Crisis
SanCor: la agonía de un gigante lácteo argentino
La cooperativa láctea enfrenta una crisis sin precedentes, con una producción reducida a solo 200.000 litros por día y despidos masivos que han dejado a 300 trabajadores sin empleo y la falta de suministro eléctrico en su planta de Balnearia.
La crisis de SanCor, la emblemática cooperativa láctea argentina con plantas en las provincias de Santa Fe y Córdoba, se profundiza con despidos masivos, una producción en caída libre y el corte del suministro eléctrico en algunas de sus plantas. La empresa, que en su momento fue líder en la industria láctea nacional, atraviesa una situación financiera crítica que pone en riesgo su continuidad y la de miles de trabajadores.
En sus mejores épocas, SanCor procesaba más de 3 millones de litros de leche diarios en 14 plantas industriales y contaba con más de 5.000 empleados. Hoy, la realidad es muy diferente: con solo seis plantas operativas y una producción reducida a aproximadamente 200.000 litros por día, la cooperativa lucha por sobrevivir. Además, el número de empleados ha caído drásticamente a alrededor de 1.300, con recientes despidos de más de 300 trabajadores que estaban bajo la modalidad de "jornada libre".
El pasado 27 de enero, la Cooperativa de Provisión de Obras y Servicios Públicos Balnearia Ltda. dejó sin luz a la planta de Balnearia, en Córdoba, debido a una millonaria deuda de SanCor con la empresa de servicios públicos. Este hecho dejó paralizada la producción de quesos semiduros, agravando aún más la situación de la cooperativa.
Causas de la crisis
Diversos factores han contribuido a la debacle de SanCor. Entre ellos, se destacan:
- Mala gestión financiera: Durante años, la empresa acumuló deudas con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el Estado y otros acreedores, generando un ahogo financiero.
- Crisis del sector lechero: La volatilidad de los precios internacionales, el aumento de costos de producción y la falta de incentivos para la actividad tambera han afectado gravemente la rentabilidad del sector.
- Conflictos sindicales: La tensa relación con la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) ha generado múltiples conflictos laborales, paros y bloqueos que han impactado en la producción y distribución.
- Fracaso en los intentos de rescate: Distintas iniciativas, como la conformación de un fideicomiso para atraer inversores, no lograron revertir la crisis ni garantizar la continuidad de la compañía.
En el marco de la crisis de la empresa, el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roald Báscolo, calificó la situación de SanCor como "terminal" y aseguró que la empresa debe encontrar un socio o vender sus plantas para evitar la quiebra. Advirtió que, con la producción actual, SanCor no puede ni siquiera cubrir los sueldos de sus empleados.
La crisis de SanCor no solo afecta a sus trabajadores y productores tamberos, sino también a la economía de las regiones en las que opera. En Santa Fe y Córdoba, muchas localidades dependen directamente de la actividad láctea, y el colapso de la cooperativa podría generar un impacto devastador en la economía local. Además, el achicamiento de SanCor deja un vacío en el mercado que otras empresas intentan ocupar, pero sin la capacidad de absorber a todos los trabajadores despedidos.
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Un futuro incierto
La incertidumbre también golpea a los trabajadores que aún conservan sus empleos en las distintas plantas. Muchos de ellos llevan meses sin recibir su salario completo y dependen de pagos parciales que llegan con demoras. La angustia crece ante la posibilidad de nuevos despidos y la falta de una estrategia clara que garantice la continuidad de la empresa. Las familias de los empleados enfrentan dificultades económicas cada vez mayores, sin certeza sobre su futuro laboral.
A pesar de las numerosas advertencias sobre la fragilidad de la empresa, no se vislumbra una solución concreta en el corto plazo. La falta de financiamiento, sumada a la desconfianza de los inversores, complica cualquier intento de reestructuración. En medio de esta incertidumbre, trascendió que la nueva directiva de SanCor evalúa la posibilidad de abandonar su estructura cooperativa, permitiendo la entrada de capitales privados.
La historia de SanCor es un reflejo de los problemas estructurales que enfrenta el sector lácteo en Argentina. Lo que alguna vez fue un modelo de cooperativismo y éxito industrial hoy agoniza, sin que hasta el momento haya una salida clara para evitar su colapso definitivo.