“Sigue costando la igualdad, todavía el rubro es muy machista”
Gabriela Piro contó cuales son los desafíos que enfrenta como mujer en el sector industrial donde se desenvuelve como diseñadora.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Cada 8 de marzo se conmemora en el mundo la lucha de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos. Con el paso de los años, la sociedad evoluciona y tiende a ser un poco más igualitaria, ya no es raro que una mujer trabaje en una fábrica o en otros espacios que antes eran exclusivos de los hombres. Sin embargo, son muchos los aspectos en los que aún es necesario reconocer y valorar el lugar que éstas ocupan en la sociedad.
La sanfrancisqueña Gabriela Piro, tiene 42 años y hace 19 que se abre camino con su trabajo en el mundo de la industria metalúrgica enfrentando todos los días el reto superar creencias sociales y trabajar a la par de los hombres, sin diferencias.
Gabriela es diseñadora industrial y comenzó su carrera laboral en la fábrica Adas S.R.L. que produce motores eléctricos, electrobombas, ventiladores axiales y motoreductores. Empezó haciendo un trabajo -que era casi exclusivo de hombres- realizando matricería en la fábrica, entre metales, máquinas y aceite. También dibujaba en 3 D y hacía mecanizados en forma digital pero con el correr del tiempo y cambios en la empresa familiar, fue dejando esa área para dedicarse actualmente a ventas y administración.
"Sigue costando la igualdad, el rubro de las ventas todavía es muy machista. Todavía tengo que demostrar, convencer que como mujer tengo conocimientos para realizar mi trabajo, no se valora igual que el del hombre. Pero son casos puntuales, no ocurre con todos", aseguró Gabriela en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, al reflexionar sobre su rol como mujer en el mundo laboral y los desafíos que enfrenta actualmente.
"A veces cuando tengo que cotizar algunos varones me dicen: '¿Me podés pasar con alguien que sepa?', entonces yo trato de explicarles, me adapto y les pido que intenten ver si tengo conocimiento o no, pero me dicen que igual le pregunte a algún ingeniero de la planta 'para estar seguros'. Parece que si se los dice un varón tienen más seguridad", contó.
"La empresa no hace diferencias y valora el conocimiento de las mujeres trabajadoras -remarcó-. Con mi trabajo aprendí de todo, lo técnico, lo financiero, lo social y siempre pude desempeñarme sin problemas. Siempre cuesta comenzar, pero una vez que se da el primer paso, después es más fácil".
"No siento que pueda alcanzar menos que un hombre"
Aunque todavía hay obstáculos, para Gabriela no son un problema, sigue avanzando, empoderada y segura de sí misma en el sector de la industria metalúrgica. "No siento que pueda alcanzar menos que un hombre, sigo adelante y estoy acostumbrada a compartir con ellos, voy a la par, no veo mucha diferencia", dijo.
Consideró que lo que debe cambiar en la sociedad para achicar aún más la brecha de género, "depende de cada una y del lugar que quiera ocupar".
"Valoro mucho el trabajo, me gusta mucho ser independiente y es importante que las mujeres estudien, trabajen en lo que les gusta, que hagan algo por ellas mismas", destacó.
Gabriela es una de las tres mujeres que a partir del año pasado integra la comisión directiva de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de San Francisco, hecho que considera como un logro muy importante.
"Fue un cambio grande, porque sentimos que tenemos voz en un espacio que antes era solo de hombres. Ellos están siempre trabajando con nosotros y se necesita de ambas partes", finalizó.
8 de Marzo
En todo el mundo el 8 de marzo se conmemora la lucha de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos.
Pero, ¿por qué tiene esta fecha? ¿Cuál es su verdadero origen? La suma de algunos sucesos hizo que en 1977 la ONU declarase de manera oficial el Día Internacional de la Mujer.
Pero un hecho puntual marcó un antes y un después en la vida de las mujeres. Ese primer 8 de marzo de 1875, cientos de trabajadoras textiles de una fábrica de Nueva York se manifestaron buscando la igualdad salarial respecto a sus compañeros hombres y una mejora de sus condiciones laborales. Lamentablemente, 120 trabajadoras fueron asesinadas a manos de la policía.