Día Internacional del Cáncer Infantil
Sofía sobrevivió al cáncer infantil gracias al diagnóstico y tratamiento a tiempo
Cuando tenía 2 años le diagnosticaron leucemia linfática aguda, hoy es mamá y no tiene ninguna secuela, logró curarse gracias al acceso oportuno al tratamiento. En el Día Internacional del Cáncer Infantil, la historia de Sofía Zárate muestra que es posible superarlo.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Sofía Zárate tiene 29 años y es una sobreviviente del cáncer infantil que atravesó cuando tenía solo 2 años. Gracias al diagnóstico y tratamiento precoz, hoy es madre de Jazmín de 14 meses, lleva adelante su propia consultora de recursos humanos y está sana.
Tuvo leucemia linfática aguda y pudo curarse, como el 70% de los niños y adolescentes que pueden acceder a una atención médica a tiempo. En la Argentina 1.400 niños y 800 adolescentes son diagnosticados con enfermedades oncológicas cada año.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, Sofía contó cómo fue su experiencia, que pudo reconstruir gracias a lo que le contaron su mamá Nancy y su papá Luis ya que ella era muy chica y solo recuerda algunos “flashes” de lo que pasó. Pero sí está convencida de una cosa: que la sospecha
Cada 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil para crear conciencia sobre las patologías oncológicas en niños y para expresar el apoyo a los chicos y adolescentes con cáncer, los sobrevivientes y sus familias. Por eso hoy, ya adulta y como madre, Sofía quiere difundir y aconseja a las familias “estar atentos a cualquier síntoma que llame la atención en sus hijos y consultar de inmediato al pediatra” para poder lograr un diagnóstico a tiempo.
“Los padres y también los médicos tienen que estar atentos a los llamados de atención. Rescato la entereza y fortaleza de mis padres, si no hubiese sido por ellos y por la pediatra hoy no estaría acá. Me contaron que ellos vieron muchas situaciones de otros chicos que no pudieron superar el cáncer”, aseguró Sofía.
Agregó que ahora “como mamá, me pongo en el lugar de mis padres cuando a mí me pasó y entonces con mi hija estoy muy atenta a los detalles cuando se enferma, de estar completamente segura que no hay nada raro en lo que está pasando. Siempre hay que hacerles los controles que los niños necesitan”.
Cómo fue su caso
Al contar su historia afirmó que cuando tenía 2 años le detectaron leucemia linfática aguda después de sufrir una gastroenteritis. “Mi mamá me llevó de mi pediatra Ana Sapei, me hicieron análisis de control y ahí la doctora detectó algo que no le gustó mucho, me derivaron de un hematólogo que me hizo más estudios y ahí fue cuando me diagnosticaron leucemia linfática aguda, así fue que me derivaron a Córdoba al Instituto Halac donde comencé el tratamiento en 1996”.
Recordó que cuando tuvo que hacer el tratamiento, sus papás se fueron a vivir a Córdoba. “Tenían toda la incertidumbre y miedo que genera el cáncer. Nos fuimos a vivir allá para que pueda hacer los tratamientos como quimio, transfusiones de sangre e incluso me pusieron un catéter. Tuve revisiones con en el Hospital Privado donde me atendía la doctora Adriana Berreta. Mi pediatra Ana acompañó mucho el proceso”.
“Sufrí las consecuencias del tratamiento, me acuerdo que estaba pelada y los corticoides me hincharon. La parte más crítica del tratamiento la sufrieron mis padres que estaban conmigo, yo tengo recuerdos muy fugaces”, manifestó.
Añadió que después “de dos años de tratamiento en Córdoba volvimos a San Francisco y pude cursar la escuela primaria y secundaria. Acá seguí con los controles con la pediatra, primero eran cada seis meses y después una vez al año. Recuerdo que hasta los 9 años tenía un viaje a Córdoba y análisis para control”.
“Después del cáncer, hice mi vida totalmente normal, no tuve recaídas, hoy tengo 29 años, tengo a mi hija y eso pasó hace 27 y afortunadamente no tuve ningún tipo de problema –remarcó-. Recuerdo que por el tratamiento era más gordita de lo normal, y los niños por ahí no entienden que uno tiene una enfermedad. Pero actualmente la sociedad es mucho más empática la sociedad, se entiende y se trabaja diferente”.
“Creo que un tratamiento oncológico pediátrico debería ser hoy totalmente gratuito y accesible a nivel gubernamental, también que existan lugares especializados en el tratamiento a los niños con cáncer”, finalizó.
Por qué es clave detectarlo precozmente
Entre los cánceres infantiles más frecuentes se encuentran la leucemia aguda, el cáncer cerebral y el linfoma, también hay tumores sólidos como el neuroblastoma, tumor de Wilms, osteosarcoma, cáncer de tiroides y tumores en testículos y ovarios en adolescentes. Diagnosticándolos en forma precoz el pronóstico de curación es muy alto.
