Testimonios de valor y esperanza
Joaquín Galarza, Franco Caravario y Brian Sánchez, durante la charla con LA VOZ DE SAN JUSTO contaron los motivos de sus discapacidades a partir de las cuales empezaron a tener como compañera a la silla de ruedas.
Joaquín Galarza, Franco Caravario y Brian Sánchez, durante la charla con LA VOZ DE SAN JUSTO contaron los motivos de sus discapacidades a partir de las cuales empezaron a tener como compañera a la silla de ruedas, un instrumento con el que empezaron a superar sus propios límites, sin abandonar sus sueños.
Joaquín Galarza
"Mi nombre es Joaquín Galarza, tengo 22 años y desde marzo de 2018, estoy en silla de ruedas por una lesión medular, producto de un accidente en motocicleta, mi diagnóstico es paraplejia. Los primeros meses fueron duros, llenos de dudas por el ¿qué vendrá?"
"Meses de rehabilitación tratando de darme tiempo a reaccionar por lo que había ocurrido, sabiendo que ya mi vida había dado un giro inesperado. Gracias al apoyo de mi familia y mucha gente de mi ciudad, padres de mis compañeros de curso, los mismos compañeros de curso y mis amigos logré poco a poco salir a delante".
"Desde chico fui jugador de básquet, aproximadamente a los 10 años comencé a practicar y desde mucho antes ya iba a la cancha por mi padrino era jugador de básquet".
"Cuando me accidente me hablaron del básquet sobre silla de ruedas y yo muy desconcertado, aun teniendo miles de preguntas en mi cabeza no me permitía pensar al respecto. En ese entonces solo quería volver a mi casa, a mi ciudad. Fue así, que, después de 8 meses en un centro de rehabilitación me dieron el alta y ya estaba listo para volverme".
"Ya en morteros comencé con la rehabilitación y empezaba a preguntarme que haría, fue cuando ahí se me dio un espacio como empleado en atención al público en la municipalidad de Morteros en la parte de discapacidad y cada vez que podía con la compañía de mis amigos íbamos a tirar al aro a la plazoleta del barrio. En ese entonces ya mi mente más tranquila empezó a pensar sobre la práctica de básquet adaptado, la macana era que ese deporte no existía a menos de 400km a la redonda de la ciudad de Morteros".
"En el año 2019 gracias a la fundación "Jean Maggi" recibí una bicicleta adaptada que desde ahí la uso para hacer actividad física y para asistir día a día a rehabilitación y mi meta para 2020 era prepararme para ir a presentarme a algún club, pensaba visitar el SICA de Córdoba donde ahí es entrenador Juan Domínguez, marido de Jessica Dutto, mi kinesióloga acá en Morteros. Ella ya me había hablado mucho de él y que entrenaba a jóvenes para que practiquen ésta disciplina".
"Fue hasta el 2020 que se vino de repente la pandemia y se cerraron clubes, se pararon los viajes, parecía ser que no iba a tener mi oportunidad de probar el básquet adaptado. El año 2020 entre idas y vueltas con todo (posponer turnos médicos, turnarnos en el trabajo, a veces en casa, cuando se me pedía, asistía) pero jamás dejando de soñar con mi oportunidad de probar el básquet adaptado".
"Ese año me dediqué a entrenar en casa con lo que tenía a mano, ir más seguido a la plazoleta del barrio, mantenerme bien activo para que cuando mi oportunidad llegue, estar listo. Paso el 2020 y ya sentía que 2021 iba a tener mi oportunidad fue así que planeando las visitas pendientes que tenía con los médicos, pospuestas en el 2020, iban a coordinar con un viaje a Córdoba, donde yo al fin podía ir a conocer el club SICA, a Juan su entrenador y a los jugadores".
"Fue cuando Jessica Dutto me contó de Benjamín Dutto, su hermano, que había vuelto a la ciudad de Morteros y estaba dispuesto a ser entrenador y comenzar con el básquet adaptado acá en nuestra ciudad. Sin ninguna vuelta acepté, porque estaba decidido a querer practicar básquet adaptado, al fin mi oportunidad había llegado, alguien que nos ve desde allá arriba me estuvo escuchando todo el tiempo y me presentó a Benjamín, que agradezco al todo poderoso por haber cruzado caminos para empezar con el proyecto de básquet adaptado en la ciudad de Morteros. Sin tener que hacer gastos para ir tan lejos, acá estaba la oportunidad, de practicarlo ni más ni menos que en ésta ciudad".
"Los primeros días de entrenamiento se fue viendo cuáles eran mis condiciones y con eso después basarnos en cómo día a día entrenar, la noticia se hizo viral gracias al club Tiro Federal Deportivo Morteros que es el club que nos brindó espacio para comenzar a practicar y luego con difusión de los medios de comunicación fuimos haciendo ruido para invitar a personas de la ciudad y de la zona a qué se acerquen a practicar, a probar, a divertirse, gracias a eso hoy ya somos tres deportistas adaptados y hay gente que está también interesada por comenzar".
"A diario con el profesor Benjamín y junto a mis dos compañeros charlamos sobre lo difícil que es conseguir una silla de ruedas para así rendir al máximo en el deporte adaptado. Espero algún día logremos conseguir nuestras sillas y algunas otras así podríamos brindar alguna silla para aquella persona que se le complica conseguir ya que son muy caras, y a quien no la tiene y quiere practicar básquet adaptado".
"Gracias al básquet volví a sentir libertad, a perder el miedo sobre los pensamientos que se tienen sobre una silla de ruedas, vivimos en una sociedad en la que cuando vemos a alguien en silla de ruedas, lo relacionamos con algo malo, con enfermedad o quizá con no tener una vida plena. Cuando es todo lo contrario, la gente en silla de ruedas somos como todos, como el alto, el bajo, el delgado, el robusto. Podemos tener una vida plena, llena de sueños y ambiciones como todos en éste mundo, podemos trabajar, hacer deporte, tener vida sociable, como todos".
"Mi sueño es compartir conciencia sobre las condiciones de alguien en silla de ruedas y que los límites son puestos ni más ni menos que por nuestra mente. Y mi ambición es llegar a formar parte de un gran equipo y competir en el más alto nivel del básquet adaptado".
Franco Caravario
"Soy Franco Nahuel Caravario, tengo 23 años, estoy en silla de ruedas desde el año 2018 porque tengo distrofia muscular Duchenne, ahora estoy estudiando una carrera, mi sueño es tener una fundación para chicos con discapacidad para brindarles apoyo en lo que necesiten".
"Sentí una oportunidad bastante buena con el básquet adaptado ya que había jugado de chico y me gustaría jugar profesionalmente, el problema es la silla deportiva, lamentablemente cuestan mucho y mi familia no tiene los recursos para ella, por el momento sigo con la de calle hasta que se pueda".
Brian Sánchez
"Me llamo Brian Sánchez, nací en Rafaela el 13 de septiembre del 2000 tengo mielomeningoceles, apenas nací ya me operaron en Santa Fe, y a los 5 meses me derivaron a Buenos Aires al Garrahan".
"A los 2 los años le dijeron a mi mamá que no iba a caminar, a los 3 empecé andar en silla de ruedas hasta que en el 2019 me dieron el alta médica y ya me puedo controlar acá en Morteros y mi sueño es poder dar lo máximo de mí en el básquet".