Santino Sosa necesita ayuda

El pequeño padece una obstrucción del intestino grueso que lo obliga a vivir con pañales a los que hoy no puede acceder. Además, su papá pide la colaboración de la comunidad para costear los pasajes a Santa Fe para retomar el tratamiento de su hijo. También necesitan un ventilador y ropa. Quienes deseen ayudar pueden llamar al (03564) 15365791.
Santino Sosa, el niño de 6 años de nuestra ciudad que nació con una obstrucción del intestino grueso, necesita ayuda. Y rápido.
Es que, según explicó su papá, Juan Carlos Sosa, se quedó sin los pañales que debe usar en gran cantidad y para reemplazar las bolsas descartables de colostomía, que son aún más costosas, inalcanzables para este vendedor ambulante de medias y repasadores que es el único sostén del hogar que comparte con sus tres hijos.
Santino pasó ya por seis operaciones y no baja los brazos. Quiere una vida normal y para ello la esperanza de los médicos y de la familia está puesta en otras dos intervenciones quirúrgicas que le ganarían una gran batalla a la enfermedad de Hirschsprung que padece, una obstrucción del intestino grueso que lo obliga a vivir con bolsas de colostomía o pañales para eliminar las heces que su intestino no puede procesar.
Además, el niño debe cumplir una rigurosa dieta y con la ingesta de medicamentos diarios y controles médicos fuera de San Francisco, una rutina que su humilde padre puede costear a duras penas. "Por no poder pagar los pasajes, en el último tiempo no pude viajar para llevarlo a su tratamiento médico" en el Hospital de Niños "Dr. Orlando Alassia" de Santa Fe, contó "Carlitos", como todos lo conocen.
Si bien el municipio e instituciones sociales colaboran con ellos, la ayuda no es suficiente, por lo que solicitan apoyo a la comunidad.
"Santino usa 10 o 12 pañales para adultos por día. Imagínese que una bolsa de estos pañales con 30 unidades cuesta 1.300 pesos, es imposible que yo pueda comprarlos. Generalmente, los busco en la Asistencia Pública y en Amigos del Bien, pero desde hace algunos días no hay. Por eso pido la ayuda de todos. Ya no tengo pañales para esta semana", manifestó el hombre.
Las carencias de esta familia son muchas. Más allá de los pañales, necesitan ropa para los chicos, un ventilador doméstico y dinero para costear los viajes para realizar los controles a su hijo más pequeño, mientras Carlos, a sus 50 años, sueña con un trabajo formal, aunque lamenta que "no muchos quieran darle una oportunidad laboral a alguien de mi edad".