La médica pediatra Ana Sapei remarcó que el diagnóstico “se debe realizar en forma precoz y rápida para poder obtener un mejor pronóstico. El 70% de los chicos diagnosticados con cáncer podrá curarse si accede al diagnóstico y tratamiento oportunos, con el apoyo psicosocial de manera inmediata”.
“Afortunadamente en los últimos años se han registrado avances muy importantes en el tratamiento del cáncer infantil. Un ejemplo es la leucemia aguda que es una enfermedad que, hasta hace 30 años era considerada fatal. En la actualidad es el tipo de cáncer más frecuente en la infancia y en un altísimo porcentaje se puede llegar a curar en forma definitiva. También se han logrado progresos similares en tratamiento de los tumores sólidos desde que se utiliza en forma combinada radioterapia, cirugía y quimioterapia”, aseguró la doctora.
Cómo debe hacerse el diagnóstico
Los síntomas del cáncer son engañosos ya que pueden ser los mismos que los de una enfermedad viral, por lo tanto, es primordial el rol del médico en la atención. La doctora Sapei aseguró que los síntomas “varían de acuerdo al cáncer y es importante detectarlos para orientarse y solicitar los estudios correspondientes en cada caso y poder llegar al diagnóstico en forma precoz”.
Detalló que pueden aparecer síntomas “como fiebre, pérdida de peso, apetito o disminución del apetito, palidez, fatiga, sangrados o moretones de fácil aparición, persistentes e inexplicables; palpación de bultos en el abdomen, en la pelvis, cabeza, cuello, aumento de tamaño de ganglios en extremidades; dolor óseo, a nivel articular, dolor de espalda y fractura fácil. También pueden aparecer manchitas blancas en los ojos, estrabismo o pérdida de la visión, protuberancias, cambios de conducta, trastornos del equilibrio, dolor de cabeza, vómitos, entre otros. Hay que consultar cuando el niño pierde el interés por lo que hacía habitualmente e inexplicablemente comienza a recaer su rendimiento escolar”.
Explicó que para el diagnóstico “debe hacerse una historia clínica minuciosa, el examen físico completo y análisis de laboratorio, radiografías, ecografías, tomografías, biopsia, marcadores tumorales, resonancia magnética o estudios necesarios, ni bien se diagnostica se debe derivar el caso a centros especializados”.
La importancia de la atención especializada
Los niños son diferentes de los adultos por lo que es importante tomar acciones cuando se detecta cualquier síntoma diferente de lo normal. “Si bien el cáncer pediátrico no es previsible, una detección temprana puede lograrse haciendo una historia clínica meticulosa, escuchando los relatos de los padres y realizar un buen examen físico completo, pedir los estudios correspondientes y derivarlo a un centro especializado de alta complejidad”, afirmó la doctora Sapei.
“En nuestro país se detectan por año entre 130 y 140 nuevos casos, en los países con ingresos más altos, entre el 70% y 80% de niños con cáncer se curan, mientras que en los países de escasos recursos con menos posibilidades de un diagnóstico precoz y atención en centros especializados, el porcentaje baja al 20%. Hay muchos centros de alta complejidad, tanto a nivel público como privado que están bien equipados para realizar el tratamiento con protocolos internacionales”, afirmó.
Finalmente, Sapei añadió que “está la Fundación Natalí Dafne Flexer una organización sin fines de lucro, que promueve el acceso al tratamiento a los niños, adolescentes y jóvenes, lleva adelante una serie de iniciativas centradas en la sensibilización y la recaudación de fondos para ayudar a los pacientes oncológicos”.
“Ponete la camiseta”
La Fundación Natalí Dafne Flexer, una organización sin fines de lucro que promueve el acceso al tratamiento a los niños, adolescentes y jóvenes, lleva adelante una serie de iniciativas centradas en la sensibilización y la recaudación de fondos para ayudar a los pacientes oncológicos.
Lleva adelante la campaña #PoneteLaCamiseta® creada hace 22 años, convocando a vestir una camiseta blanca o la oficial de la campaña hoy 15 de febrero, en el marco Día Internacional del Cáncer Infantil. Este gesto simbólico de llevar sobre el pecho las caritas de los nenes que luchan contra las enfermedades oncológicas busca crear conciencia sobre la lucha contra el cáncer en menores y respaldar las actividades de la fundación para mejorar las condiciones de tratamiento y soporte para los pacientes y sus familias.
Con ese objetivo, la fundación invita también a la comunidad a asistir al Shopping Alto Palermo entre las 10 y las 20 horas. Allí habrá un stand en el que, quienes deseen colaborar, podrán realizar una donación y llevarse la camiseta de la campaña. Las personas que asistan tendrán también la oportunidad de contribuir con el armado de Kits de arte que, a lo largo del mes, serán entregados a los chicos que se encuentran en tratamiento oncológico.
Lo recaudado por la campaña será destinado íntegramente a la construcción del área de atención para adolescentes con cáncer en el Hospital Posadas, que tendrá 600 metros cuadrados divididos en un sector de Hospital de Día y otro de Internación.