Se despidió injustamente
A veces cabe el consuelo de tontos y esta puede ser una de esas ocasiones. La Argentina jugó bien, pero no pudo con Brasil y se despidió en las semifinales de la Copa América, tras perder 2-0.
Suena a injusticia, pero la realidad manda. El equipo argentino perdió ante Brasil 2 por 0 en la semifinal de la Copa América y se despidió de la competición, en un juego que se disputó en el estadio Mineirao, de Belo Horizonte.
A pesar del resultado final, la Argentina redondeó una aceptable actuación que lo pudo acercar al empate, pero no llegó y deberá jugar el próximo sábado por el tercer puesto en San Pablo, con el perder de Chile y Perú.
Se esperaba ver un Brasil muy superior, pero no ocurrió. Desde lo táctico, al menos hasta los cambios donde volvió a errar el DT, el conjunto "albiceleste" dominó las acciones y solo dejó al local prevalecer por un corto tiempo.
Cuando Brasil se puso en ventaja, parecía que se venía lo peor, pero a partir de allí aparecieron las virtudes que Argentina tenía escondidas en esta Copa América y que no había mostrado ni siquiera en los dos partidos ganados ante Catar y Venezuela.
Con esa tesitura terminó jugando el equipo argentino el primer período y salió a disputar la etapa final, "olfateando" que la igualdad no era imposible y la chance de lograrla estaba al alcance de la mano, o mejor dicho de los pies de Messi, bien secundado por Lautaro Martínez, Marcos Acuña (ambos llegaron a la segunda tarjeta amarilla y no podrán estar en el partido por el tercer puesto en San Pablo) y Rodrigo De Paul, más las asociaciones que siempre proponía Sergio Agüero.
Parecía que se le podía dar a Argentina cuando producto de otra buena acción colectiva el propio Messi "reventó" el palo derecho del arco de Alisson, generando una nueva chance clara que ya le permitió, en el rubro merecimientos, por lo menos no estar en desventaja.
Pero de tanto ir lo sorprendieron en una contra al equipo argentino cuando Gabriel Jesús se escapó por izquierda, Nicolás Otamendi no se animó a derribarlo y el compañero de Agüero en el Manchester City tocó al medio para que casi desde la misma posición que en su gol del primer tiempo, Roberto Firmino señalara la segunda y definitiva conquista que sentenció la historia.
No se entregó el conjunto albiceleste durante los 20 minutos que quedaban de partido y siguió yendo con orgullo, ante un equipo brasileño que se llevaba todo sin hacer mucho, más bien demasiado poco, apenas unos relumbrones con los que llegó a la conversión de sendos tantos.
La oportunidad de una nueva Copa América, el año próximo con organización compartida entre Argentina y Colombia (allí se jugará la final), será otra oportunidad casi inmediata para el "Lío" jugador, aunque quien sabe si lo será para el "Lío" entrenador, que será juzgado por sus méritos y deméritos exhibidos en esta competencia, donde el saldo definitivo quedará para el próximo sábado en el Arena do Gremio por un lugar en el podio.
Argentina llegó a Brasil sin demasiadas expectativas reales,
con un cuerpo técnico en su totalidad sin antecedentes y varios jugadores
ingresando en un tiempo de recambio. Hay que pensar en el futuro, dejar ya de lado
a algunos de la "guardia vieja" encabezados por Di María y apostar a
lo que viene.