Espectáculos
Skay en San Francisco: cuando la historia del rock toca nuestra puerta
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El guitarrista llega por primera vez a la ciudad, ofreciendo un recital histórico junto a Los Fakires.
Por Gabriel Moyano | LVSJ
Hay acontecimientos que marcan un antes y un después en la vida cultural de una ciudad. Este sábado, San Francisco vivirá uno de esos hitos: la llegada de Skay Beilinson, un prócer del rock argentino que pisa por primera vez nuestro suelo, junto a sus Fakires.
Hablar de Skay no es hablar de un músico más. Fue el guitarrista de una de las bandas más convocantes de la historia argentina, Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota. Su figura, junto al Indio Solari y la Negra Poli, conformó el triángulo fundacional de un fenómeno cultural irrepetible. Pero más allá de esa historia colosal, Skay se ganó un lugar propio, como uno de los guitarristas más virtuosos y reconocibles del país. Sus licks, riffs y solos son marcas registradas, inconfundibles, que se reconocen en apenas un par de notas.
Tras la etapa de los Redondos, muchos lo identifican como quien supo conservar la parte más mística y espiritual de la banda, frente a la masividad que representó el Indio. En ese monstruo ricotero, fue coautor de canciones e himnos que trascendieron al rock y se volvieron patrimonio cultural argentino: frases como “vivir solo cuesta vida”, “el que abandona no tiene premio” o “el lujo es vulgaridad” dejaron de ser versos para transformarse en tatuajes, banderas de cancha y expresiones populares.
Pero Skay no se detuvo ahí. Su carrera solista lo muestra vigente, con un sonido característico y reconocible, que mantiene intacta su esencia y su búsqueda artística. Disco tras disco, gira tras gira, sigue sumando capítulos a una obra personal que no se agota en la nostalgia, sino que alimenta el presente del rock argentino.
Por eso, su llegada a San Francisco es mucho más que un recital: es un acto de justicia cultural. Es la oportunidad de abrir nuestras puertas a una estrella de ese firmamento llamado rock nacional y, al mismo tiempo, de agradecer por poder vivir en carne propia lo que generaciones venideras solo escucharán en anécdotas y relatos que mezclarán verdades con fantasías.
El sábado no será un día cualquiera: será la noche en que Skay y Los Fakires harán vibrar a San Francisco. Demos la bienvenida, celebremos y atesoremos este momento. Porque tenerlo aquí, entre nosotros, es un privilegio y un regalo único.
