Entrevista
Sola: “Focalizamos el alivio impositivo en quien realmente lo necesita”
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En la antesala de la segunda lectura del Presupuesto Municipal 2026, el secretario de Economía defendió el proyecto del Ejecutivo frente a las críticas de la oposición. En una extensa entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO, respondió sobre aumentos, rebajas, premios al cumplimiento, presión tributaria y la continuidad del FOSP. Negó un “impuestazo” y sostuvo que el foco está puesto en la eficiencia del gasto y la recaudación.
Esta semana, el Concejo Deliberante votará en segunda lectura el Presupuesto Municipal 2026, junto con la Ordenanza Tarifaria y el Código Tributario. En la primera votación, los bloques opositores no acompañaron la iniciativa y adelantaron que mantendrán la misma postura, cuestionando principalmente la carga impositiva y el impacto que tendrán las tasas en el bolsillo de los vecinos.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, el secretario de Economía municipal, Juan Carlos Sola, respondió a los planteos, defendió que el esquema incluye rebajas y descuentos significativos, ratificó la continuidad del Fondo de Obras y Servicios Públicos (FOSP) y remarcó que se busca “premiar al contribuyente cumplidor”. El proyecto prevé para 2026 un total de $88.372.301.518 entre gastos y recursos.
—¿Cuáles son los principales supuestos económicos sobre los que se construyó el presupuesto 2026?
En el presupuesto fundamentalmente nos basamos en el pedido del intendente: austeridad, eficiencia y prudencia. Si vos analizás el presupuesto original del año 2025, no llegaba a los 70 mil millones, y este presupuesto, con un 30% de inflación, está en 88 mil millones de pesos. Si lo comparamos con el presupuesto ajustado, ya hablamos de otros valores. Lo importante es entender el contexto completo, porque la inflación es un flagelo. A pesar de que el Gobierno Nacional esté hablando para el año que viene de una inflación del 10%, hoy no es una variable sencilla de sostener.
—Pero para elaborar el proyecto tomaron proyecciones macrofiscales nacionales que hablan de una inflación del 10,1%, crecimiento del PBI del 5% y un dólar de $1.423…
Tenemos que trabajar para el futuro. Plantean un 10% de inflación; que me expliquen cómo lo van a hacer. Cerramos noviembre con alrededor del 2,5% mensual. Para que dé menos del 10% anual, tendríamos que tener prácticamente todo el año por debajo del 1%, y no lo vamos a tener, por lo menos el primer semestre. Cuando partimos de bases que no son reales, la gente termina comprando un discurso porque estamos, de alguna manera, acostumbrados a la inflación, que es el peor impuesto que tenemos.
—¿El municipio tiene margen real para bajar impuestos o tasas sin comprometer el funcionamiento del Estado local?
La inflación perjudica más al que menos tiene. Por eso, cuando analizamos la tasa de Inmuebles, pensamos en los jubilados que cobran la mínima, con un bono que hace dos años es el mismo. No es lo mismo aumentar un porcentaje sobre el total de la jubilación que sobre jubilación más bono. En ese marco, llevamos la exención del impuesto inmobiliario para jubilados hasta ingresos de un millón de pesos mensuales. Antes era menor el tope. Esto no es demagogia, es focalizar el alivio en quien realmente lo necesita.
—Se mantienen las exenciones para jubilados y pensionados.
Se mantiene y se amplía. Alrededor de 2.000 jubilados y pensionados propietarios de una única vivienda quedarán exentos de la tasa de Inmuebles. El tope de ingresos se eleva a $1.000.000 mensuales. Pero hay que solicitarlo y demostrarlo. Si no, terminamos desvirtuando los beneficios, como pasó en otros niveles del Estado.
—Además, se anunciaron descuentos de hasta el 55% para contribuyentes cumplidores. ¿Cómo funciona ese esquema?
Es una forma de premiar al que cumple. El esquema combina distintos incentivos: 30% por estar al día; 10% por pago de contado; 10% por operaciones bancarizadas, y 5% por utilizar el cedulón web. Pero hay una condición: el contribuyente debe estar al día en todas sus obligaciones. Sabemos que lo que percibimos en febrero por pagos anuales es parte de los recursos de todo el año. Por eso es clave la prudencia, la eficiencia y la austeridad en el manejo de los fondos públicos.
“Con los descuentos por cumplimiento, pago contado, bancarización y cedulón web, un contribuyente puede llegar a pagar hasta un 55% menos en sus tasas municipales. Hay un beneficio concreto”
—El sector comercial siente una fuerte presión tributaria. ¿Cómo se buscó equilibrar esa situación?
En la tasa de Comercio e Industria se estableció una rebaja del 30% en las alícuotas para el 96% de los contribuyentes, principalmente pequeños comercios y mipymes. El grueso está en las categorías A, B y C. La actualización de bases imponibles fue del 29%, por debajo de la inflación. Si vos mirás el número literal, aumentás la base un 29% pero bajás la alícuota un 30%. Hay un beneficio concreto.
—¿Cómo impacta este alivio en la recaudación?
