Smata espera que este año Lear pueda trabajar “un poco más”
El dirigente del sindicato consideró "fundamental" que desde el gobierno nacional se implementes políticas que permitan incrementar el poder adquisitivo de la gente y que además se pueda acceder a financiación bancaria para comprar vehículos.
l 2020 empieza con mucha cautela para la empresa Lear luego que durante el año pasado sufriera los avatares de la crisis económica del país con una profunda caída en el nivel de producción que llevó a paralizar la actividad durante varios meses, generando con ello suspensión de personal y despido de los trabajadores eventuales.
Cabe recordar que la empresa de capitales estadounidenses se instaló en San Francisco a finales de 2017 con la promesa de incorporar 700 empleados para producir unos 60.000 mazos de cable que tenían como destino la planta Fiat ubicada en Ferreyra, en la ciudad de Córdoba.
La inversión realizada rondó los 200 millones de pesos y se concretó mediante un acuerdo entre los gobiernos provincial, municipal y la empresa que recibió beneficios tributarios.
A esto se sumó el aporte de 10 millones de dólares de parte de inversores privados para levantar la planta de 12.700 metros cuadrados en el Parque Industrial. Además, Lear destinó otros 17 millones de dólares para dotarla de la tecnología necesaria.
Durante 2018, Lear llegó a tener una planta de 450 trabajadores, muy lejos de los 700 prometidos en el anuncio de radicación.
El 2019 llegó con la apertura de un plan de retiro voluntario al cual se acogieron al menos una veintena de trabajadores. En este caso recibieron la indemnización que prevé la ley más dos salarios.
Otros tiempos. En 2017, el gobernador Schiaretti visitó la planta de Lear en San Francisco.
Cautela para 2020
El responsable de interior del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), José Campellone, explicó que en esta época del año "la enorme mayoría" se encuentra trabajando luego de haberse reintegrado de sus vacaciones el pasado 6 de enero y en comparación a lo ocurrido en 2019 expresó su deseo de "llegar a trabajar un poco más".
Si bien aún no tienen conocimiento acerca de las características de los programas de trabajo, que comenzarán a llegar a fines de enero, el dirigente de Smata reconoció que en estos momentos "se dan muy pocas suspensiones de casos puntuales en alguna línea de producción".
Tras calificar como "muy feo" el año 2019, estimó que de inicio en 2020 "podremos tener la producción de noviembre del año pasado que fue bastante bien comparada con lo ocurrido en el resto del año".
Recordó que durante ese mes del año pasado "hemos trabajado unos 20 días en el mensuales", razón por la cual estimó que durante enero "probablemente volvamos a tener esa producción".
Smata elaboró un proyecto denominado "Plan estratégico automotor con acuerdo social y productivo", para el período comprendido entre los años 2020 y 2030.
En ese marco se busca lograr "un acuerdo social y productivo con visión para el año 2030". Además del gremio, participan referentes de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) y de Autopartes Argentinas (Afac).
Campellone explicó que "este proyecto busca fomentar la producción automotriz pero hasta el momento no hay nada firme. En esto ha tenido una activa participación Smata con el resto de las organizaciones que participan para incentivar la producción local de la industria automotriz".
El dirigente de Smata consideró "fundamental" que desde el gobierno nacional se implementes políticas que permitan incrementar el poder adquisitivo de la gente y que además se pueda acceder a financiación bancaria para comprar vehículos.
"Si no se aumenta el poder adquisitivo y no se facilita el acceso al crédito, va a ser imposible cualquier reactivación", explicó.
Si bien el sector bancario está reduciendo las tasas de interés que pagan a los plazos fijos, eso no se traduce en un mayor otorgamiento de créditos.
Al respecto explicó que para empezar a mover el sistema financiero "deberían ofrecerse créditos que no superen el 20 o el 25 % anual. Eso hoy es inviable".
Recordó que históricamente "el costo de un automóvil normal se ubicaba entre los 8 y los 12 salarios que percibe un trabajador. Esto ya no ocurre porque un vehículo de esas características cuesta unos 700.000 pesos, es decir un promedio de 20 sueldos. Hasta que no se empareje la relación entre el salario y el valor del bien a comprar, no se podrá hablar de una reactivación".
San Francisco cayó menos
Cabe recordar que 2019 fue un año marcadamente negativo para la industria automotriz. Esto se sustenta en una reducción del orden del 42,7 % de caída en las ventas en todo el país -su nivel más bajo desde 2006- aunque San Francisco tuvo una menor declinación, ubicándose en alrededor del 30 %.
El sector agropecuario contribuyó de manera notoria a atenuar la crisis. El mejor mes de 2019 en cuanto a ventas en la ciudad fue enero (170), seguido por agosto (162) y julio (155).