“San Isidro será inolvidable para mí”, dijo Torre
El entrenador Sebastián Torre siguió despidiéndose de la afición "santa" y ponderó la tarea de la dirigencia.
En plena mudanza tras haber dejado la conducción técnica de San Isidro, Sebastián Torre siguió despidiéndose de la comunidad "santa" y también lo hizo a través de LA VOZ DE SAN JUSTO. El prestigioso entrenador expresó que su paso por el club será inolvidable a la vez que dijo sentirse en paz por la tarea realizada al cabo de tres temporadas.
No es para menos, el oriundo de Cintra como algunos pocos, entró en la historia grande de la entidad de la calle Corrientes con aquel memorable 2019, donde logró el campeonato de la Conferencia Norte de la Liga Argentina y estuvo a un tris de conseguir el ascenso a la elite del básquet nacional.
-¿Quedaste satisfecho con tu paso por San Isidro?
-Mayoritariamente sí, pero soy muy competitivo, extremadamente exigente porque lo soy primero conmigo mismo entonces quiero siempre ganar todo lo que juego, jugar finales, tal vez me acostumbre mal, agradezco a Dios haber podido jugar varias, y no haber entrado en los play off me dio tristeza y no me dejo conforme. Pero en el total del proceso claro que estoy conforme.
-¿Consideras que fue el momento adecuado para la despedida o tu deseo era continuar?
-No lo sé, pero no creo, porque en febrero- marzo (faltaban 21 partidos) me junté con Ale (Aimaretti) y le dije que pasara lo que pasara no iba a continuar, lo di todo, lo iba a seguir dando todo, pero sentía que de alguna manera las fuerzas no eran parejas en algunas situaciones, y estaba incómodo, aunque de esto aparto a los dirigentes.
Me voy en paz, absolutamente en paz y habiendo sido muy fiel al club, mis energías estaban en San Isidro, me voy tranquilo.
-¿Dejas atrás una institución seria, con dirigentes que supieron responderte?
-Me llevo la mejor impresión de los dirigentes, y una relación muy buena con todos, tengo muchísimo respeto y admiración por el trabajo que hacen sobre todo Alejandro Aimaretti y Marcos Martelotto. Son muy buenos dirigentes, amantes del básquet, además, sin ellos como los dirigentes en general los clubes no podrían abrir las puertas.
No solo que tengo el mayor de los respetos por los que deciden dejar tiempo en sus actividades particulares, además de la familia y tiempo de ocio sino que le ponen mucha pasión y yo con esa gente me identifico. Obviamente no es solo pasión, son idóneos.
-¿Qué te genera haber quedado en la historia feliz del club?
-Me da mucho orgullo, mucho placer.
-¿Te gustaría volver en un futuro?
-Si en algún momento los caminos se vuelven a cruzar, será porque "Sani" sabe quién soy y yo sé dónde volvería. San Isidro será inolvidable para mí, en esa cancha pase momentos muy intensos con mi hija (Paulina), son imágenes que jamás las borraré.