¿Se le fue o la dejó ir?
A Messi se le pasó una nueva oportunidad de consagrarse con la Selección Argentina. Por Kazán al cierre de muchas editoriales, todos se preguntan qué será de la vida de "Leo". Frustración y ¿Alejamiento definitivo?
POR LUCIANO OLIVERO, desde Kazán
Allá, a lo lejos, su sonrisa timorata en varios medios porteños. Eran las notas previas al Mundial, era escuchar que el soñaba con la copa, para que todos también empecemos a soñar. La triste fiesta contra Haití, para darle luego carril libre a su alegría por prepararse en Barcelona, su hogar, dulce hogar. Los conflictos con Israel, su decisión de cuidarse y cuidar a sus compañeros, el arribo a Rusia.
"Los jugadores interpretaron la idea", "Messi está muy bien y será nuestro abanderado" afirmó Sampaoli horas previas al debut.
Islandia lo castigó, le cerró los espacios y no lo dejó ser. No pudo ser el conductor. Todos decían que "estaba triste". Contra Croacia fue solo un oasis, que duró algo de medio tiempo, pero la adversidad luego se lo devoró. Ante Nigeria, su mejor versión o mejor dicho, lo que mínimamente puede dar. Este sábado, otra vez ausente.
Se fue otra oportunidad. Solo él sabe si habrá otra, porque en Qatar 2022 tendrá 35 años. Lionel Messi quedó retenido en la telaraña de Francia, que le cerró los caminos y lo dejó con la frustración de una nueva chance perdida en el Mundial de Rusia 2018, parado en el medio de la cancha del Arena Kazán negándose a irse.
Messi nunca pudo resolver la marca planteada por NGolo Kanté y Blaise Matuidi, Messi no pudo darle continuidad a la ilusión encendida en los hinchas argentinos por su gol ante Nigeria en el partido anterior.
Más allá de su bajo nivel individual, la "Pulga" fue víctima de un equipo opaco, sin trabajo ni coordinación, que nunca lo ayudó a resaltar sus virtudes en el campo de juego.
El único futbolista que asomó por momentos como un posible socio para su juego fue Ever Banega, en el choque ante Nigeria, pero el volante de Sevilla no pudo repetir con Francia y la "Pulga" apenas mostró pincelazos de su juego ante los dirigidos por Didier Deschamps.
Lo poco de Messi en la tarde de Kazán se remitió a un pase profundo para Cristian Pavón, una jugada individual que definió con un remate sin fuerza y un pase gol para Agüero, en el tercer tanto argentino.
Cuando el árbitro iraní Alireza Faghani marcó el final del encuentro, Messi se mostró abatido y Mascherano lo fue a buscar para que lo acompañe junto a sus compañeros a saludar a los miles de argentinos que habían alentado en el estadio.
Acto seguido, la "Pulga" se sacó la cinta de capitán y se fue a los vestuarios. Más tarde, se retiró del Kazán Arena sin realizar declaraciones.
El estado de ánimo del crack del Barcelona fue tema de discusión en los últimas días, incluyendo temas extrafutbolísticos, como la incertidumbre por el estado de su relación con Antonela Roccuzzo. La joven, que no estuvo en Rusia ni el Día del Padre ni cuando Messi cumplió años -el 24 de junio-, finalmente llegó junto a sus hijos a última hora del viernes a Kazán y pudo visitar a su esposo en la concentración de la Selección argentina.
Luego, Roccuzzo y la familia de la "Pulga" estuvieron en el Kazan Arena, donde el futbolista no pudo torcer su historia en los Mundiales y volvió a despedirse sin éxito, al igual que en Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. ¿Dejó pasar su última oportunidad o querrá volver a tenerla en Qatar 2022?