San Justo: cooperativas textiles se unen para crecer

Mediante una alianza estratégica, los emprendimientos cooperativos Sixta de Arroyito y Bricotex de Brinkmann obtuvieron subsidios de Nación para la compra de maquinarias y capacitación. Su fuerte es la ropa de trabajo pero buscan abrir el mercado para generar más empleo.
Ambas surgieron en pandemia con la meta de generar empleo y aportar a la economía circular ante la posibilidad de un mercado en desarrollo como es el textil.
Así nació la Cooperativa de Inserción Sociolaboral Textil de Arroyito (Cista), la primera de estas características en la ciudad y Bricotex en Brinkmann, un proyecto de similares características. El apoyo del municipio y la alianza de ambas fue estratégica a la hora de conseguir subsidios para obtener la capacitación y el capital de trabajo que necesitaban para estar activas.
Su fuerte es la confección de ropa de trabajo para municipios y empresas de la región, pero la meta es abrir el mercado: seguir creciendo y a futuro la posibilidad de armar un proyecto conjunto en lo que hace a ropa de vanguardia, ya a nivel industrial.
De barbijos solidarios a cooperativa textil
La Cooperativa de Inserción Sociolaboral Textil de Arroyito (Cista) tiene sus orígenes en lo que fue el proyecto barbijos solidarios, en medio del inicio de la pandemia cuando un grupo de voluntarios, que se habían quedado sin trabajo, elaboraban estos tapabocas ad honorem
"A partir de allí se comienzan a hacer reuniones y me convocan por mi experiencia en la parte textil", manifestó arroyitense Verónica Gómez, quien se desempeña como secretaria del tribunal de faltas y colabora con el municipio en la asesoría y coordinación del trabajo cooperativo.
"El proyecto consideraba en un principio 20 personas y se empiezan a llevar adelante los papeles para obtener la personería jurídica para empezar a trabajar, pero en el camino una decena abandonó el emprendimiento", explicó Gómez a LA VOZ DE SAN JUSTO.
La primera experiencia fue la confección de kit sanitarios para el hospital. "Fue una ayuda muy importante para incentivar al grupo y para lo cual el municipio hizo un aporte de máquinas esenciales y un espacio físico".
"En el medio surge la necesidad de gestionar fondos, y se abre la posibilidad de un subsidio a nivel nacional, pero muy pocos de esos proyectos son aprobados, por lo que vimos una oportunidad en aliarnos con la cooperativa textil de Brinkmann siendo que contaban con las mismas instancias de iniciación".
Así lograron un subsidio de casi 8 millones de pesos destinado a capital de trabajo, maquinarias, herramientas, capacitación y comercialización.
La capacitación está a cargo de Hilanda, una Asociación Civil humanística. Verónica Rovarotto y Fernando Lobo llevan adelante una capacitación intensiva y técnica basados en promover la economía circular.
Según manifestó Gómez, esto les permitirá concretar el plan de negocios que en el mediano plazo busca tomar pedidos de ropa de trabajo del municipio y empresas de la ciudad como Dulcor, Arcor y otras cooperativas o comercios que lo requieran. Pero a largo plazo analizan proyectos conjuntos con Bricotex para abrir el mercado hacia la ropa de vanguardia y tal vez hacerlo a nivel industrial.
"La idea es desarrollar ropa de trabajo en primera instancia pero también de colegio, blanqueria, y ropa de hogar", sostuvo.
El primero en la ciudad
Gómez destacó que se trata del primer emprendimiento cooperativo textil de Arroyito y como se trata de una ciudad con perfil industrial y comercial, la mayoría de los productos textiles lo realizan modistas o se compra afuera de la ciudad.
"Es un mercado que está en exploración y hay una posibilidad muy grande de que esa plata que se va afuera quede en la ciudad y genere nuevos puestos de trabajo", remarcó como fortaleza.
Gómez destacó que el crecimiento de la cooperativa se ve también materializado en el cambio de lugar. "Hasta fin de mes funcionarán en la sede de un centro vecinal, pero luego se trasladarán a un nuevo local, lo que les dará identidad propia".
Un año de inversiones para Bricotex
Por su parte, Marianela Gaido, miembro de la cooperativa textil Bricotex aseguró que el 2022 viene cargado de trabajo y que la meta es sumar tres nuevas máquinas para optimizar la producción.
El emprendimiento conformado por 9 personas- 8 mujeres y un hombre que preside la cooperativa- empezó a fines de 2020 con la entrega de 500 prendas (remeras cuello base y pantalón naútico) para personal municipal de Brinkmann.
"Fue una prueba piloto para unificar criterios", dijo la brinkmanense.
A partir de allí comenzando un camino de crecimiento. "Fuimos progresando y mejorando mucho mediante capacitaciones consolidándonos como proveedoras de la ropa de trabajo no sólo para el municipio de Brinkmann, sino también para otros como el de Colonia Vignaud, Balnearia y privados con trabajos grandes, de 500 prendas".
"Logramos mucho en poco tiempo y en este sentido fue clave el aporte y apoyo del municipio", remarcó Gaido. Recordó que el proyecto comenzó en 2019. Pero la pandemia retrasó muchos las cosas. "hace más o menos un año que estamos activos y el crecimiento es notable".
Consultada sobre los proyectos que se vienen, la brinkmanense contó que apuestan a la compra de nuevas maquinarias. "Nuestro objetivo es incorporar este año una cinturera y una ojaladora y pega botón, fundamentales para nuestro trabajo. Todo eso se hace manualmente".
"Esa compra va a demandar luego de agrandar nuestro espacio de trabajo", agregó.
Finalmente, Gaido reflexionó: "crear una cooperativa no es para cualquiera, hay que dedicarle mucho tiempo y no tenés un sueldo pero lo bueno que tampoco tenemos deudas y demostrar que se puede".
"Es una satisfacción muy grande salir a la calle y ver lo que hace uno hace sobre todo sabiendo que a futuro vamos a generar nuevas fuentes de trabajo", concluyó.