“Si dan a conocer la verdad, el paisaje de Italia es apocalíptico”
Los Colombo son una familia sanfrancisqueña con 13 hijos radicada en la zona epicentro de la pandemia en ese país. Lo que se pensó que era una neumonía "rara" se convirtió en una de las mayores crisis sanitarias. Vivir con el coronavirus en casa, el aislamiento y la importancia de tomar conciencia sobre un virus que arrasa con todo.
Por Stefanía Musso | LVSJ
La región de Lombardía es la más afectada por coronavirus en Italia. Este lugar, que es el motor económico del país también es el centro del foco de infección por covid - 19, alcanzando más de 70.000 casos positivos y más de 13.000 fallecidos.
A 28 kilómetros de la comuna de Grumello Cremonese, ubicada en la provincia de Cremona, donde vive la populosa familia Colombo de nuestra ciudad, apareció el paciente cero.
Desde ese momento, se asistió a una escalada de la difusión de la infección que puso a la Lombardía al mismo nivel que los contagios de Nueva York.
A dos meses del primer caso positivo, los Colombo atraviesan la cuarentena más larga luego de Wuhan (China). A pesar de los recaudos que tomaron, una de las hijas fue detectada con coronavirus.
Estos sanfracisqueños hace casi 17 años que están radicados en Italia. Ellos son: Isabel Salas (45) y Flavio Colombo (52), quienes viven junto a sus hijos José (30), Constanza (26), Julián (20), Carolina (18), Celeste (17) , Andrea (14), Gianluca (13), Filippo (11), Valentina (10), Mattia (6) y Francesco (4); mientras que las jóvenes Carla (28) y Camila (24) se mudaron a Sicilia y Brescia, respectivamente.
Aunque algunos de los integrantes de la familia salen para trabajar, los más chicos están cumpliendo la cuarentena estricta y la desinfección es constante en la casa. "Todo fue de golpe y catastrófico", aseguró Isabel en una telellamada con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Estamos bien gracias a Dios, pero los números que la gente ve de contagiados y muertos a través de los medios de comunicación en Italia no son reales. Ese número es diez veces menor al real y son los casos hospitalizados. ¿Cómo puede ser que estando todos en casa el viernes pasado se conocieran 105 casos positivos en 24 horas? Si dan a conocer la verdad, el paisaje de Italia es apocalíptico".
Sobre la región donde vive la familia, Isabel contó que "es la peor. Cremona tiene la mayor cantidad de contagiados de coronavirus per cápita".
Testigo de la pandemia, Isabel describió cómo se vive enfermedad: "Es durísima y afecta de manera diferente a cada persona. Hay gente que está 15 días con el virus, otros que hace dos meses que son positivo. También hay casos en que los hisopados dieron negativo y sin embargo, el virus deja secuelas como una fuerte neumonía que aparece luego. Hay gente que empeora en 48 horas, fallece y no sabés realmente porqué murió".
"En estos tiempos también se conoció que produce trombosis, por lo que también medican con heparina además de los antibióticos", agregó.
Constanza con su traje sanitario en su trabajo, luego de haberse recuperado del virus. Carla con el pequeño Alessandro en Sicilia y Camila en Brescia.
El coronavirus en casa
A pesar de cumplir con todas las medidas de higiene y seguridad, su hija Constanza se infectó. "Ella trabaja en la Agenzia Tutela Della Salute en Lombardía, a unos treinta minutos de casa. En su labor se contacta telefónicamente con los infectados para ver su evolución. El 10 de marzo pasado la hisoparon y dio positivo, luego de tener mucho dolor de cabeza, pero poca fiebre. Cuando la detectaron, hasta ese día estuvo comiendo con nosotros y utilizaba el barbijo", recordó la mujer.
El ente de control sanitario no dejó un día sin controlar la salud de Constanza que se recuperaba en su casa y obligó a todos los Colombo a una cuarentena extrema. "El seguimiento era constante", afirmó Isabel.
"Se escuchaban tanto las sirenas de las ambulancias que cerrábamos
las ventanas para no sentir su sonido. Fue realmente escalofriante".
Otra de sus hijas con una patología preexistente, diabetes, también fue medicada para evitar una complicación en su salud. Otros de sus hijos tuvieron síntomas compatibles con la enfermedad y ante esto, la sanidad italiana ya considera, sin testeo previo, que se trata de un caso de coronavirus. "Para nosotros fue algo normal que haya contagiados en casa sin estar hisopados. Una de las chicas tuvo una crisis asmática, otros tuvieron fiebre y conjuntivitis y se los diagnosticó como positivos a pesar de no estar hisopados. Hay muchos casos que ocurren y están dentro de los hogares, y esos son los números que no conoce el mundo", indicó.