En 2025 habíamos proyectado recaudar cerca de $23.000 millones por Comercio e Industria y terminamos muy por debajo. Aun así, hicimos eficiente el uso de los recursos. La modificación para 2026 es prácticamente insignificante desde el punto de vista del impacto fiscal, pero importante para los pequeños contribuyentes.
“Si a nivel nacional prometen una inflación del 10%, primero que la hagan realidad. Si no, seríamos irresponsables al proyectar con números irreales”
- ¿El sistema impositivo municipal es progresivo o regresivo? La oposición sostiene que cuando lleguen las boletas en el verano, no va a haber cambios para el bolsillo de los sanfrancisqueños, y alegan un “impuestazo” en 2025. ¿Qué responde?
El que tiene las tasas al día va a pagar mucho menos. En Inmuebles, por ejemplo, puede llegar a pagar solo el 45% del valor si accede a los descuentos. Si sumás 30% por estar al día, 10% por pago de contado, 10% por débito automático y 5% por cedulón web, llegás al 55%. No es nada despreciable. Hay un error conceptual en decir que el aumento del Presupuesto se traduce directamente en aumento de tasas. No es así.
—¿Cómo se justifican las tasas actuales para cubrir el presupuesto total de $88.372 millones, considerando que las proyecciones de recaudación propia representan alrededor de $36.277 millones? ¿Qué riesgos ve en la ejecución presupuestaria si la recaudación no acompaña lo proyectado?
Yo no hablaría de $36 mil millones, porque vamos a estar por encima de ese valor porque trabajamos para mejorar la eficiencia. Hay tributos, como AMOS, donde estamos avanzando en medición digital del consumo de agua. Es un recurso escaso y tenemos que administrarlo mejor. Además, estamos trabajando fuertemente en la inversión municipal para adquirir más rodados y maquinaria, con el objetivo de evitar tercerizaciones en la prestación de servicios. Esto permitirá optimizar recursos y, al mismo tiempo, generar mayores ingresos para las arcas del municipio.
—La continuidad del FOSP fue muy cuestionada por la oposición. ¿Por qué sostenerlo?
Gobernamos con hechos y con realidad. El FOSP nos permite sostener el nivel de obra pública. Hay servicios que, si se financiaran solo con tasas específicas, serían mucho más caros para toda la ciudad. Todo lo que se hace —recolección, alumbrado, mantenimiento, personal— se paga con recursos. La plata no aparece por arte de magia.
—¿Cómo impactan las políticas económicas nacionales en la recaudación municipal?
Hoy se dice que no hay déficit fiscal, pero hay impuestos nacionales que no vuelven en obras. El impuesto a los combustibles, por ejemplo, no se traduce en rutas. La Ruta 19 es nacional y la está afrontando la Provincia. Eso impacta en los municipios.
—Los bloques opositores también cuestionaron el aumento de multas al fijarse la UE en $168.000…
La solución es respetar las normas. Si respetás las leyes viales, no tenés multas. No hay mucho más que decir.
“Muchas veces se plantea la discusión solo desde la lógica de la oposición, que hace de cuestionar por cuestionar casi un deporte nacional, pero gobernar implica administrar recursos reales y dar respuestas concretas”
—¿Qué políticas existen para combatir la evasión?
El contribuyente sanfrancisqueño, en general, es cumplidor. No proyectamos ninguna moratoria para 2026. Este año firmamos un acuerdo con la Provincia para fiscalizar en conjunto y mejorar la eficiencia recaudatoria. A la evasión hay que controlarla, pero siempre con criterios de eficiencia.
- ¿Cómo evalúa hoy la carga impositiva municipal sobre vecinos y comerciantes? ¿Cree que es alta, razonable o competitiva frente a otras ciudades?
Depende del contexto. Hay ciudades que tienen cooperativas para el agua o subsidios que acá no existen. Si a nivel nacional prometen una inflación del 10%, primero que la hagan realidad. Si no, seríamos irresponsables al proyectar con números irreales.
- Si tuviera que definir el presupuesto y las ordenanzas en una frase, ¿diría que priorizan recaudar, ordenar o aliviar?
Si no habláramos de recaudación, no podríamos ejecutar la administración municipal. Es como cualquier empresa: si no vende, no funciona. En el Estado, la recaudación cumple ese rol, tanto en lo industrial como en lo comercial. Ahora bien, recaudar no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para ordenar y poder prestar servicios. Muchas veces se plantea la discusión solo desde la lógica de la oposición, que hace de cuestionar por cuestionar casi un deporte nacional, pero gobernar implica administrar recursos reales y dar respuestas concretas a la ciudad.
—¿Qué mensaje le da a los vecinos que dicen que San Francisco es una ciudad cara para vivir?
Si la comparamos con Buenos Aires, donde siguen teniendo subsidios al transporte, a la luz y al gas, servicios que hoy afronta nuestro municipio. ¿De qué federalismo hablamos entonces? Esta administración municipal va en el camino que nos marcó el intendente Damián Bernarte. Tratamos de ser eficientes tanto en la recaudación como en el gasto, para seguir haciendo una ciudad que funcione y crezca.
