Santa Fe: rescataron a un hombre de 91 años víctima de trata de personas
Un hombre de 91 años fue hallado en un campo de la ciudad de Venado Tuerto, Santa Fe, donde trabajaba en condiciones de esclavitud en una jornada de doce horas diarias a cambio de $200.
Tras el operativo donde participó Gendarmería Nacional, el adulto fue trasladado a un centro de salud de la ciudad.
De acuerdo a la denuncia, el hombre residía en dicho campo en absoluta precariedad, además de ser obligado a trabajar en la cría ovina y avícola durante doce horas por día.
El acusado de trata lo trasladaba a Venado Tuerto una vez al mes para que el hombre cobre su jubilación, la cual era retenida por este.
La denuncia recayó en el fiscal federal Arzubi Calvo, quien certificó las condiciones precarias donde se encontraba la víctima, luego del allanamiento por parte de las fuerzas de seguridad.
Además, cuando el peón debía cobrar su jubilación, según relató la propia víctima ante la Justicia, el dueño del campo identificado con las iniciales P.J.R. lo llevaba hasta Venado Tuerto para quedarse con ese dinero.
Las mismas fuentes relataron que fue a través de un llamado anónimo que se conoció la historia y que comenzaron a moverse los engranajes que tuvieron como último acto un allanamiento el viernes pasado.
El 18 de febrero el delegado de Uatre en Venado Tuerto, Juan Flagerthy, junto a un equipo del Registro Nacional Trabajadores Rurales y Estibadores (Renatre), se hicieron presentes en el lugar con más dudas que certezas para entrevistarse con J.A.C.
En esa primera charla, el peón reveló que 200 pesos era toda la paga que recibía por sus tareas y expresó: "El sueldo me alcanza para comprarme dos atados de puchos".
Por su parte P.J.R., al ser consultado sobre la situación a la que sometía al hombre de 91 años, argumentó: "Él no cobra sueldo, si ya tiene la jubilación para qué le voy a pagar". Al día siguiente, desde Uatre se presentó una denuncia ante el Ministerio de Trabajo local.
A principios de este mes el juez federal de Rosario, Carlos Vera Barros, trasladó el oficio al fiscal federal Javier Arzubi Calvo que ordenó a la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) que realizara durante dos días tareas de inteligencia para constatar la explotación laboral.
El informe presentado ante el fiscal daba cuenta de que J.A.C. vivía en una vivienda deteriorada y en condiciones de precariedad, sin revoque, con rajaduras en los techos y en las paredes. En condiciones infrahumanas.