Se pusieron de novios en el Cres y se recibieron juntos con un 10
Para su trabajo final de la carrera de Diseño Industrial, Brenda y Maximiliano crearon un sistema de hidroponía asistido por una App. "Nos recibimos pero sabemos que siempre vamos a tener un pie dentro de la facultad", aseguró la pareja.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
Cuando llega diciembre comienzan a surgir los nuevos profesionales que se incorporan al mundo laboral luego de haber culminado una extenuante etapa de formación universitaria. Por eso, este mes viene cargado con múltiples ilusiones que terminan por estallar de alegría y satisfacción al conocer finalmente que todo el esfuerzo volcado en muchos años de estudio y sacrificio por fin se hizo realidad.
Este ha sido el caso, entre otros, de Brenda Graneros y Maximiliano Díaz. Ambos jóvenes, de 24 y 25 años respectivamente, aprobaron el trabajo final integrador de sus carreras de Diseño Industrial en el Centro Regional de Estudios Superiores (Cres) San Francisco y lo hicieron con 10.
El trabajo final integrador presentado por Brenda y Maximiliano estuvo basado en un innovador sistema de hidroponia hogareño denominado "Brotar" asistido por una App que ahora exponen en la Tecnoteca. A través de este mecanismo, una familia puede disponer de cultivos de diferentes especies logrados en un dispositivo.
Un elemento a tener en cuenta en esta historia de superación profesional tiene que ver con que la carrera que ambos eligieron les permitió además iniciar un proyecto en común ya que, con el paso del tiempo, las aulas del Cres fueron el ámbito ideal donde fue creciendo una relación entre ambos que los tiene como una feliz pareja de novios que, a partir de ahora, pueden planear acciones en conjunto basadas en todo lo aprendido allí.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, Brenda recordó que con Maximiliano "nos conocimos durante la carrera, llevando adelante otras prácticas que hicimos juntos en tercer año" y luego, con el paso del tiempo, continuaron desarrollando los contenidos de sus carreras que ahora culminaron con este trabajo final integrador.
El sistema de hidroponía creado por los estudiantes.
Sobre el trabajo final
Sobre el trabajo final presentado, Brenda explicó que "el sistema consta de una cápsula donde se generan los plantines por germinación y cuando ya tiene sus primeras hojas se trasplanta al sistema hidropónico que va colgado en la pared y conectado a la red de energía eléctrica y desde la aplicación móvil se cuenta con una base de datos con un completo instructivo que permite lograr una conectividad permanente con el producto".
De esta manera, a través de la aplicación móvil se puede obtener información sobre el ph del agua, la temperatura, necesidad de ventilación, riego, etc. "El sistema tiene un mecanismo de riego asistido, no es automático porque se requiere la intervención de una persona que atienda las notificaciones de la aplicación desde donde se informa cuándo se necesita regar las hortalizas".
Antecedentes del proyecto
Para llegar a este proyecto, Brenda y Maximiliano empezaron a trabajar a mediados de 2019 en el marco del Taller de Metodología Aplicada.
"Allí llevamos a cabo todo el proyecto y la investigación de lo que es hidroponía hasta llegar a interiores de hogares".
Durante 2020 y 2021, pandemia mediante, los jóvenes dedicaron su tiempo y esfuerzo para el desarrollo del producto a partir de un exhaustivo trabajo de diseño de cada una de las piezas que componen el trabajo.
"Tuvimos que determinar todo desde cero. Desde la forma que le íbamos a dar, saber si iba a ir colgado o apoyado, etc. hasta llegar al diseño final de la maqueta prototipo" basada en un trabajo realizado en 3D a partir de la intervención del Laboratorio de Prototipado Rápido y el taller de matricería que permitió aportar a la terminación de la maqueta.
Si bien este trabajo final consiste en una maqueta, el mismo puede aplicarse a la realización de un producto funcional "para poder producirlo en la región y es perfectamente adaptable a cultivos de hoja como el caso de lechuga, albahaca, rúcula o perejil y aromáticas como romero, orégano, etc. Además, se pueden incluir algunos frutos como tomates o pimientos y algunos microbrotes para consumo".
Costo y utilidad
Si bien esta maqueta es el prototipo del proyecto, el mismo ha sido pensado como un producto que pueda ser comercializado en el futuro a un costo accesible y comparable a un electrodoméstico hogareño.
En este caso Brenda explicó que junto con Maximiliano "pensamos en la elaboración de un producto más terrenal que se pueda producir con una inversión que pueda ser amortizada a corto plazo y que además se pueda equiparar a un electrodoméstico. En este caso, lo comparamos con el costo de un TV Smart de 43 pulgadas (que tiene un costo promedio de 45 mil pesos, aproximadamente)".
Este producto, por su concepción, diseño y utilidad práctica está apuntado a un segmento social integrado por millenials que viven solos o en pareja. "Es un producto perfectamente adaptable a espacios reducidos y por eso creemos que los jóvenes son el segmento ideal para utilizar este producto ya que muchos viven en edificios con espacios pequeños donde no hay mucho lugar para desarrollar sus propios cultivos".
Brenda y Maximiliano junto al coordinador de la carrera de Diseño Industrial, Pablo Ambrosino, y el coordinador del Cres, Germán Fassetta.
La importancia de formarse en el Cres
Luego de haber desarrollado íntegramente su formación universitaria en el Cres San Francisco, Brenda se mostró "muy agradecida" y en este punto aclaró que "hablo por los dos" cuando expresó "este agradecimiento a toda la facultad, los profesionales y diseñadores porque todo lo que recibimos en nuestro proceso educativo universitario resultó fundamental para que este proyecto haya llegado a lo que llegó".
Entre otras cosas indicó que "es muy lindo comprobar todas las herramientas que nos brindó la facultad, las capacitaciones y las oportunidades destinadas a hacer crecer al estudiante y luego en su etapa como profesional en la facultad".
"Nosotros nos recibimos pero sabemos que siempre vamos a tener un pie dentro de la facultad" comentó para concluir señalando que en todo su proceso universitario "la educación en el Cres fue de máxima calidad".