Violencia extrema
Seis allanamientos por el crimen a sangre fría del niño en Frontera, pero aún no hay detenidos

LA VOZ DE SAN JUSTO consultó a la fiscal Fabiana Bertero, quien confirmó los operativos realizados en las últimas horas. Sin embargo, el caso se mantiene bajo estricto hermetismo mientras los presuntos autores continúan prófugos.
La investigación por el brutal ataque a tiros que terminó con la vida de un niño de 4 años en Frontera continúa avanzando, aunque sin resultados concluyentes en cuanto a detenciones. El hecho, que conmocionó a toda la región, ocurrió el miércoles pasado en la intersección de las calles 86 y 7 del barrio Puzzi, cuando un grupo armado disparó al menos 15 veces contra un automóvil en el que se trasladaba Braian Martínez (31), su esposa y su pequeño hijo, identificado con las iniciales Z.T.
Según confirmaron fuentes judiciales a LA VOZ DE SAN JUSTO, en las últimas horas se realizaron seis allanamientos simultáneos en distintos domicilios de la ciudad de Frontera, pero los procedimientos no arrojaron resultados positivos ni en cuanto a detenciones ni al secuestro de elementos relevantes para la causa.
En un breve contacto con este medio, la fiscal Fabiana Bertero, a cargo de la investigación, ratificó los operativos aunque evitó brindar más detalles. El caso se mantiene bajo hermetismo absoluto, en un contexto marcado por la peligrosidad de los implicados y el temor creciente entre los vecinos.
El ataque, que dejó herido de gravedad a Martínez —quien aún se recupera en un centro de salud fuera de la ciudad—, fue directo y planificado. Testimonios indican que los agresores, a bordo de un Fiat Cronos, comenzaron a disparar desde atrás y luego bloquearon el paso del Ford Fiesta desde el frente para continuar con el ataque.
El pequeño Z.T. recibió al menos cuatro disparos y llegó sin signos vitales al Hospital “J. B. Iturraspe” de San Francisco. Su madre, que también viajaba en el auto, fue testigo directo del horror: “Ella bajó al nene del coche, desesperada, pero ya estaba muerto”, contó un vecino que presenció la escena y pidió mantenerse en el anonimato.
La principal hipótesis que se maneja es que se trató de un ajuste de cuentas entre bandas narco, lo que explicaría la violencia del ataque y la posterior aparición del Fiat Cronos incendiado en un descampado de Josefina.
“Sabían exactamente a quién buscaban. No fue al voleo”, afirmó una fuente cercana a la causa. Serían cuatro los presuntos autores, y ya fueron identificados, aunque la fiscal evitó dar destalles sobre los sospechosos, para no entorpecer las tareas de búsqueda.
Mientras tanto, en el barrio, reina el silencio. “Acá nadie dice nada porque todos tienen miedo. Esto es tierra de nadie”, confesó un residente.
La investigación sigue en curso con análisis de cámaras de seguridad, peritajes balísticos y toma de testimonios, en medio de una comunidad golpeada por la impunidad y la violencia creciente.