Tras dos testeos negativos, Constanza volvió a su trabajo en la sanidad y ahora también se encarga de hacer hisopados.
"La escolaridad es una incertidumbre"
Los Colombo llevan adelante una estricta rutina de desinfección y cuidado. "Solamente salimos uno por familia cuando realmente se necesita. Cada cosa que llega mi casa la desinfectamos en el patio con alcohol. Cada tomate, cada caja de leche, cada fruta, todo se desinfecta con lavandina. Cuando estaba en cuarentena extrema por Constanza, si llegaba a salir me podían arrestar. Los zapatos se desinfectan afuera y nos cambiamos la ropa fuera de casa", describió Isabel la rutina.
"No existe más el contacto con la gente. Desapareció porque hoy tenés que protegerte de todo".
Flavio Colombo, el padre de familia, sale a trabajar como José y Constanza. En su caso, trabaja en una fábrica de oxígeno para hospitales. Sin duda, un trabajado esencial en estos tiempos. "Su empresa llegó a fabricar cinco veces más que en otras épocas. Mi hija y él, en sus trabajos, parecen astronautas por la ropa que usan. Luego, los trajes se tiran y ellos se hacen un baño con alcohol y jabón especial", narró la entrevistada.
En casa, con los más chicos, la tarea de Isabel es guiarlos en su educación que al igual que en la Argentina esa online. "Los chicos no van a al colegio desde fines de enero. Eso los entretiene. Tengo miedo por los que están terminando sus niveles porque no sé cómo rendirán los exámenes que tradicionalmente se toman acá frente a un tribunal. La escolaridad es una incertidumbre".
No es un astronauta, es Flavio, el jefe de familia, yendo a trabajar. Se desempeña en una fábrica de oxígeno para hospitales.
El inicio de todo
A mediados de enero, las cosas cambiaron en Italia y nunca imaginaron que se llegaría dónde están hoy. "En enero comenzaron una especie de pulmonías raras y nadie se imaginó que podía ser coronavirus. De hecho, ni los médicos tomaban los recaudos necesarios porque no creyeron jamás que algo así sucedería en nuestro pueblo", recordó la mujer.
Con el paciente cero detectado cerca de los Colombo se cerró la zona y Cremona quedó aislada. Tiempo después, en marzo, Italia era un desierto. "Con el primer paciente, el contagio fue irrefrenable".
La pandemia hizo estragos en ese país y estos sanfrancisqueño lo vivieron en primera persona. "Llegó un momento en Cremona que las camas de terapias intensivas de los hospitales estaban llenas. Era terrorífico porque todos los médicos y enfermeros estaban enfermos. El virus estaba en los nosocomios", recordó Isabel.
La situación fue extrema muchas veces. "Se escuchaban tanto las sirenas de las ambulancias que cerrábamos las ventanas para no sentir su sonido. Fue realmente escalofriante".
Antes y después del coronavirus. LA VOZ DE SAN JUSTO entrevistó a los Colombo en mayo de 2019 y ahora retomó el contacto
Eligen Italia
A pesar del panorama sombrío que atravesó la familia, Isabel fue contundente con su respuesta con respecto a regresar a nuestro país. "Nunca pensamos en volver a la Argentina. Primero, porque la sanidad en Italia es una excelencia, a pesar de todo lo que nos pasó. Imaginate si nos pasa algo así en nuestro país. Sé que si en la Argentina no tenés dinero, te morís. Acá todos los pacientes somos iguales", explicó.
Consultada sobre la decisión del presidente Alberto Fernández de decretar el aislamiento, Isabel opinó: "Era obligación que la Argentina tomara esa decisión. Tuvieron la oportunidad de hacerlo y nosotros, no. Acá buscaron los contactos con los chinos que llegaban al aeropuerto de Bérgamo y el problema estaba en los pueblos. Solo hisopaban a los que venían de China, pero daban negativo y el virus ya estaba porque no contaban con los asintomáticos".
"Acá nos decían que nos vacunemos contra la gripe, porque pensaban que era la forma de combatir todas las pulmonías que había, esas pulmonías `raras´. Le dije a mi marido que podía ser coronavirus y días después todo colapsó. Tal vez hoy no lo vean porque hay pocos casos o se contiene, pero cuando llega explota y nada se puede hacer", concluyó.