Agricultura
Santa Rosa impulsó la campaña maicera: Arroyito apuesta al maíz temprano
/https://lvdsjcdn.eleco.com.ar/media/2025/09/nicolas_riba_productor.jpg)
Las lluvias dejaron perfiles recargados en varias zonas de Córdoba, generando optimismo para productores arroyitenses. La caída en población de chicharrita y la disponibilidad de agua permiten diversificar la rotación, mientras que en el sudeste provincial, los excesos hídricos y la erosión marcan desafíos para la campaña.
Las precipitaciones registradas durante Santa Rosa marcaron la planificación de la campaña gruesa en Córdoba. En pocas horas, el evento dejó grandes volúmenes de agua con impactos diferenciados: en algunas zonas los perfiles quedaron recargados, alentando el regreso al maíz temprano; en otras, la intensidad de las lluvias provocó erosión hídrica y daños en infraestructura.
En el centro y norte provincial, la lluvia significó una inyección de optimismo para productores que venían golpeados por la sequía y la chicharrita. Nicolás Riba, productor Aapresid de Arroyito, explicó a TodoAgro que la estrategia cambió respecto del año pasado: “Gran parte del área de maíz se destinó a girasol. Este año se pierde un poco el miedo a hacer maíz, porque vemos menos población de chicharrita. A esto se suma la recarga de los perfiles post Santa Rosa, todo lo que nos anima a volver a los niveles históricos de la rotación con esta gramínea”.
Riba adelantó que la apuesta será a maíces de punta, tanto tempranos como tardíos. “Ya habíamos comprado híbridos doble propósito, quedando sólo por ajustar cuestiones como subir la densidad y ajustar fertilización. Con toda la diversificación que le metamos, tratamos de bajar el riesgo y buscar estabilidad”, comentó. Además, señaló que en el caso del maíz temprano los riesgos climáticos de diciembre siguen presentes, mientras que los tardíos se planifican para fin de año, buscando evitar golpes de calor en enero.
/https://lvdsjcdn.eleco.com.ar/media/2025/09/maiz.jpg)
Por el contrario, en el sudeste de Córdoba, los efectos de Santa Rosa fueron extremos. Adrián Moriconi, productor de la Regional Aapresid Los Surgentes-Inriville, relató: “Han caído 250 milímetros en 17 horas. En las zonas altas el agua escurrió rápido, pero el gran problema fue la erosión, que hace mucho daño y no es sencillo enfrentar”. Los caminos rurales quedaron destruidos, canales desbordados y suelos castigados, con diferencia marcada entre lotes protegidos por cultivos de invierno y aquellos en barbecho.
Moriconi detalló que las decisiones de siembra se toman según el potencial del lote: “Los tardíos se destinan a lotes cercanos al río y con erosión acumulada; los mejores ambientes siempre se destinan a siembras tempranas”. Otro desafío fue el manejo del fertilizante: “No sabemos si la urea que incorporamos quedó a 30, 50 centímetros o se fue tres metros abajo”.
El evento climático mostró dos caras: oportunidades para retomar el maíz temprano en regiones con agua disponible y la urgencia de prácticas que reduzcan el impacto de lluvias extremas. Según un productor Aapresid, “la siembra directa es clave, pero también lo es intensificar secuencias, cultivos de cobertura y la coordinación entre consorcios camineros, productores y autoridades. A veces quien toca un camino cambia el curso del agua y perjudica otras zonas, por eso es vital el diálogo en cuencas que atraviesan múltiples dueños”.