Terminal sin colectivos: comercios y boleterías no pueden pagar el alquiler
Sufren los costos fijos. Debieron llegar a acuerdos particulares con la concesionaria de la estación para no cerrar los locales. Unos 80 trabajadores ven amenazado su medio de subsistencia. A la crisis por la pandemia se suma el conflicto del transporte interurbano que lleva 50 días de paro en Córdoba.
Desde el cierre de la Estación Terminal de Ómnibus de nuestra ciudad para desalentar el movimiento mientras dure el aislamiento social y obligatorio por el coronavirus, el edificio muestra una postal atípica y desolada.
Tras más de dos meses de parate total, evalúan la continuidad de la medida y están información del orden provincial en cuanto al retorno de los micros interurbanos.
La actividad de la Terminal se ha visto seriamente afectada por la pandemia, no sólo en lo que hace a las empresas de transporte, sino también al sector comercial que allí se encuentra radicado.
Cuando uno se acerca al predio de bulevar 9 de Julio advierte que la inactividad le pasó factura. Comercios cerrados, accesos bloqueados al tránsito de personas, ya no hay taxis en las paradas... el paisaje asemeja a un lugar "fantasma".
La desolación, una postal de la Terminal de Ómnibus en tiempos de pandemia
Fuente laboral de unas 80 familias
Los locales comerciales que están sobre la primera cuadra del bulevar Juan B. Justo al igual que los que están en el interior, lentamente fueron recuperando actividad con la reapertura desde el 11 de mayo, pero de ninguna manera se compara con lo que ocurría antes de la llegada del covid- 19.
El bar y restaurante solo funciona bajo la modalidad de take away (entrega en puerta) o delivery.
Eduardo Borgogno, presidente de Termini S.A., la empresa que tiene a su cargo la concesión de la Terminal de Ómnibus, reflejó la angustiante situación que vive ese lugar como consecuencia de la parálisis que impuso la cuarentena.
La Terminal da trabajo a 24 personas que desarrollan tareas de limpieza, seguridad, telefonía, cocina y mozos a las que deben sumarse los empleados de cada una de las 8 boleterías que funcionan allí.
Por su parte, el rubro comercial involucra a una decena de personas lo que indica que en conjunto, la Terminal significa una fuente laboral para unas 80 personas.
El sector comercial de la estación de micros acusa el impacto de la crisis
Con delivery no alcanza
"Hace dos meses que no cobro el alquiler de los locales y boleterías", dijo Borgogno a LA VOZ DE SAN JUSTO para dar una muestra de la magnitud de la crisis.
"Ya llegará el momento de sentarnos a hablar para ver cómo seguimos", manifestó el empresario dejando entrever la incertidumbre que reina en el sector.
"La mayoría de los accesos a la Terminal están cerrados por seguridad, para evitar que alguien venga en horas de la noche a realizar algún destrozo", contó para luego indicar que "la confitería solo se abre de 11 a 14 y de 19 a 22 para entregar comida por delivery o en puerta".
No obstante, Borgogno reconoció que el volumen de ventas por medio de estas dos modalidades "no alcanza para cubrir el 30 % de los gastos fijos diarios" del restaurante.
En cuanto a los otros locales comerciales, señaló que "el Rapigago está trabajando bien porque se dedica a la cobranza de impuestos y servicios mientras que algunos abren entre las 10 y las 18".
Protocolo para reabrir
Borgogno se mostró "muy consciente" de que deberá implementar cambios en el restaurante para adaptarlo a los nuevos protocolos de funcionamiento que requiera la emergencia sanitaria e impone el nuevo virus. Ya piensa cómo será el trabajo luego de la reapertura.
"Seguramente vamos a tener que reducir la capacidad del restaurante. En lugar de tener 40 mesas donde entren 100 personas, vamos a funcionar con 10 mesas y entrarán 30 clientes", adelantó para luego reconocer que "no cabe duda" que esa reestructuración va a influir en la rentabilidad del establecimiento.
"Vamos a tener que adaptarnos a esta nueva realidad que será inexorable. De todas maneras, creo que todavía hay tiempo que deberá pasar para volver a trabajar. La gastronomía será una de las últimas actividades en volver; en este momento hay muchos que están prácticamente fundidos" por no poder aguantar la inactividad.
Diecisiete años al frente de la Terminal
Además de ser un reconocido empresario gastronómico que presta servicios en distintos sectores del país, Eduardo Borgogno lleva adelante la concesión de la Terminal de Ómnibus desde el año 2003.
Los primeros ocho años formó parte de una sociedad que luego se disolvió. En 2012 creó Termini S.A, con la cual volvió a la concesión de la Terminal que conserva hasta el presente.
La actual concesión vence en junio de 2021 y si bien aún no lo hizo oficial, todo indicaría que Borgogno tendría claras intenciones de volver a participar de la licitación pública para renovar por un nuevo período la concesión del lugar.