Sportivo de los milagros (segunda parte)
El "verde" volvió a resurgir de las cenizas para abrochar una nueva clasificación. Le ganó por 2 a 1 a Gimnasia y Tiro de Salta con un agónico gol de Nicolás Capellino y luego se impuso en los penales.
La clasificación ante Atlético Paraná había sido producto del milagro de cuatro goles en 15 minutos. Anoche, fue fruto del tremendo remate de Capellino cuando se jugaba tiempo agregado y Sportivo quedaba afuera. Después vinieron los penales que sellaron el pase. La segunda versión de un milagro recurrente había ocurrido.
Todas las sensaciones se hicieron presentes otra vez en el Boero. Si no se sufre no es Sportivo, se afirma. Pero no fue la única emoción. El triunfo agónico ante Gimnasia y Tiro de Salta tuvo de todo. Ira y agresividad en algunos protagonistas, tres golazos, monopolio "verde" de la pelota y el terreno desde los 37' del primer tiempo, impotencia, desesperación, angustia por que no llegaba el gol con uno más, alborozo por la posibilidad de los penales tras la conquista de última y, finalmente, euforia cuando Ibarlucea tiró afuera el penal y Sportivo consiguió la clasificación.
Ira y agresividad en el comienzo. Dos expulsados por agresión mutua cuando solo habían transcurrido un par de minutos. Mazzola y Motta se fueron a las duchas casi sin transpirar. Esta instancia determinó que el nerviosismo cundiera en el terreno.
Las jugadas fuertes se sucedieron en los primeros instantes. Algunos jugadores salteños maltrataron a los de casaca verde en varias ocasiones. Giménez se ensañó con Capellino, por ejemplo, ante la pasiva mirada del árbitro. El tiempo pasó, pero las pulsaciones se mantuvieron siempre latentes, incluso fueron in crescendo.
Es muy posible que Sportivo haya perdido más con la expulsión de Mazzola que su rival con la salida de Motta. El "verde" debió reacomodar piezas ante un inteligente Gimnasia y Tiro que dejó a Herrera y a Toledo aguantando bien arriba para evitar las subidas de los defensores. Pero el juego siempre fue agresivo, con pierna mal colocada muchas veces y reiteradas interrupciones.
Dos golazos en el medio. Sobre los 17, Gaviglio cayó en el área cuando chocó con la pierna de un rival. La vieja discusión se hizo presente: no se pudo establecer si la pierna del defensor obturó el paso del delantero o si el 9 "verde" buscó el contacto. Polémica porque el juez ignoró la jugada. Reclamo airado de todo el estadio.
Poco después, Nievas Escobar y Chaves progresaron combinando por la derecha, recibió Catube en el área quien tocó atrás para Capellino. El 7 ensayó una diagonal dejando rivales en el camino y la pelota le cayó a Gaviglio. Rabioso disparo y la pelota se incrustó en la red. Pero Toledo no se dio por enterado. Segundos después, bajó una pelota aérea como lo hizo en casi todas las ocasiones, dio media vuelta y encaró. Remató cruzado ante la salida desesperada de Cosentino. Palo y empate.
En el final, presión verde. Gimnasia volvió a acomodarse mejor y consiguió desteñir el juego de Sportivo. Pero sobre los 37' Poclaba lo bajó a Nievas Escobar. Doble amarilla y los salteños con 9. Riggio mandó a la cancha un volante por un delantero. El "verde" monopolizó la pelota y dispuso de un par de ocasiones. Ni Gaviglio ni Catube lograron conectar pelotas que llegaron al área chica.
Tras la reanudación, impotencia. Estaba claro que con un hombre más Sportivo iba a monopolizar la posesión y la esperanza estaba abierta porque con espacios algunos de sus hombres podían desequilibrar. Pero poco de eso ocurrió. La pelota llegó frecuentemente al área salteña pero por producto de centros llovidos que eran despejados sin solución de continuidad por Cazula e Ibarlucea. Es verdad que Hereñú le sacó el gol a Catube en el área chica y que Muller no encontró el arco cuando estuvo solo un par de metros detrás del punto del penal.
Con el correr de los minutos, desesperación. Giaccone mandó todo el arsenal ofensivo que tenía en el banco. Rodríguez quedó solo en la defensa. Y después hasta Francia cubrió la posición de zaguero cuando el 6 se fue a buscar la heroica al área en los últimos minutos. Gimnasia y Tiro se defendió de gran forma. Aguantó todos los embates sin claridad de un equipo urgido por la necesidad.
Traicionado por la necesidad, Sportivo sucumbió ante las urgencias y no llegó hasta el arco. Cuando lo consiguió, de manera espasmódica, Leguiza hizo lo suyo, especialmente cuando se jugó la vida ante Gaviglio cuando el partido languidecía. Pareció ser la última. Esta vez no iba a ocurrir el milagro. Todos pensaban esto menos Capellino. Zurdazo desde el vértice del área que se incrustó abajo en el palo izquerdo. Alivio y alborozo total.
Tras cartón los penales y la euforia por el pase a la siguiente ronda. La segunda versión del milagro se había concretado. Las gotas de lluvia redondearon el marco. A bajar las pulsaciones y a pensar en lo que viene.