San Justo “monumental”: ayer los bustos, hoy esculturas con sentido social

Antes del "Ni una Menos" en los pueblos ya se instalaba el debate a través del arte. Sus nuevos monumentos urbanos aportan una visión propia del feminismo, la perspectiva de género, entre otros temas que movilizan a la sociedad.
Por Vanina Panero
Violencia de género, aborto legal, identidad, son hoy algunos de los temas centrales de debate en la sociedad. Mucho antes de que se instalaran en la agenda, el arte visibilizaba en los pueblos estas temáticas a través de sus nuevos monumentos, que expresan una visión propia del feminismo.
Así, las tradicionales esculturas de la mujer que se veían con niños entre sus brazos fueron reemplazadas por diseños "más modernos" que reflejan una expresión propia por parte de los escultores, pero dejan abierta a la interpretación de cada receptor.
Uno de los más nuevos es el monumento al lector, inaugurado en el mes de marzo, en el acceso sur a la ciudad de Brinkmann. La escultura de 9,5 metros de altura, elaborada a base de cemento, hierro y resina, muestra una serie de libros "apilados" con el nombre de los diez famosos escritores argentinos.
En la cima, una pareja de adolescentes sosteniendo y leyendo el mismo libro; la mujer, con su pie sobre el del hombre lo que refleja una "paridad" entre ambos sexos. Así lo diseñó y elaboró el escultor cordobés Guillermo Lotz, quien en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO, señaló que "mucho antes de que se instalara el debate sobre la ideología de género en nuestro país, yo ya había pensado y diseñado este monumento. Ya estaban planteadas esas dos figuras (hombre y mujer) con idénticos valores y la necesidad de avanzar juntos en un proyecto, en igualdad de condiciones".
Paridad y no división entre sexos
"En la escultora, el hombre está al lado de la mujer, lo que significa que los proyectos individuales deben ser respetados el uno del otro", explicó.
Asimismo, Lotz consignó que la mujer apoya su pie sobre el del varón "en un gesto de amistad, confianza y paridad".
En este sentido, el artista opinó que "hablar de la posición o empoderamiento de la mujer es algo más bien cultural, ya que es un tema que también debe afectar al hombre, a la par, no divididos".
En la escultura, ambos sostienen y leen el mismo libro. Según la interpretación de Lotz, "la cuestión de géneros no deberían existir si culturalmente tendríamos en claro qué es el hombre como cosa genérica (refiriéndose a la humanidad)", manifestó.
El escultor reconoció que "el debate es necesario. Eso, solo se consigue a través del ejercicio de la palabra en búsqueda de una conciencia crítica".
El monumento al lector rinde homenaje a diez escritores argentinos
De libre interpretación
El escultor afirmó que no hace obras para que lo feliciten, sino "por amor al arte" y que la interpretación de cada persona puede ser diferente a la propia.
"La idea es que la escultura exprese un momento o momentos de la realidad con la interpretación que hace el artista, aunque la lectura puede ser una o varias. Yo puedo hacer una muy diferente de la que hace otra persona; lo importante es que la obra de arte emocione, si eso se logra es porque valió la pena", reflexionó.
Lotz tiene 77 años y desde los ocho mantiene su pasión por el arte lo que lo llevó a incursionar en nuevas técnicas de trabajo.
Un homenaje a los escritores argentinos
El monumento al lector rinde homenaje a escritores argentinos, y fue inaugurado en el marco delCongreso Internacional de la Lengua que se desarrolló en Brinkmann.
"Sobre la base del escultura está mostrando un testimonio, un reconocimiento a los sembradores de la cultura en Brinkmann: Jorge Isaac y Filemón Alfredo Delgado, creadores de dos importantes escuelas de la ciudad", comentó Lotz.
La pieza "El camino al lector" muestra una serie de libros "apilados" de manera irregular que habla de "construir una sociedad que camina armoniosamente con la necesidad de cultivar el espíritu".
Mujeres de hierro, la visión de un freyrense que hace arte con chatarras
En Freyre, una escultura alegórica a la mujer concentra la atención de quienes pasan por la plaza Manuel Belgrano. Se trata del monumento a la Mujer, el primero de más de cinco diseñados por el artista local Carlos Funes, quien transforma las chatarras en obras de arte que "elevan" al pueblo.
"Es parte del episodio de una novelada que escribí", dijo Funes. En una escultura de hierro, el artista representó, hace once años "la fortaleza y el poder de las mujeres". Delante de ella, tres caballos, que hablan de "los obstáculos que deben atravesar las mujeres durante toda su vida y la capacidad de domar esas situaciones".

En el mismo espacio público, la escultura de una mujer de 2,20 metros con una bandera argentina, fue la figura elegida por Funes para representar a la Patria.
Esta mujer es además la encargada de custodiar las cenizas de las banderas oficiales del pueblo, que se encuentran dentro de un cofre con candados, debajo de la pieza escultórica
En Freyre, dos esculturas de hierro
simbolizan el poder y la fuerza de las mujeres
"Las obras son una parte de mí"
Todo lo que la gente tira en chatarra, Funes lo transforma en obras de arte. Según asegura el escultor de 50 años, que su trabajo se convirtió en un"cable al cielo".
"Desde niño me fabricaba mis juguetes y si bien no hago esto de manera profesional, ya que es muy difícil vender mis obras, porque yo no pienso en lo que pueda llegar a impactar en la gente, sino que me concentro en la escultura, al punto que prácticamente hablo con ella. Lo que genera después es un plus".
"Las obras son una parte de mí", aseguró Funes, quien además se considera un poeta siendo que "como el hierro no es suficiente para crear, tengo la necesidad de escribir y muchas de esas historias luego se transforman en esculturas".
Marull, uno de los pueblos con más monumentos
Desde el 2007 y hasta la actualidad, la localidad de Marull acumula más de 60 esculturas y monumentos, constituyéndose en uno de los pueblos de San Justo con mayor cantidad de obras de arte urbano.
De hecho, el Simposio Nacional de Escultores que se realiza en este pueblo de Ansenuza desde hace seis años, provee gran parte de estas obras.
Una de ellas es el Monumento al Bicentenario a la Independencia, en la plaza central del pueblo, que rompe con el diseño tradicional y motiva a sus habitantes a conocer más de este hecho histórico para nuestro país, desde la arquitectura moderna.
Con una imponente obra arquitectónica, Marull "habla" de libertad e independencia
Inaugurado en 2016, busca representar los
eslabones del colonialismo rotos por la fuerza de las luchas de los patriotas.
"Tres eslabones de una gigantesca cadena, dos de ellos semienterrados y el otro roto, representando el peso a la opresión imperial y la rotura de los lazos coloniales tal como lo dice nuestra declaración de la independencia", precisó el arquitecto Gustavo Abratte, quien diseñó la obra.
El color rojo significa la sangre derramada entre 1810 y 1816 en el transcurso de las guerras de la independencia.
Las cadenas están caladas, debilitadas, carcomidas por poderosos conceptos tales como libertad, independencia, Tucumán, 9 de julio de 1816 y por los nombres de las batallas de Suipacha, Tucumán, San Lorenzo, Salta, Montevideo, etc.
¿Escultura o monumento?
Consultados sobre las diferencias entre una escultura y un monumento, los artistas reconocieron que hay muchas opiniones al respecto, aunque coinciden en que una escultura es una representación personal del artista de un elemento particular que el mismo escoge. En cambio, el monumento es ese mismo trabajo pero alegórico a una persona o hecho puntual. De hecho "hay monumentos que no son esculturas", afirman.