Se iniciaron las obras para colocar el nuevo reloj led en la Plaza Cívica
Estos trabajos se enmarcan en la remodelación del Centro Cívico que lleva adelante el municipio. El anterior aparato será reemplazado por un moderno tótem con pantallas led, que además de la hora dará información útil y agenda de eventos.
Algunos opinan que lo antiguo y moderno deben convivir para que exista una perfecta armonía. Desde hace unos meses, la municipalidad de San Francisco lleva a delante un proceso de modernización del Centro Cívico buscando ese equilibrio tratando de dar una nueva imagen a este sector de la ciudad sin perder sus rasgos esenciales.
En ese camino se está incorporando y adaptando nuevos elementos y el uso de tecnología utilizadas en otras ciudades y capitales le mundo, pero sin borrar la valiosa historia y aquellos los íconos y símbolos que dieron identidad a todos los sanfrancisqueños.
Entre las principales tareas se encuentra la modernización del tradicional reloj ubicado en este espacio público que desde hace varios años se encuentra fuera de servicio. Esta semana comenzaron las obras para adaptar la estructura del antiguo aparato al nuevo tótem con pantallas led, que informará la hora pero también el clima y se usará para difusión de eventos, entre otros usos.
Damián Bernarte, intendente de San Francisco, indicó que el nuevo aparato contará con cuatro pantallas con tecnología led, como se puede encontrar en las principales ciudades del mundo, que brinde un servicio más completo además de la hora, fecha y temperatura ambiente como hizo hasta antes de dejar de funcionar. "Marcará un hito tecnológico para la ciudad y una imagen más renovada y moderna del centro de la ciudad", dijo el mandatario.
Según información del archivo de LA VOZ DE SAN JUSTO, el reloj ubicado en el Centro Cívico data de la década del '60, siendo primero un reloj analógico y pasando luego a ser digital que además de la hora brinda otros datos como la fecha y la temperatura ambiente.
Los pioneros en este proyecto fueron los arquitectos que diseñaron el Centro Cívico, iniciativa que fue avalada por el Rotary Club.
"En aquel tiempo, el reloj público cumplía una función muy importante, que hoy se ha perdido ante los avances de la tecnología", manifestó en una nota a nuestro diario de 2018 el arquitecto sanfrancisqueño Rafael Macchieraldo, quien integró el Rotary Club y asesoró en estos proyectos de la época.
"Normalmente, los relojes públicos están en las iglesias y vienen a reemplazar a los antiguos campanarios que marcaban la hora. Pero el caso de San Francisco es muy especial, ya que a diferencia de otros pueblos y ciudades, no tiene su Catedral en la plaza central, sino a cinco cuadras de ella. Allí si se encuentra el campanario que aún marca la hora, pero en aquel momento era necesario contar en el centro con un elemento que reemplazase a esas campanas que están en la iglesia", explicó.
Refuncionalizar
Tras un diagnóstico realizado para la puesta en valor y modernización del Centro Cívico, se detectó la presencia del reloj que en otras décadas había tenido un su importancia pero en los últimos tiempos estaba en desuso y era algo totalmente obsoleto.
Los encargados del proyecto destacaron a este elemento como uno de los íconos del espacio que se está renovando aunque propusieron adaptarlo a las nuevas tecnologías y refuncionalizarlo para que cumplir nuevas tareas y que sea práctico a las nuevas generaciones.
Mario Daró, secretario de Modernización municipal, explicó que en un primer momento tuvieron la idea de recuperar el actual reloj, pero no pudieron hacerlo dado la imposibilidad de conseguir los repuestos.
"A partir de allí, y en virtud del pedido de nuestro intendente Damián Bernarte, aprovechado además la estructura existente del reloj, la hicimos verificar con especialistas y nos confirmaron que la misma es segura, siempre y cuando le agreguemos un refuerzo de hormigón habida cuenta el peso de las pantallas, cosa que ya hicimos también", indicó el secretario.
Con respecto a las características técnicas, cada uno de los cuatro paneles, es decir cada cara del futuro tótem, tiene un peso de 200 kilos y una medida de cuatro metros de alto por uno de ancho. Posee tecnología led para exterior, lo que permite soportan las inclemencias climáticas y tiene un mayor contraste respecto a las pantallas de interior dado la exposición permanente a la luz del sol.
"Además de la hora, la fecha o la temperatura ambiente, cuestiones que ya han quedado obsoletas dado los avances tecnológicos, este nuevo tótem se podrá utilizar para muchas otras funciones, como por ejemplo, dar a conocer el pronóstico del tiempo, la promoción de actividades institucionales, difusión de diferentes campañas de concientización y la agenda de eventos de San Francisco", explicó Daró, quien añadió: "Esta tecnología nos permite además programar desde Tecnoteca, a través de un enlace, lo que se vaya a publicar en cada una de las cuatro caras, es decir podremos brindar al instante un servicio más completo a los que pasen por ese espacio o a quienes lo utilicen".