Sociedad
Thiago Alonso, el “mini DT” de Alicia

A sus 13 años, Thiago Alonso creó un club en la canchita del barrio Sarmiento de la localidad de Alicia, donde entrena gratis a 30 chicos junto a su amiga Delfina Trucco. Con el apoyo de su familia y los chicos del barrio, sueña en grande: llegar a ser DT de la Selección Argentina.
Por María Laura Ferrero | LVSJ
A los 13 años, Thiago Alonso ya tiene un propósito firme: “Quiero ser como Scaloni, mi sueño es dirigir la Selección Argentina”. Pero para este chico inquieto de la localidad de Alicia, los sueños se empiezan construyendo desde abajo: en su caso, desde la canchita del barrio Sarmiento, que junto a su amiga Delfina Trucco, la transformaron en un espacio al que bautizaron “El Club”, donde casi 30 chicos del barrio se entrenan semanalmente bajo su coordinación.
Thiago cursa segundo año en el Instituto Domingo Faustino Sarmiento de Alicia, y allí también empezó a llamar la atención. “En la escuela me decían: ‘Thiago, yo quiero jugar en el barrio’”, cuenta entre risas. El boca a boca y las redes sociales, especialmente Instagram, hicieron que en pocos meses se sumaran chicos y chicas que hoy se preparan con él y su amiga Delfina Trucco, quien a sus 13 años se encarga de la preparación física y a entrenar a los arqueros.
Al principio, Thiago apenas reunía cinco o seis chicos. ¿Cómo los conseguía? Con ayuda de sus hermanos menores: Edwin, de 7 años, y Gino, de 9. “Les decía: ‘Consíganme amiguitos que quieran venir’, y ellos salían a buscarlos”, recordó. Así, poco a poco, el grupo fue creciendo hasta llegar a 30 jugadores que, si bien no asisten todos juntos, participan de las prácticas semanales.

La “pretemporada” comenzó en febrero, cuando el calor del verano obligaba a reunirse a las cinco y media de la tarde, esperando que baje el sol. En invierno, los entrenamientos son los jueves a las 14:30, cuando el frío lo permite. La cancha es un potrero, sin luces ni comodidades, pero para Thiago es el espacio donde germinan sus sueños.
Sin improvisación
El joven DT no improvisa: junto a Delfina, planifican cada práctica en un cuadernito donde anotan ejercicios, tácticas y necesidades de los chicos. “Quiero que aprendan y que la pasen bien”, dijo. En casa, su familia lo apoya con entusiasmo, pero con una condición clara: que no descuide la escuela. “Siempre me dijeron que si quiero cumplir mi sueño, primero tengo que terminar bien el secundario”, señaló con convicción.
Este adolescente se toma con mucha responsabilidad sus actividades y trata de equiparar su pasión por los entrenamientos como sus estudios secundarios. Solo pueden entrenar los jueves porque el resto de los días tiene Educación Física y otras actividades escolares, como cualquier chico de su edad. “No me dan más los tiempos”, dice entre risas. Aun así, los fines de semana se dedica de lleno al Club Unión: los viernes ayuda en los entrenamientos, los sábados está con las divisiones inferiores —los “cebollitas”— y los domingos acompaña a la primera división desde el banco de suplentes como un auténtico mini DT.
A la pasión de Thiago se suma la enseñanza de su abuelo, quien le dio un consejo que lo marcó: “Me dijo: ‘¿Quién sabe si algún día no te graban en un programa de TyC Sports?’”. Desde entonces, cada vez que se pone a organizar las prácticas o a dirigir un partido, siente que podría estar dando sus primeros pasos hacia algo grande.

Tierra de clubes
La vida futbolística de Alicia se reparte entre dos clubes históricos: el Club Atlético y Filodramático Alicia (conocido como “Filo”) y el Club Atlético Unión. Thiago se inició como jugador en Filo, pero en 2023 se pasó a Unión, donde conoció a los entrenadores Maximiliano Cerutti y Juan Cruz Cavallero. Ellos le permitieron ayudar en los entrenamientos de primera división, primero como observador y luego como “mini ayudante”. Este año, sigue colaborando en Unión los fines de semana bajo la tutelas en primera división de Pablo Ravinale, Mariano Canello y también con los “cebollitas”, quienes están a cargo de la DT Sofia Fiuri.
“Yo nunca disfruté jugar al fútbol, lo hacía porque en un pueblo es lo que hacen todos los chicos. Pero siempre quise estar cerca de la cancha”, admitió. Su verdadera pasión la encontró en el rol de director técnico. Desde entonces, sueña con perfeccionarse como director técnico y destaca su admiración por Fernando Gago, ex DT de Boca, y especialmente por Lionel Scaloni, a quien le gustaría conocer. “Me gusta Scaloni porque lleva bien al grupo, tiene buen trato con los jugadores y me encantaría aprender de su forma de manejar un equipo”, explicó.

Función social
A pesar que Delfina y Thiago tengan solamente 13 años, los adolescentes comprenden perfectamente la función social que generara el deporte y los beneficios que trae aparejados.
“Nosotros aceptamos a todos, es mixto, chicos y chicas”, señala Delfina, quien se encarga de la preparación física y en poner a punto a los arqueros. En una entrevista conjunta, ambos reflexionan sobre el valor social del deporte: “Es mejor que los chicos estén jugando en la cancha antes que encerrados en sus casas”, dice Delfi. Thiago agrega: “Muchos pueden tener problemas en casa y acá se olvidan un rato; el deporte ayuda a distraerse, a generar vínculos y amistades”.
El esfuerzo de Thiago y Delfina no pasó desapercibido: la municipalidad les entregó elementos deportivos —pelotas y conos— para mejorar las prácticas. Además, realizaron una rifa con las familias para comprar más materiales. “Estoy muy contento con lo que logramos en medio año”, dice Thiago, quien sueña con ver algún día a uno de sus jugadores convertirse en profesional.
Mientras tanto, “El Club” sigue invicto: en los dos “clásicos del barrio” disputados hasta ahora ganaron 5-2 y 7-3. Y aunque el potrero no tenga luces ni tribunas, para Thiago es el lugar donde ya empezó a construir su camino hacia el gran objetivo: ser el DT de la Selección Argentina.