrece el mundo humano y natural.
"Toda la vida tiene música", dijo el Flaco Spinetta y para Agusto "Tito" Depetris (35), eso tiene una amplia significancia.
El joven es luthier en Río Ceballos, la ciudad que lo adoptó hace 14 años como un hijo más y además le dio la oportunidad de tener su propia banda de música, Querusa Manca.
Lejos del covid-19, en su taller rodeado de la naturaleza que lo rodea cotidianamente, el artista recrea sus piezas a base de materiales como la madera, el cuero y el metal.
"No puedo ir a las ferias a mostrar mis trabajos por el coronavirus y eso está complicando mi economía pero la vengo pasando bien", dijo Tito.
Este artesano -aseguró- que prefiere ajustarse y adaptarse a estos tiempos de crisis, pero seguir estando lejos de las grandes urbes y de cualquier complicación posible por la pandemia.
Taller natural
A la vera del río, debajo el Tala y usando una parte del patio de su casa, Tito tiene montado su taller.
Una construcción simple, rústica y con muchos materiales del entorno natural dejando en claro la intención del artesano de no marcar un límite entre lo de afuera y dentro.
En ese espacio, se construyen instrumentos de percusión y cuerdas como charangos, tambores, cajones peruanos, bombos, parches para tambores y piezas de metales para aros y trastes.
"Muchos de los instrumentos que construyo son `domésticos´ porque son de fácil ejecución y los podes tener en tu casa y hacer música jugando. En cambio, hay otros como los de cuerdas que para ejecutarlos se necesitan tomar clases. De igual modo, todos están construidos con elementos de buena calidad para lograr el mejor sonido y durabilidad".
"Los instrumentos de luthería tienen mucho trabajo y dedicación. Para lograr un charango, por ejemplo, son muchos días y pasos que requieren precisión, ser detallista y como toda artesanía son únicos e irrepetibles. Eso les da una identidad que se transmite en el sonido y en la música", confió el artista.
También, este luthier se dedica al arreglo de guitarras y charangos. "Esto es lo que está haciendo en este momento de cuarentena", indicó.
"Cambios de clavijeros, tapas o puentes despegados que es lo más usual con estos tipos de instrumentos. Estos arreglos son muy interesante y a veces todo un desafío", confió.
Verdadera vocación
La luthería en la vida de Tito es una verdadera vocación. "Es lo que me apasiona. Cuando terminé el secundario en 2002, empecé de lleno con este trabajo y nunca lo dejé", recordó el artesano.
Para este joven, todo lo que sabe se lo enseñó el Ipet Nº 50 y las materias teóricas y prácticas que tuvo durante su especialidad en ese colegio sanfrancisqueño. "Esto es música, pero se pone en juego aprendizajes de carpintería, matemática y la tecnología. Todas las disciplinas que me gustan desde chicos y que se combinan con mi trabajo", explicó.
Creador de sonidos
A Tito se lo puede describir como un verdadero creador de sonidos. "La música es muy importante para la comunicación, para expresarnos con los otros. En estos tiempos, vemos cómo en las redes todos están colgando sus video o sus canciones y cómo ésta situación de pandemia hace que no podamos trabajar pero sí escuchar esos temas que tanto nos gustan", concluyó Tito.