“Sani” se juega el ascenso y la ciudad tiene que estar presente

Por Ignacio Omedes | LVSJ

San Francisco no puede mirar para otro lado. El momento es ahora. San Isidro está disputando la gran final de la Liga Argentina 2024-2025 frente a Racing de Chivilcoy, en busca del tan anhelado ascenso a la Liga Nacional, la máxima categoría del básquet argentino. Sí, ese lugar donde compiten Boca Juniors, Instituto de Córdoba, Quimsa de Santiago del Estero y los equipos más importantes del país. Y San Isidro, con su historia, su gente y su presente deportivo, está a un paso de lograrlo.

La serie está 2-0 a favor del conjunto bonaerense, que hizo valer su localía en el “Grilon” Arena. En el primer partido, el equipo de Sebastián Porta sintió el parate de un mes y medio sin competencia. La falta de ritmo fue evidente, y Racing lo aprovechó al máximo: fue 88 a 68 para los de Diego D’Ambrosio, que dominaron de principio a fin.

En el segundo juego, los “Halcones Rojos” mostraron otra cara. Salieron con más decisión, concentración y actitud. Incluso llegaron a tener una ventaja de 13 puntos, pero en el último cuarto se le cerró el aro, bajaron la intensidad y Racing dio vuelta el marcador para imponerse por 73-65. Un golpe duro, pero que también dejó señales claras: este equipo puede. Este equipo tiene con qué.

Ahora la serie se traslada a San Francisco. Y por eso hay que decirlo con todas las letras: la ciudad tiene que estar a la altura del momento. Este lunes, a partir de las 21, se juega el tercer partido en el estadio “Antonio Manno”. Y San Isidro no puede estar solo. La cancha tiene que explotar, las tribunas deben vibrar y el aliento tiene que hacerse sentir desde el primer segundo.

Porque esta vez no se juega solo un ascenso para el club. Se juega un ascenso para toda San Francisco. Para volver a estar en el mapa nacional del básquet, para competir en la Liga Nacional, para que la ciudad sea protagonista entre los grandes. No es una ilusión lejana. Está ahí, al alcance de la mano, pero se necesita de todos.

La serie está en “match point” para Racing. San Isidro no tiene margen de error. Tiene que ganar el lunes, luego hacerlo otra vez el miércoles y así forzar un quinto partido en Chivilcoy. Es difícil, claro. Pero no imposible. Este equipo ya dio muestras de carácter a lo largo del torneo, superó adversidades y se ganó con creces el lugar que ocupa hoy.

Por eso, más que nunca, el “Manno” debe ser una caldera. Racing hizo sentir la localía en Chivilcoy, y ahora le toca a San Isidro sentirse más fuerte que nunca en su casa. El acompañamiento del público puede ser clave. Puede marcar la diferencia. Puede darle al equipo ese envión anímico que tanto necesita.

Este lunes se juega una final. Tal vez la más importante en años. Que nadie se quede afuera. Que nadie mire de costado. San Isidro lo necesita. San Francisco lo merece.